Boletín UNAM-DGCS-0443
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LA LIBERACIÓN COMERCIAL NO CONVIENE A PAÍSES COMO MÉXICO: JOSÉ LUIS CALVA
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La aplicación de medidas de
corte neoliberal ha generado una profunda polarización socioeconómica, añadió
el académico del IIEc de la UNAM
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Miguel Angel Contreras, expresidente
de la CDH del Estado de México, resaltó la urgencia de aplicar políticas
efectivas que permitan cumplir las obligaciones plasmadas en las leyes
No es conveniente para países como México la
forma como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario
Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) apoyan el libre comercio, afirmó
José Luis Calva, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
La lógica supone que la
liberación comercial propicia el traslado de recursos de los sectores
ineficientes a los eficientes; pero en realidad se cancelan plazas laborales
antes de crear otras nuevas, y en lugar de que los trabajadores pasen de
actividades de baja productividad y escasos ingresos a otras de mayor
rendimiento y remuneración, transitan del empleo al desempleo, explicó el
especialista.
La aplicación de medidas de
corte neoliberal, ha generado una profunda polarización socioeconómica. “La
pobreza rural, es el corolario natural de la estrategia que llevamos aplicando
durante dos décadas”, puntualizó Calva al participar en la mesa redonda Los derechos económicos, sociales y
culturales, realizada en la Facultad de Derecho.
Calva resaltó que el país se encuentra en un
proceso de recesión económica. "Tenemos seis trimestres consecutivos de
caída del producto interno bruto (PIB)”.
Destacó que mientras los países ricos –en
especial Estados Unidos– aplican políticas monetarias activas para expandir el
crecimiento económico y evitar lo que se perfilaba como una depresión en sus
economías, en México se adoptó una medida restrictiva, llamada corto monetario
y una política fiscal contraccionista".
Es decir, la economía estadounidense promovió
una rebaja de impuestos para dar mayor poder adquisitivo a la población y
reactivar la economía, así como un programa de gasto emergente correspondiente
al 1.3% del PIB, lo que "a los países en desarrollo les están prohibidas
esas políticas económicas".
Por ello, dijo, con el proceso de
globalización, la convergencia en niveles de crecimiento económico y bienestar social, en
lugar de reducirse ocasiona profundas divergencias entre naciones y en los
grupos sociales al interior de cada país.
Señaló que en las últimas dos décadas de
acelerada integración económica internacional, el PIB per cápita de las naciones ricas pasó de 9 mil 500 dólares en 1980,
a 28 mil 750 dólares en 2000, mientras que en los países pobres ese índice,
durante el mismo periodo, sólo pasó de 884 a mil 300 dólares. Lo que indica,
añadió, que las divergencias no tienden a diluirse, sino se profundizan.
Frente a estas realidades, indicó, hay dos
caminos: la reforma de organismos internacionales, como el FMI, el BM y la OMC
que conforman un sistema de manejo global, pero que carecen de un mecanismo
democrático de rendición de cuentas.
La otra vía, añadió, es que las naciones en
desarrollo "nos rasquemos con nuestras propias uñas para salir adelante en
el crecimiento económico". Es decir, es necesario promover la
autodeterminación de los países y, como mexicanos, idear nuestro propio camino
hacia el crecimiento sostenido a tasas aceleradas.
Debe abandonarse la estrategia neoliberal y
pasar a una de mercado dirigido, crear un consenso entre los mexicanos y los
latinoamericanos para dar paso a un nuevo esquema de desarrollo que asegure, de
antemano, los beneficios y derechos económicos de los individuos, finalizó.
Por su parte, Miguel Angel Contreras,
expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, consideró
que los derechos económicos, sociales y culturales de los individuos se
caracterizan por ser demandas o exigencias que promueven la actividad
gubernamental y responden a los valores de igualdad y solidaridad tendientes a
reducir las diferencias sociales.
Mencionó que el derecho a la enseñanza es
elemental para hacer realidad el desarrollo integral del ser humano, pues dota
al individuo de instrumentos para enfrentar con ventaja la vida.
La educación, subrayó, debe valorarse como una
prioridad nacional e internacional; sin embargo, en aquellos lugares donde la
población tiene los más bajos índices de alfabetismo concurren otros problemas
que agudizan la pobreza, en el que se encuentran millones de individuos en el
mundo.
Por otra parte, consideró que el trabajo, además
de significar un cauce privilegiado para la realización de las capacidades
humanas, constituye uno de los medios de subsistencia y satisfacción de las
necesidades materiales del ser humano; por tanto, debe contribuir al desarrollo
y realización integral de las personas.
En cuanto a la salud, dijo que se trata de uno
de los bienes más preciados de la humanidad y el Estado está obligado a otorgar
los servicios en este ámbito a toda la población, con énfasis en el fomento de
una cultura sanitaria que favorezca la prevención y control individual y
colectivo, concluyó.
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José Luis Calva,
del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, señaló que si bien
existen razones importantes para apoyar el libre comercio, la forma como se
impulsa no es la más conveniente
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Miguel Angel
Contreras Nieto, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de
México, consideró en la UNAM que es urgente implantar políticas efectivas que
permitan cumplir con las obligaciones generadas en materia de derechos, tanto a
nivel nacional como internacional