Boletín UNAM-DGCS-0375
Ciudad Universitaria
Pies
de fotos al final del boletín
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Jorge Adame Goddard, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, dijo
que la reforma constitucional de 1992 amplió la protección jurídica del derecho
fundamental a la libertad religiosa
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Debidamente impartida y recibida, es un factor decisivo para la
conformación de las convicciones y el comportamiento del individuo, agregó
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El sacerdote Guillermo Ortiz opinó que es necesario aprender a vivir en
la pluralidad religiosa
La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto
Público es un avance muy importante, ya que en materia de educación religiosa
convirtió su impartición en las escuelas en una actividad lícita, cuando antes
estaba prohibida y castigada penalmente, afirmó Jorge Adame Goddard, del
Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Explicó que la reforma constitucional de 1992,
que terminó con una situación irregular vigente durante 75 años, amplió la
protección jurídica del derecho a la libertad religiosa y debe verse como una
pieza importante de la transición política de nuestro país.
Al participar en el ciclo "Diez años
de vigencia de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en
México", dijo que dicha transición, como todo cambio de estructuras
sociales, no podrá llegar a feliz término si no va acompañada de cambios
efectivos en la mentalidad y comportamiento de los ciudadanos.
"Si realmente se desea un país donde
predominen los valores de justicia, libertad y solidaridad, como parece ser la
aspiración común, es preciso conformar, mediante la educación, la mente y el
comportamiento de los ciudadanos, según dichos valores", opinó.
En materia de libertad religiosa, y en especial
de educación en ese ámbito, se debe desechar el prejuicio, imperante en la
estructura política pasada, de que era nociva para el pueblo y reconocer como
un objetivo de cambio el hacer efectivo el derecho de toda persona a recibir
una educación integral que incluye la religión.
Adame Goddard comentó que la educación
religiosa, debidamente impartida y recibida, es un factor decisivo para la
conformación de las convicciones y el comportamiento de la persona que
encuentra una respuesta a cuestiones cruciales comunes a todo ser humano, las
cuales determinan su identidad y equilibrio emocional.
Por ello, aseveró que en ese proceso educativo
deben empeñar sus esfuerzos todas las instancias sociales, desde la familia
hasta el Estado, pasando por escuelas, empresas y sindicatos, así como las
asociaciones religiosas, quienes cumplen un papel de educación religiosa muy
importante para el bien del pueblo mexicano.
Consideró que las grandes religiones fomentan
en las personas actitudes positivas de solidaridad, trabajo y esperanza en un
futuro mejor, que se contrapone a las sensaciones de egoísmo, cinismo o
desesperación, resultado de una respuesta inadecuada a dichas cuestiones.
En su intervención, el religioso Guillermo
Ortiz dijo que hoy "miramos con esperanza los primeros diez años de
vigencia de la Ley de Asociaciones Religiosas". No obstante, este tiempo
es corto para lograr un cambio de mentalidad y una nueva cultura, acostumbrados
a la simulación y habituados a un cierto desprecio de las leyes.
Al invocar los derechos humanos no podemos
hacer a un lado el de la libertad religiosa, porque "la dignidad de una
persona es su propio origen y de ninguna manera es concesión del Estado. La
verdadera libertad es el signo más eminente de la imagen divina".
Al promover el derecho a una mayor libertad
religiosa lo hacemos para todos los mexicanos católicos y no católicos,
creyentes y no creyentes, ya que se trata de un derecho natural de la persona.
Es necesario aprender a vivir en la pluralidad religiosa, en donde se respete a
quienes optan por una creencia diferente.
Consideró que dada la importancia de los medios
de comunicación social en la evolución de la cultura hacia formas más avanzadas
y sólidas, es necesario reflexionar acerca de su conocimiento, uso e
instrumentación, sobre todo en el campo educativo, y proponer, desde una
participación democrática, su uso adecuado.
Por último, Javier Saldaña, investigador del
IIJ, destacó que la libertad religiosa es una autonomía jurídica donde el
individuo ejerce, de manera libre, su vinculación con Dios.
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FOTO 1
Jorge Adame
Goddard, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo que la
ampliación de la protección jurídica del derecho fundamental a la libertad
religiosa, es pieza importante de la transición política que vive México.
FOTO 2
En el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el religioso Guillermo Ortiz mencionó que
al invocar los derechos humanos no se puede hacer a un lado el de la libertad
religiosa.