15:00 hrs. Abril 11 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0330

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

LA ASIGNACIÓN DEL PRESUPUESTO A CIENCIA Y TECNOLOGÍA DEBE SER UNA POLÍTICA DE ESTADO A LARGO PLAZO

 

·        Margarita Rosado, de la Federación de Colegios del Personal Académico de la UNAM, dijo que los recursos para el Conacyt deben incrementarse de forma gradual hasta llegar al 2% del PIB

·        El investigador del CESU, Axel Didriksson, opinó que la iniciativa del Ejecutivo concentra y centraliza de manera "muy drástica" las tareas y funciones del desarrollo científico y tecnológico de México

 

Es necesario crear un nuevo contrato entre la ciencia y la sociedad, en el cual el presupuesto se asigne a largo plazo en esos rubros, y se maneje como una política del Estado mexicano, mediante la cual se brinde el apoyo decidido a las actividades científicas y tecnológicas, aseguró Margarita Rosado, de la Federación de Colegios del Personal Académico de la UNAM.

 

La investigadora del Instituto de Astronomía (IA) participó en un foro de discusión organizado por dicha Federación, acerca del Proyecto de Modificación a la Ley de Ciencia y Tecnología enviado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados el 4 de diciembre pasado, mediante el cual cambia la legislación correspondiente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y se introduce una nueva, referida al fomento de la investigación científica y tecnológica.

 

En el Auditorio Paris Pishmish el IA, dijo que el Conacyt debe contar con un presupuesto definido "en un pacto nacional", que se incremente gradualmente hasta llegar a la meta del 2% del Producto Interno Bruto (PIB).

 

Dichos recursos, añadió, deben estar comprometidos por el Estado, de forma independiente al gobierno en turno, de manera tal que no sea necesario aprobarlos cada año.

 

Asimismo, señaló, dentro del presupuesto se debe considerar una proporción definida para apoyar a la ciencia básica, la cual no puede ser menor al 0.4% del PIB.

 

La científica mencionó que el Conacyt debe tener como funciones primordiales fomentar, apoyar y realizar todas las investigaciones científicas que representen un interés en el avance de la ciencia, así como para el progreso económico, social y cultural del país.

 

Asimismo, debe evaluar la investigación científica y a los investigadores con base en una calificación entre pares, donde éstos sean representantes electos por los científicos de las diferentes áreas del saber.

 

También debe fomentar la formación de nuevos científicos y tecnólogos, participar en programas educativos en todos los niveles y, en particular, apoyar la investigación científica realizada en las universidades públicas, entre otras tareas.

 

Empero, añadió, no puede ser un objetivo del Consejo el desarrollo industrial de México porque sería enfrentarlo a "una meta de tal magnitud que en gobiernos pasados ha requerido la creación de una secretaría de Estado, rango que no tiene el Conacyt".

 

Ese organismo, aseveró, debe cambiar su organización de forma que incorpore a una proporción mayoritaria de científicos y tecnólogos dentro de su estructura operativa, así como dentro de los comités de evaluación, para garantizar que la ciencia y la tecnología que se desarrollan en el país sean de alto nivel y que generen conocimiento nuevo.

 

Opinó que el discurso manejado por el Ejecutivo en la materia es, "en el mejor de los casos, contradictorio. Si piensa que ambos son el motor de desarrollo del país, entonces no se entiende por qué no se mencionó a la ciencia en la cumbre de Monterrey".

 

Por su parte, Axel Didriksson, presidente de esa Federación e investigador del Centro de Estudios sobre la Universidad recordó que mediante la iniciativa del Ejecutivo enviada a los diputados, el Conacyt, que hasta ahora forma parte de la Secretaría de Educación Pública, se constituye en un organismo descentralizado independiente.

 

Dicho órgano estaría determinado por un Consejo General de Fomento al Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología, integrado, a su vez, por el presidente de la República, nueve secretarios de Estado y un secretario ejecutivo (en este caso, el propio director del Conacyt).

 

Por ello, opinó, la iniciativa concentra y centraliza de manera "muy drástica" las tareas y funciones del desarrollo científico y tecnológico de México. Dicho Consejo General definiría las políticas, planes y programas del gobierno en la materia, además de determinar el presupuesto anual.

 

Pero además, el foro consultivo donde participan las representaciones de diversas comunidades académicas, también presidida por el Conacyt, no contaría con los mecanismos idóneos efectivos para que los científicos tengan un nivel de participación mayor. De ahí la necesidad de promover que los científicos tomen parte en las decisiones políticas en esa materia.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

Margarita Rosado, de la Federación de Colegios del Personal Académico de la UNAM, mencionó que el Conacyt debe contar con un presupuesto definido y de forma independiente al gobierno en turno, de manera tal que no sea necesario aprobarlo cada año. La acompaña Axel Didriksson.

 

 

FOTO 2

 

El proyecto de modificación a la Ley de Ciencia y Tecnología enviado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados concentra y centraliza de manera "muy drástica" las tareas y funciones del desarrollo de México en esos ámbitos, afirmó Axel Didriksson, académico de la UNAM.