06:00 hrs. Abril 11 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0328

Ciudad Universitaria

 

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20 BILLONES DE DÓLARES COSTARÍA DESTRUIR LAS ARMAS QUÍMICAS DE EU Y RUSIA

 

·        Alrededor de un millón 300 mil toneladas de ese tipo de armamento suman los dos países, informó José Luis González Chávez, de la Facultad de Química

·        Poco se han utilizado en el combate, pero graves son los daños a la ecología

·        Según un tratado de la ONU, los países que las poseen están obligados a destruirlas y no producir más

 

Estados Unidos y Rusia son los países con mayor cantidad de armamento químico con volúmenes de entre 300 mil y 500 mil toneladas, y un millón de toneladas, respectivamente, por lo que para su destrucción se necesitarían aproximadamente 20 billones de dólares, señaló el químico universitario José Luis González Chávez, en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).

 

El problema de Rusia, dijo, no estriba en la eliminación propia de los materiales, sino en que por cada kilogramo de tóxicos existen diez del contenedor, y el país europeo no cuenta con los recursos económicos suficientes para eliminarlos, a pesar de estar obligado de acuerdo al tratado: Convención Sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el  Empleo de Armas Químicas y su Destrucción, acordado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Durante su conferencia: El impacto de los tratados sobre el control de armas químicas, el académico de la Facultad de Química de la UNAM apuntó que a través de la historia se ha comprobado la ineficiencia en el uso de las armas químicas durante combates; por ejemplo, en la Primera Guerra Mundial por cada cien muertes registradas, sólo el siete por ciento fue a causa de los químicos, el 25.4 por ciento por heridas de proyectiles y el resto por diversas causas.

 

Sin embargo, éstas sí han afectado de manera importante al medio ambiente, como en el caso de la guerra de Vietnam, pues después de tres décadas algunos campos apenas comienzan a ser productivos, aclaró.

 

José Luis González señaló que la producción de armas químicas no es  propia de países pobres, sino que obedece a toda una serie de intereses ocultos por parte de las naciones económicamente superiores, entre cuyos beneficios están las ganancias generadas por la venta de equipos de protección y detección de sustancias que ellos mismos fabrican.

 

Además, para producir este tipo de armamento se requieren grandes cantidades de dinero, investigación y tecnología que sólo tienen las naciones desarrolladas.

 

Aunque han habido avances en el control y destrucción de arsenales químicos, Estados Unidos ha reclamado en varias ocasiones por las revisiones hechas por la ONU a su armamento, bajo el argumento de que se vulnera su derecho al manejo de información confidencial.

 

Los países firmantes del tratado están obligados a no desarrollar, producir, adquirir, almacenar o retener armas químicas, a destruirlas, lo mismo que sus lugares de producción.

 

Se establece, de igual manera, el intercambio de información entre las naciones firmantes para la elaboración de equipos de protección, cuyo mercado es peleado entre los países desarrollados, añadió


 

El también miembro de la Comisión de Confidencialidad para el Control de Armas Químicas de la ONU, reconoció que no se ha contemplado alguna reglamentación sobre los desechos derivados de la destrucción de las armas químicas, por tanto, se desconoce su posterior uso o posible comercialización.

 

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PÍE DE FOTO

 

Estados Unidos y Rusia son los países con mayor cantidad de armas químicas, cuyo costo de destrucción se estima en 20 billones de dólares, destacó José Luis González Chávez, de la UNAM.