Boletín UNAM-DGCS-0441
Ciudad Universitaria
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ALARMANTE LA
CONCENTRACIÓN DEL CONOCIMIENTO EN UNOS CUANTOS PAÍSES: JUAN MARÍA ALPONTE
· Estados Unidos controla 38.7% de los
recursos dedicados a investigación y desarrollo; la Unión Europea el 28%, y
Japón, Singapur, Hong Kong y Corea del Sur el 18%, destacó el académico de la
FCPyS
· Hemos pasado de la globalización a
la representación de un mundo donde quienes no tengan acceso a la educación no
traspasarán la barrera de la miseria social
Es grave la centralización del conocimiento a
escala mundial, más aún que la riqueza que se concentra en el 20% de la
población del planeta, afirmó Juan
María Alponte, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).
Una educación sin investigación no es nada,
sostuvo; pero esto requiere grandes recursos y en la actualidad Estados Unidos
controla 38.7% de los dineros dedicados a esa área; la Unión Europea el 28%, y
Japón, Singapur, Hong Kong y Corea del Sur el 18%.
Por su parte, América Latina, con más de 600
millones de habitantes, sólo participa con el 1.9%, lo cual ha impedido que los
países de esta región busquen, a través de la investigación y el desarrollo,
las mejores alternativas para transformar su propia realidad.
Al dictar la videoconferencia Educación y
Globalización, realizada en la sala Isabel y Ricardo Pozas de la FCPyS, el
académico destacó que no tener los medios para impulsar la creación del
conocimiento ha dado como resultado la concentración del poder científico y
tecnológico en pocos países.
La existencia en el ámbito mundial de 800
millones de personas analfabetas, de 114 millones de niños que no pueden ir a
la escuela y de los límites impuestos a la mujer para no acceder a los espacios
educativos hablan de un problema de profunda desigualdad y una ausencia de
solidaridad humana, indicó.
En este sentido, consideró, hemos pasado de la
globalización a la representación de un mundo donde quienes no tengan acceso a
la educación no traspasarán la barrera de la miseria social.
Aunque se ha intentado crear las condiciones
básicas de la solidaridad, y prueba de ello es que hace algunos años los 19
países más poderosos del orbe decidieron dar una ayuda equivalente al 0.7% de
su Producto Interno Bruto para educación y desarrollo, hasta ahora esas
naciones, que concentran más del 80% de la riqueza mundial, sólo han
proporcionado el 0.22% de su PIB.
Por su parte, los países que conforman la Unión
Europea, en estos momentos dedican el 0.33% de su riqueza para ayuda
internacional.
En este contexto, acotó, quienes mejor han
entendido la solidaridad en términos de ayuda internacional son las naciones
nórdicas, lo cual se debe a que sus habitantes han adoptado la libertad y la
solidaridad como una norma de convivencia. Eso les ha permitido lograr integrar
educación, solidaridad, fraternidad y
transformación, subrayó Alponte.
Por ello, reiteró, en la época actual los
pueblos que no tengan las capacidades suficientes para intervenir activamente
en las formas de conocimiento, investigación y desarrollo, no podrán enfrentar
los inmensos cambios que el siglo XXI arrojará sobre la humanidad.
El hombre ha pasado a ser el mayor problema de
la humanidad, porque ha descubierto que no está solo y forma parte del espacio
ecológico; pero también "que cada uno de sus pasos se inscribe en la
transformación o el subdesarrollo y, en consecuencia, no tiene otro porvenir
que su propia autotransformación", concluyó.
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Hemos pasado de la globalización a la representación de un mundo donde quienes no tengan acceso a la educación no traspasarán la barrera de la miseria social, afirmó Juan María Alponte, de la FCPyS, al dictar la videoconferencia Educación y Globalización