Boletín UNAM-DGCS-0439
Ciudad Universitaria
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ERRÓNEO QUE
MÉXICO BRINDE APOYO INCONDICIONAL A EU: JOSÉ JUAN DE OLLOQUI
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Buscar los favores de EU a cualquier precio no es de un país digno,
agregó el ex embajador de México en Estados Unidos y Gran Bretaña
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Participó en el Seminario El derecho internacional y los acontecimientos
del 11 de septiembre en la UNAM
"Buscar los favores de Estados Unidos a
cualquier precio no es de un país digno. Y si bien nuestra política exterior no
puede desentenderse de la vecindad con dicha nación, tampoco debe de ser
considerada como su único determinante", señaló José Juan de Olloqui y
Labastida, ex embajador de México en Estados Unidos y Gran Bretaña.
"Nada debe estar sobre el interés nacional
y, en una política inteligente, principios e intereses no tienen por qué
chocar", añadió durante el Seminario El derecho internacional y los
acontecimientos del 11 de septiembre, organizado por el Instituto de
Investigaciones Jurídicas y la Escuela Nacional de Estudios Profesionales
Acatlán, de la UNAM.
Agregó que, por ello, el actual plan de
política exterior mexicano debe contemplar los siguiente puntos principales:
que no se otorgue ningún apoyo internacional sin saber los alcances de la
acción que otra nación pueda tomar; y no olvidar el hecho de que aquélla
produce efectos internos y externos; "los primeros no se pueden
desestimar, aunque en México se favorezcan, pero tampoco se debe de ignorar a
los segundos".
Asimismo, nuestro país tiene que aprovechar su
multigeopoliticidad y su multidiversidad. En este punto, señaló, se debería
cuidar la diversificación del mercado del petróleo y el comercio en general
como prioridad nacional, porque "en la medida en que dependemos de un solo
mercado (Estados Unidos) estamos limitando nuestras opciones políticas y
económicas".
El también ex subsecretario de Relaciones
Exteriores aseguró que otros rubros que tendrían que integrar al actual plan de
política exterior mexicano son que con nuestro principal socio comercial, más
que maximizar hay que optimizar nuestro comercio; cuidarnos de "ser
actores y no comparsas" si apoyamos a una potencia; y tener en cuenta que
el acuerdo sobre trabajadores migratorios con Estados Unidos tendrá que darse,
entre otros.
Sobre lo acontecido el 11 de septiembre del año
pasado en las Torres Gemelas en Nueva York, De Olloqui señaló que
indudablemente ese evento fue un parteaguas en el quehacer internacional. Los
resultados del mismo, insistió, "fueron contradictorios hasta cierto
punto. Primero, se acabó el mito de la invulnerabilidad total de Estados Unidos
y, segundo, se evidenció la distancia entre esa única superpotencia y los demás
países del mundo".
En el Auditorio Floris Margadant del IIJ,
recordó que antes de esa fecha ninguna fuerza política había desafiado a
Estados Unidos –país que tiene la costumbre histórica de librar sus guerras
fuera de su territorio-. "La población de esa nación ignora o ve muy
distantes los sucesos armados en los cuales se involucra desde que resultó
victorioso en la Segunda Guerra Mundial".
En el caso de nuestro país, comentó, tuvo en
general "una conducta errática ante la tragedia". Tampoco, sostuvo,
hay que olvidar los daños que México sufrió por esos acontecimientos: el
estancamiento de los acuerdos migratorios, los problemas económicos emanados de
los atentados y, por supuesto, la muerte de los connacionales que estaban en la
zona del desastre.
En su momento, añadió, la crítica del Congreso
de la Unión a lo expresado por el Poder Ejecutivo, ("lo que le hagan a
Estados Unidos es como si se lo hicieran a México") fue clara, al expresar
que México no puede darle una carta blanca a Estados Unidos sobre cuestiones
que nos afectan marginalmente. "Nuestro apoyo moral –insistió– debe de ir
acompañado del respeto al derecho internacional, pero nada más". Y, si
bien, a nuestro país no le conviene aparecer como anti-yanqui o indiferente a
la tragedia, sí "hay un abismo entre esto y el otorgar un apoyo
incondicional".
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PIE DE FOTO
José Juan de
Olloqui y Labastida, ex embajador de México en Estados Unidos, señaló en la
UNAM que el actual plan de política exterior mexicano "debe definir clara
y realistamente el interés nacional"