06:00 hrs. Abril 17 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0345

Ciudad Universitaria

 

ALTAMENTE EFECTIVA LA QUÍMICA LEGAL PARA DETERMINAR LA INOCENCIA O CULPABILIDAD CRIMINAL

 

·        La investigación en criminalística ha logrado grandes avances, aseguró en la FES Cuautitlán Francisco Antonio Sánchez, perito en química forense

·        Adrián Waldo Capetillo, de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, indicó que para la detección de psicotrópicos y estupefacientes en polvos, se realizan pruebas de reacción de color

 

En los últimos años, la ciencia ha logrado connotados avances sobre todo en la investigación de la criminalística, rama que en el campo de la química legal determina –con una eficacia del 90%– la inocencia o culpabilidad de una persona en caso de asesinato o de hechos violentos con arma de fuego, violación, alteración de documentos o falsificación de papel moneda, apuntó Francisco Antonio Sánchez Barrientos, perito en química forense y balística.

 

Durante su participación en el Simposium de Química Legal, celebrado en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuatitlán, explicó que gracias a los procedimientos químicos utilizados por los investigadores y técnicos en el área es posible auxiliar al derecho penal y para determinar el uso de estupefacientes, psicotrópicos, reconstrucción de asesinatos con arma de fuego, homicidios por intoxicación, alteración de documentos y tinta, entre otros.

 

En su conferencia, La química legal, Sánchez Barrientos expuso que esa especialidad es multidisciplinaria, ya que en ella participan diversas áreas del conocimiento con la finalidad de cubrir todas las especialidades que pudieran ser útiles en la investigación criminal, como la fotografía, la balística, la química y la medicina forense, así como la dactiloscopía, el retrato hablado, la identificación vehícular, así como incendios y explosivos.

 

A escala mundial, dijo, la química forense se impulsa principalmente en países desarrollados como Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, donde cuentan con laboratorios avanzados, mientras que en México la química legal se ha visto impulsada desde hace siete años, habilitando centros de investigación de carácter municipal, estatal y federal

 

Comentó que en casos de abuso sexual, en la Procuraduría del Distrito Federal se identifica al violador mediante pruebas de ácido desoxirribonucleico (ADN). Igualmente, se realizan pruebas excluyentes de paternidad por medio del análisis de tres pruebas de ADN del padre, de la madre y del hijo.

 

Por otra parte, indicó que en el área de dactilografía, los químicos aplican estudios a firmas y manuscritos para determinar autenticidad, falsedad o autoría en cheques, papel moneda, loterías, estampillas, pasaportes, cédulas de ciudadanía, tarjetas de crédito, de propiedad de vehículos, libros, revistas o cualquier otro documento.

 

Asimismo, en esa área se identifican los implementos de reproducción gráfica usados en la fabricación de documentos, textos mecanográficos, impresiones por computadora y sistemas de impresión para determinar las características de clase, es decir, tipo de máquina, impresora o impresión y los aspectos de individualidad que permitan establecer la fuente en que se elaboró el documento.

 

También para cotejar sellos con el fin de determinar si éstos provienen de una misma matriz o no, identificar la alteración de documentos por supresión o adición del contenido, o para analizar pigmentos constitutivos de tintas litográficas, tipográficas, calcográficas, mecanográficas y flexográficas.

Sánchez Barrientos comentó que el Banco de México ha hecho explícita la necesidad de montar un laboratorio químico para evitar la falsificación de billetes y de papel moneda, así como de documentos propios de la institución, ya que a través de estas vías se han llevado a cabo grandes desfalcos en esa institución.

 

A su vez, Adrián Waldo Capetillo de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, indicó que para la detección de psicotrópicos y estupefacientes en polvos, se realizan pruebas de reacción de color, mediante las cuales se detectan los alcaloides. Para ello se lleva a cabo una espectrofotometría infrarroja o ultravioleta.

 

La primera identifica la “huella digital” de todas y cada una de las sustancias, mientras que la prueba con rayos ultravioleta es poco utilizada en el ámbito forense, ya que requiere de grandes cantidades de muestra y su dictaminación es complicada.

 

La química legal participa en las averiguaciones de muertes por intoxicación ocasionadas por artefactos como calentadores, estufas, vehículos automotores o cualquier otro equipo de combustión que produzca bióxido de carbono. Mientras que las variantes pueden ser el homicidio o accidente, esto último es la causa más común.

 

En caso de intoxicación, los químicos forenses identifican la formación de carbocihemoglobina, resultado de la inhalación de bióxido de carbono y cuya presencia en el organismo causa la muerte, apuntó el perito forense.

 

Otra de las ramas auxiliares de la química forense es la odontología forense, la cual permite determinar las lesiones en cavidad oral, elaborar dictámenes de edad y realizar las cartas dentales de identificación humanas.

 

La dactiloscopía auxilia en la identificación de cadáveres por medio de las muestras dactilares, mismas que se comparan con documentos aportados por el registro civil nacional y verifica la identidad, puntualizó Adrián Waldo Capetillo.

 

En el área de balística, la química legal realiza dictámenes periciales que incluyen un estudio de armas, proyectiles, perdigones, postas, pistones de potencia, esquirlas y fragmentos de proyectil; realiza revelado de números seriales; determina la trayectoria seguida por el proyectil en el espacio y en el blanco; materializa posibles posiciones en víctima y victimario en el momento de los hechos, con base en los elementos de prueba; identifica las distancias de disparo sobre el cadáver y las prendas de vestir portadas por la víctima, y determina orificios de entrada y salida en prendas y otro tipo de blancos.

 

“La prueba de Harrison se realiza para determinar si una persona efectúo o no disparos con un arma de fuego. De igual manera, con la prueba de Walker se identifica la distancia desde la cual se efectuó el disparo”, concluyó el especialista.

 

 

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