Boletín UNAM-DGCS-0481
Ciudad Universitaria
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LA UNAM Y LA COORDINACIÓN GENERAL DE LOS INSTITUTOS NACIONALES DE SALUD FIRMAN CONVENIO DE COLABORACIÓN
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El IIJ y la CGINS realizarán actividades conjuntas de investigación,
docencia y difusión en materia jurídica en el ámbito de la salud, en especial
sobre el genoma humano
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Se evitarán riesgos inherentes al avance científico y tecnológico de la
investigación sobre el genoma; se aprovecharán sus potenciales beneficios
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México se inserta en el desarrollo científico a pesar de los lamentables
niveles de atraso en ese rubro, reconoció el director del IIJ, Diego Valadés
El Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ)
de la UNAM y la Coordinación General de los Institutos Nacionales de Salud
(CGINS) de la Secretaría de Salud, signaron un convenio de colaboración para
realizar investigación, docencia y difusión en materia jurídica en el ámbito de
la salud, en especial en asuntos relativos al genoma humano.
Este convenio, firmado por los titulares del
IIJ y de la CGINS, Diego Valadés Ríos y Misael Uribe Esquivel, respectivamente,
permitirá aprovechar los potenciales beneficios del avance científico y
tecnológico que aporte la investigación sobre el genoma humano, así como evitar
riesgos inherentes al uso indebido de dicho conocimiento.
En el IIJ, Uribe Esquivel resaltó que por
cuestiones económicas, México llega tarde a los estudios del genoma humano;
mientras aquí se patentan dos secuencias genómicas al año, Estados Unidos lo
hace con medio millón.
"Hasta ayer el vecino país del norte
había secuenciado y clonado 70 animales, en tanto Brasil hace 4 mil veces más
esfuerzos que México a través de una red genómica", apuntó.
De ahí el interés de la Secretaría de
Salud y de la Universidad Nacional, así como de los sectores público y privado
para unir esfuerzos aplicables en el Centro de Medicina Genómica, que pasará a
ser Instituto Nacional.
Resaltó que el IIJ "permitirá tener
puntos de convergencia y nichos de oportunidad para realizar investigación en
materia jurídica dentro del ámbito de la genómica".
A su vez, Diego Valadés reconoció la
decisión del gobierno Federal por impulsar el desarrollo científico y
tecnológico nacional, lo cual quedó de manifiesto en la nueva Ley de Ciencia y
Tecnología así como en la reestructuración del Conacyt.
Indicó que si bien son alarmantes
nuestros niveles de atraso científico,
insertarnos –al menos tardíamente- en el desarrollo nos permite generar
ciencia equiparable a la de los países avanzados, abundó Valadés Ríos.
También es necesario reconocer que el
total de erogaciones en investigación científica en Latinoamérica es
equiparable al que Brasil "lleva por su cuenta". De manera que
nuestra desventaja está presente, no sólo en comparación con países
desarrollados, sino también con algunas naciones con las cuales hipotéticamente
tenemos un nivel de desarrollo equivalente.
Por ello, dijo, es un orgullo
incorporarnos a este esfuerzo de desarrollo científico que nos permitirá salir
de la situación en la que nos encontramos.
La colaboración entre ambas dependencias
y el proyecto de renovación científica nacional son un estímulo, "máxime
que todo cuanto se haga para estructurar la organización y funcionamiento de
las instituciones que hacen ciencia o para darle un marco jurídico al desarrollo
de las investigaciones sustantivas, requiere un instrumento de carácter
normativo", finalizó.
En su oportunidad, el director general de
Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Salud, Gonzalo Moctezuma, explicó que en
la actualidad la especialidad en Derecho y Salud ya no es cuestionable,
"es tan amplia como la medicina o el derecho".
La masa crítica generada en este campo en las
últimas dos décadas es de calidad y "valdría la pena continuar con el
esfuerzo de ampliar el conocimiento de esta rama del derecho para futuros
abogados, médicos y filósofos".
Indicó que este convenio permitirá estudiar el
derecho a la protección de la salud y revisar las bases constitucionales de los
artículos cuarto y séptimo.
Informó que el secretario de Salud solicitó que
ambas dependencias trabajen el tema de un nuevo marco regulatorio en ese
ámbito, es decir, una nueva ley reglamentaria para el artículo cuarto
Constitucional que permita adecuarlo a las necesidades actuales.
Por su parte, Miguel Sánchez Castañeda,
investigador del IIJ, comentó que el estudio de las implicaciones jurídicas del
genoma humano tanto en México como en el mundo implica la necesidad de estar a
la vanguardia y realizar investigación de punta en la materia y su relación con
el derecho laboral, civil y mercantil, así como para la propiedad industrial.
Estuvieron presentes también Fernando Cano
Valle, secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Bioética, y Hugo A.
Concha, secretario académico del IIJ.
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PIES DE
FOTO
Foto 1
Al signar un convenio con la Coordinación
General de los Institutos Nacionales de Salud, el director del IIJ, Diego
Valadés, dijo que si bien es lamentable nuestro atraso científico, México se ha
insertado en la competencia mundial. A su derecha Misael Urbie, titular de
aquella coordinación.
Foto 2
Miembros del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM y de la Coordinación General de los Institutos Nacionales
de Salud, durante la firma del convenio que permitirá a ambas instancias
aprovechar los potenciales beneficios del avance científico que aporte el
esclarecimiento del genoma humano.