06:00 hrs. Marzo 31 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0294

Ciudad Universitaria

 

 

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EL CENTRO HISTÓRICO CAPITALINO NO SE PRIVATIZARÁ

 

·        Guillermo Boils Morales, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), asegura que el rescate de la zona mejorará la calidad de vida de vecinos y visitantes

·        Es el Centro Histórico más grande de América: en 400 hectáreas se asientan decenas de edificios con un alto valor histórico o arquitectónico

 

La restauración del Centro Histórico de la ciudad de México no significa que la zona se vaya a privatizar, la inversión en su rescate revitalizará inmuebles, muchos de ellos para fines habitacionales, aseguró Guillermo Boils Morales, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

Sin embargo, advirtió, al participar en el programa capitales privados, es necesario se cumplan escrupulosamente las normas de conservación del patrimonio histórico y arquitectónico de México, para evitar que los propietarios, nacionales o extranjeros, limiten el acceso a visitantes, cambien el uso de suelo o destruyan o sustraigan obras de arte ubicadas en el interior de los inmuebles.

 

Destacó que, en términos legales, la alteración o modificación de los edificios no es sencilla, ya que están catalogados y cualquier modificación extraordinaria en su interior o exterior, debe ser aprobada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia o por el Instituto Nacional de Bellas Artes, según sea el caso.

El especialista en estudios de centros históricos, comentó que el de la Ciudad de México es el más grande de América, con una superficie de 400 hectáreas aproximadamente, donde se asientan 70 iglesias y decenas de inmuebles que forman parte del patrimonio histórico y arquitectónico del país.

 

La conservación de una zona de esta magnitud, representa un alto costo de mantenimiento, razón por la que el gobierno local, al no contar con recursos económicos suficientes, tuvo que invitar a la iniciativa privada para el rescate de la zona, lo cual, apuntó, implica riesgos y ventajas.

 

Explicó que uno de los peligros de la participación privada sería que algunos predios ya catalogados pasaran a ser propiedad de empresas internacionales, pues “dentro del proceso de globalización se desnacionaliza la propiedad de los inmuebles, y éste puede ser a futuro un riesgo para el patrimonio del país”.

 

Dentro de las ventajas está que los inmuebles serán revitalizados y eventualmente utilizados para fines habitacionales.

 

Evidentemente, dijo el académico, la prioridad para los inversionistas es la obtención de ganancias y no el  beneficio de la comunidad. Sin embargo, consideró que sí habrá un beneficio social, pues al mejorar las condiciones de edificios y plazas se dará mejor calidad de vida tanto a sus habitantes como a los visitantes.

 

Fomentar el repoblamiento de la zona, apuntó Boils Morales, es un objetivo importante para este proyecto, pues de acuerdo con datos del INEGI, en 1990 la delegación Cuauhtémoc tenía 595 mil 960 habitantes y diez años más tarde su población descendió a 516 mil 256, es decir, 80 mil personas (13.4 por ciento), salieron de la demarcación donde se localiza la zona en cuestión.

 

Explicó que las razones principales de estos desplazamientos fueron la delincuencia y el cambio de uso de suelo, al utilizarse espacios que antes eran habitacionales como almacenes y talleres. Actividades que incluso ponen en riesgo los edificios, al obligarlos a soportar cargas para las que no fueron diseñados.


 

En ocasiones, agregó, se derrumban muros y se utilizan nuevos materiales con más peso, como las viguetas de concreto”.

 

Otros problemas que enfrenta el Centro Histórico para su rescate y la reactivación de las actividades turísticas en su perímetro, son la delincuencia y el ambulantaje, de ahí la necesidad de mejorar la seguridad y repoblarlo.

 

Reconoció que erradicar el ambulantaje será muy difícil mientras aumenta el desempleo por la concentración de la riqueza en un reducido sector de la población.

 

Asimismo, el investigador lamentó que los recursos invertidos en el proyecto de rescate del Centro Histórico se canalicen en su gran mayoría a las zonas ubicadas al poniente y al sur del Zócalo, pero no al norte o noreste, donde también se localizan importantes edificios históricos que han sido olvidados tanto por el gobierno federal como el local. Quizá para algunos resulte riesgoso invertir en la colonia Morelos, agregó.

 

Boils Morales destacó el papel que juega la UNAM en el proceso de conservación y mantenimiento del Centro Histórico, a través de la casi media docena de inmuebles de gran valor que forman parte del  patrimonio universitario.

 

Finalmente, el investigador resumió que el problema de los edificios históricos en nuestro país radica en la ignorancia, pues hay un desconocimiento del valor estético y simbólico, e impera el económico.

 

 

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Guillermo Boils Morales, investigador de la UNAM, explicó que los trabajos de restauración del Centro Histórico no deben calificarse como un proceso de privatización de la zona.