13:00 hrs. Abril 22 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0363

Ciudad Universitaria

 

Pie de foto al final del boletin

BUSCARÁN CÁMARAS OCULTAS BAJO LA PIRÁMIDE DEL SOL

 

·        Linda Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, dijo que quizá exista una de grandes proporciones

·        La doctora cree que no había dinastas únicos, sino un cogobierno de cuatro señores

·        Colocarán durante un año un detector de partículas en el subsuelo de la misma

 

En los próximos meses especialistas del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM iniciarán nuevas investigaciones en busca de cámaras ocultas en Teotihuacán, específicamente en la pirámide del Sol.

 

Los investigadores de la Universidad Nacional colocarán un detector de muones -partícula de masa intermedia entre el protón y el electrón- cósmicos en el subsuelo de la Pirámide del Sol, en Teotihuacán, con el fin de determinar si hay cámaras ocultas que los arqueólogos no hubiesen detectado en un principio.

 

Los especialistas Linda Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA), así como Arturo Menchaca y Matías Moreno, del Instituto de Física (IF), respectivamente, encabezan el proyecto de trabajo, financiado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico y la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM, así como por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Manzanilla explicó que se eligió la Pirámide del Sol porque cuenta con un túnel en el subsuelo que permitirá alojar el aparato que medirá durante un año la entrada de radiaciones cósmicas y su distorsión en la pirámide, con lo cual se determinará la existencia o no de alguna cámara o hueco.

 

La investigadora, quien realiza estudios en el palacio de Xalla, al norte de la Pirámide del Sol, señaló que hay dos posibilidades: que no exista ninguna cámara oculta en ella, o que haya una de grandes proporciones, que aloje a cuatro jefes de los sectores de Teotihuacan.

 

Hasta ahora, la única cámara conocida es el túnel construido por los  teotihuacanos en la época prehispánica, aunque también hay otros realizados por los arqueólogos para explorar la pirámide.

 

Explicó que Xalla es, quizá, un gran palacio de los gobernantes teotihuacanos -no residencial-, para tomar decisiones sobre el Estado teotihuacano. La doctora Manzanilla cree que no había dinastas únicos sino un cogobierno, es decir, un mandato corporativo de cuatro señores, de tal manera que no era fácil que otra dinastía perpetrara un golpe de Estado.

 

Esos cuatro jefes de sectores, por lo general ataviados como sumos sacerdotes, decidían probablemente sobre el Estado teotihuacano, sin necesidad de la existencia de una dinastía como en el área maya, donde el rey era fácilmente capturado por el enemigo o depuesto por un golpe de Estado.

 

La antropóloga aseveró que la mayoría de los señoríos mexicas tenían más de un gobernante. Uno era el que daba la cara, o cuyo nombre se explicitaba en las fuentes, pero había más. Esa es una manera de gobernar del centro de México, muy distinta al área maya o zapoteca.

 

Explicó que la Pirámide del Sol es el primer gran monumento construido en la zona como una montaña sagrada. Esta edificación es la sede de Tláloc, dios estatal de Teotihuacan, en su advocación como deidad de los mantenimientos y de la fertilidad.

 

 

Tláloc no sólo era el dios de la lluvia sino el de la fertilidad de la tierra, y la Pirámide del Sol era su templo. De haber un sitio del poder estatal o una sede ideológica de los teotihuacanos, es ésta y no necesariamente la de la Luna, por lo que en ella es donde "deberíamos encontrar respuesta a nuestras interrogantes".

 

Comentó que la técnica que se aplicará en este proyecto está concebida de tal forma que se instale el aparato sin dañar el túnel, ni el patrimonio arqueológico, y una vez concluido el trabajo, poder usar el detector en cualquier otra pirámide del país.

 

Los investigadores cuentan con el permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia para llevar a cabo la primera fase, pero de encontrarse cámaras en el lugar se requeriría otro permiso para la excavación arqueológica.

 

Arturo Menchaca, por su parte, recordó que en los años 60 el premio Nobel de física Luis Álvarez utilizó, por primera vez, un detector de radiaciones cósmicas en el subsuelo de la pirámide de Kefrén, en Ghiza, Egipto. Aprovechó que en ella había una cámara cercana al centro de la base, y colocó el instrumento para medir los muones.

 

Álvarez tuvo algunos problemas para calcular las radiaciones porque su trabajo coincidió con una de las guerras en la región, ante lo cual se vio obligado a terminarlo antes de tiempo. Los primeros resultados se publicaron en 1970 en la revista Science, y concluyeron en 1975 que no había ninguna cámara oculta.

 

El integrante del IF explicó que los muones son producto de la radiación cósmica, es decir, del cielo llega una serie de partículas o rayos cósmicos de alta energía, los cuales, al interaccionar con la atmósfera terrestre producen una especie de lluvia de muones, cuya característica principal es su elevada penetración, ya que pueden atravesar una pirámide y más.

 

Al describir el método, indicó que el material de la pirámide absorbe un número de esas partículas, y la cantidad que atrapa es justamente proporcional al espesor del material que atraviesan. Si de algún lugar de la pirámide llegan más partículas de las esperadas, significará que a ese pedazo le falta material o está hueco.

Arturo Menchaca señaló que en el IF hay un grupo de investigadores en el área de física básica, muy experimentados en la construcción de detectores de partículas, que colocarán en Teotihuacan uno de ellos, con una extensión aproximada de un metro cúbico.

 

Apuntó que el equipo tiene un costo cercano a los cinco millones de pesos, aunque la mayor inversión se hará en el tiempo que se destina para construirlo, instalarlo y operarlo, así como a la recopilación y el análisis de datos.

 

Al término del proyecto, el detector podría utilizarse en estudios similares con otras pirámides en el país como la de Cholula, Puebla, que tiene túneles muy profundos, u otras del área maya; así como para realizar experimentos en física.

 

Informó que el equipo será introducido al túnel en unos tres o cuatro meses, y esperan concluir los estudios en un año.

 

Menchaca aseguró que este proyecto es de gran interés para la cultura nacional, y ha generado entusiasmo  entre personas de otras áreas y estudiantes de varias facultades que quieren participar. Además, "nos permitirá formar recursos humanos en técnicas que hasta ahora no se habían desarrollado en México a este nivel”, concluyó.

 

 

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PIE DE FOTO

 

Linda Manzanilla, del IIA, es una de las investigadoras que encabeza el proyecto por medio del cual se colocará en el subsuelo de la Pirámide del Sol un detector de partículas, con el fin de determinar si en ese lugar existen cámaras ocultas.