Boletín UNAM-DGCS-0402
Ciudad Universitaria
EN MÉXICO SE LEE
MENOS DE UN LIBRO POR PERSONA AL AÑO: CANIEM
· Jesús Galera Lamadrid,
vicepresidente de ese organismo, señaló que el mínimo recomendado por la UNESCO
son cuatro libros anuales
·
Comentó que uno de los principales problemas que afecta los niveles de
lectura en México es el analfabetismo, el cual asciende a más de cinco millones
de personas
De acuerdo con la Cámara de la Industria
Editorial Mexicana (Caniem), se calcula que en México cada persona lee
aproximadamente un libro al año, es decir, el 25% de lo que la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
recomienda como mínimo.
Lo anterior lo dio a conocer Jesús Galera
Lamadrid, vicepresidente de ese organismo, durante la conversación en línea De
libros, libreros y editores, organizado por la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Cuautitlán.
Reconoció que uno de los principales problemas
que afecta los niveles de lectura en México es el analfabetismo, el cual
asciende a casi 10 millones de personas, es decir 9.5% de la población total,
según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
Ello, sumado al analfabetismo funcional
(personas que aún sabiendo leer no lo practican), incrementa en gran proporción
el porcentaje, sostuvo el funcionario editorial. Así, al año se “consumen” sólo
cerca de 300 millones de libros (incluido el texto gratuito).
Para aumentar los índices de lectura, Galera
Lamadrid recomendó la creación de bibliotecas en colonias, barrios y
poblaciones; así como promover campañas publicitarias en los medios masivos
para invitar a la población a leer más y tener el gusto por ese hábito,
independientemente de que en los hogares y las escuelas también se haga énfasis
en la importancia de la lectura.
El gobierno federal, comentó, inició una
campaña de creación de centros de documentación, actualización de acervos y
modernización de las grandes bibliotecas ya existentes.
Aseveró que la industria editorial mexicana se
ve dañada por varios motivos, entre ellos el que los editores no atiendan todo
el mercado y el bajo nivel cultural de los lectores.
Otro aspecto importante a considerar es la
piratería en México, que de acuerdo con las últimas cifras disponibles, indican
que va en aumento de manera alarmante, y aunque existe una regulación
específica al respecto, donde se indica que es permitido el fotocopiado de
fragmentos de obra, esto pasa a segundo término y se fotocopian obras
completas.
Esto se conoce como piratería o reprografía, lo
cual es fomentado en muchos centros de fotocopiado e instituciones educativas
donde, por desconocimiento de la ley, facilitan la violación de la propiedad
intelectual.
La piratería y reprografía deben combatirse por
ser un delito; además de establecer convenios con los centros de copiado (como
sucede en muchos países), para que paguen un determinado porcentaje de su
ingreso, pertenezcan o no a un centro académico. Esos recursos se utilizarían
para fomentar el hábito de la lectura y
fortalecer los acervos de las bibliotecas.
En cuanto a la reforma fiscal que contempla el
cobro de impuestos a los autores, Galera Lamadrid comentó que a éstos se les
debe restituir el régimen fiscal anterior para motivar la producción intelectual
en el país.
"Es grave -opinó- que tengas que compartir
tus regalías, en la inmensa mayoría muy bajas, con el fisco, amén de los graves
daños que los piratas y las fotocopias causan a los autores".
Explicó que la Caniem agrupa al 60% de los editores
más importantes de México, productoras de libros y publicaciones periódicas,
aunque también están asociadas industrias que forman parte de la cadena
productiva o de comercialización del área.
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