Boletín UNAM-DGCS-0412
Ciudad Universitaria
Pie
de foto al final del boletín
GRAN EVASIÓN
FISCAL DE MEXICANOS MILLONARIOS: JULIO BOLTVINIK
· Sólo pagan alrededor del 7% de sus
ingresos, mientras que las tablas del ISR los sitúan en 35 o 40%, dijo el investigador
de El Colegio de México
· Un esfuerzo de fiscalización para
hacer que este sector pague lo que corresponde sería determinante para recaudar
más recursos
Los mexicanos millonarios evaden al fisco, ya
que prácticamente no pagan un centavo de Impuesto Sobre la Renta, irregularidad
que cometen a través de sus empresas, afirmó Julio Boltvinik, de El Colegio de
México.
Señaló que bajo este supuesto pagan alrededor
del 7% de sus ingresos, mientras que las tablas del ISR los sitúan con una
obligación de pago del 35 o 40%.
Al participar en el panel, “La reforma
hacendaria. Propuestas y realizaciones en el 2001-2002 y perspectivas de
reforma hacendaria integral” realizado en el marco del seminario La economía
mexicana en el segundo año del gobierno de Fox. Evaluación y alternativas, que
organiza el Instituto de Investigaciones Económicas, afirmó que por ello se
requiere un esfuerzo de fiscalización dirigido a hacer que este sector pague lo
debido para incrementar la recaudación nacional, sostuvo.
El investigador precisó que "no se trata de cobrarles vía gasto,
sino a través de sus ingresos, porque la evasión es total".
A estos hogares, precisó, se les puede
fiscalizar en su vida privada, en sus consumos y en sus gastos, porque es ahí
donde no tienen manera de comprobar que éstos no están correctamente
declarados.
Boltvinik destacó que en la actualidad en
México no se sabe con exactitud quién paga impuestos y a cuánto asciende el
monto de los mismos.
Hasta 1993, esa información se conocía a
detalle; ahora, lo único que sabemos es el total, de ahí que no se puede hacer
una reforma fiscal si el punto de partida es desconocido, puntualizó.
Julio Boltvinik recordó que cuando se dio el
debate sobre la reforma fiscal propuso tasas del IVA diferenciales, en función
del tipo de bienes tanto de lujo como básicos.
Estas tasas, dijo, podrían ser bajas en
productos como alimentos y medicinas y más altas, con porcentajes del 20 o 30%,
en artículos suntuarios.
Además, abundó, sugerí eliminar las exenciones por
ser un régimen poco transparente, "eso de no cobrar IVA y pasarlo a otros
bienes, deja muy poco claro cómo se están gravando las cosas".
Con estas medidas, destacó, se pretendía
desgravar muchos bienes según su naturaleza. Por ejemplo, el vestido, el calzado
y la electricidad doméstica bajaban a 10%; el gas a cinco y los bienes
importantes en la canasta de consumo popular a cero.
Incluso, consideró, algunos artículos como los
automóviles de lujo podrían elevarse al 35% y "no hay por qué asustarse.
El que compra un Mercedes Benz o un Jaguar ni cuenta se da que está pagando ese
impuesto; para él es lo mismo pagar medio millón de pesos que 700 mil. De
cualquier forma, esto no altera sus hábitos de compra ni sus decisiones".
Por su parte, John Scott, del Centro de
Investigación y Docencia Económica, apuntó que los impuestos no son un buen
instrumento redistributivo, en particular para los países de América Latina que
tienen grandes niveles de desigualdad económica.
Afirmó que si se quiere diseñar un sistema
óptimo para redistribuir, es preciso
recaudar lo más posible y después hacer uso del gasto para repartir esos
ingresos de manera eficaz entre los grupos más pobres.
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Pie de foto
Julio Boltvinik,
de El Colegio de México, y el economista José Luis Calva, al término de su
participación en el seminario "La economía mexicana en el segundo año del
gobierno de Fox. Evaluación y alternativas", realizado por el IIEc de la
UNAM