06:00 hrs. Abril 21 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0361

Ciudad Universitaria

 

 

Pie de foto al final del boletín

SÓLO DE 2 A 3 POR CIENTO DE LOS SECUESTRADORES SON CONSIGNADOS

 

·        Corruptelas y huecos legales permiten a delincuentes quedar en libertad: René Jiménez Ornelas, del IIS

·        Enorme reto de las autoridades gubernamentales y de la sociedad abatir los altos índices de corrupción en México, agregó

 

Los ciudadanos están cansados de la impunidad y corrupción, ya que en la actualidad de cada 100 secuestradores, nueve llegan a un trámite jurídico y sólo dos o tres son consignados, aseguró René Jiménez Ornelas, del  Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Al comentar el informe del relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Independencia de Jueces y Abogados en México, aseguró que la sociedad y las autoridades tenemos un enorme reto para acabar con los altos índices de corrupción en nuestro país.

 

Consideró que este fenómeno ha llegado a tal grado en el territorio nacional que existen redes en las cuales no sólo los cuerpos policiacos y los ministerios públicos están infiltrados por la corrupción y la impunidad, sino que ha alcanzado a algunos jueces, lo cual ha generado gran inseguridad en la República.

 

En los últimos días, por ejemplo, se ha dado la liberación de delincuentes, entre ellos secuestradores, debido a que no está bien integrada la averiguación, lo que ilustra de manera clara los grandes huecos que se presentan en la legislación mexicana.

 

Para Jiménez Ornelas el informe de la ONU sobre corrupción en el Poder Judicial, "es una visión de este problema que debemos empezar a atacar. No es posible pensar que con encarcelar a dos policías que son corruptos o participan en bandas delictivas se frenará el problema", dijo.

 

Si bien no todos los jueces y policías son corruptos, sí se debe acabar con aquellos que lo son. La situación es compleja porque la ciudadanía participa de la corrupción, y en buena medida de ella dependería un cambio.

 

Explicó que para realizar el informe se tomó en cuenta una encuesta realizada por Transparencia Internacional. Además, la ONU envió gente a investigar el sistema de impartición de justicia en México, así como para observar el desempeño de los jueces en relación con diferentes delitos.

 

Aseveró que en el momento en que se demuestre que hay una fuerte decisión para luchar contra los altos niveles de corrupción, los más bajos dejarán de corromperse.

 

Apuntó que por desgracia no sólo en este tema la respuesta de las autoridades ha sido “tibia", sino también en otros muchos aspectos. Empero, "el principal problema de la sociedad en general es la inseguridad".

 

Los planteamientos para acabar con ella provienen de la Secretaría de Seguridad Pública, pero no hay una acción conjunta entre ésta y las procuradurías estatales y general. Se requieren un liderazgo y una decisión política que permitan estructurar las políticas de forma intersectorial en este ámbito.


El investigador del IIS dijo que es necesario reestructurar el Poder Judicial y reorganizar las prisiones, pues no es conveniente juntar en ellas a delincuentes comunes con federales o con grandes capos, porque ello permite a estos últimos seguir delinquiendo mediante terceros.

 

Asimismo, se deben revisar las penas, no aumentarlas, sino que se cumplan. "Si un delincuente es condenado a pasar 20 años en la cárcel por un secuestro, que así sea, y no que se le den 100 años de prisión, y gracias a las lagunas jurídicas el juez lo libera a los tres años".

 

Las bandas no deben encontrar refugio en los jueces. Por el contrario, si dañan a la ciudadanía tendrán como castigo trabajar para la comunidad. En cambio, los delincuentes primerizos deberían estar en cárceles donde puedan salir a laborar y retribuirle a la población el daño ocasionado.

 

Otros, como asesinos, asaltantes y secuestradores, deberían ser mandados a lugares como las islas del Golfo, mientras que los grandes capos deben estar en cárceles de altísima seguridad, separados del resto, trabajando para reparar el daño hecho a la sociedad.

 

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El sociólogo universitario René Jiménez Ornelas consideró que la corrupción en México ha llegado a tal grado que hay redes en las cuales están infiltrados cuerpos policiacos, Ministerios Públicos y jueces.