06:00 hrs. Marzo 31 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0293

Ciudad Universitaria

 

 

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SE FRUSTRA EL HOMBRE POR FALTA DE ACEPTACIÓN DE SUS COMPAÑEROS DE TRABAJO

 

·        La psicóloga Monserrat Gamboa dijo que ello se debe a factores como no trabajar en el lugar ni en el puesto deseados, baja remuneración y poca aceptación entre los jefes

·       Explicó que en México la frustración en el trabajo se debe, sobre todo, a la transición que vive el país

 

Factores como no laborar en el lugar ni en el puesto deseado, la baja remuneración y la poca aceptación entre jefes, colaboradores y compañeros de empleo genera altos índices de frustración, y ha propiciado la disminución de entre el 60 y 70% de la capacidad y el rendimiento del hombre en el trabajo.

 

La psicóloga Monserrat Gamboa Méndez, jefa del Departamento de Vinculación de la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia (CUAED), señaló que es difícil hablar de la frustración en el trabajo de manera aislada.

 

En el caso de México, ha aumentado el porcentaje de insatisfacción laboral, debido a la transición social que se vive en el país, para la cual aún no estamos bien preparados, pues algunos cambios se han dado de manera vertiginosa.

 

Por ello, dijo, es importante reconocer que somos responsables de la forma como nos sentimos tanto en lo personal como en lo laboral.


Aseguró que en caso extremo, un alto grado de frustración puede provocar la desaparición de una organización, empresa o institución, o al menos un alto nivel de rotación del personal, con el consiguiente deterioro y quizá hasta pérdida de empleos.

 

Gamboa Méndez reconoció que falta mayor sensibilidad en los directivos, empresarios o responsables de organizaciones, para entender que el desarrollo humano es muy importante entre su personal.

 

Para promover una motivación interna es indispensable fomentar el sentido de autorresponsabilidad, la capacitación técnica, promover cursos de desarrollo humano, mantener efectivos sistemas de comunicación y desarrollar la autoestima laboral.

 

Agregó que la motivación en el empleo influye de manera primordial en el rendimiento. No hay que olvidar que en los espacios de trabajo se pasa la mayor parte del tiempo.

 

Desde el ámbito de la psicología, la motivación es el proceso que energetiza y dirige la conducta. Esta energía se obtiene por medio de la motivación interna y externa. La interna surge desde nosotros, cuando se tienen bien identificados los objetivos a alcanzar, las metas en el ámbito laboral y en la vida personal.

 

En tanto, la externa, también conocida como incentivos o agentes motivadores, puede ser un premio por realizar un trabajo de forma adecuada. Este tipo de motivación puede ser más palpable y objetivo, aunque en el ámbito laboral es importante tener ambas.

 

En cuanto a la frustración en el trabajo, Monserrat Gamboa comentó que ésta no permite sentirnos a gusto y puede disminuir el rendimiento, además de afectar las relaciones interpersonales y la colaboración en equipo.

 

Esta se presenta cuando el ambiente de trabajo es hostil, en donde los jefes, colaboradores o los mismos compañeros de trabajo no escuchan; así como sentir que lo hecho por un empleado no vale, y que ello no le invita a superarse y mejorar, sino todo lo contrario. Ello podría llevarlo a un aislamiento y, por consiguiente, generar una problemática laboral.

 

La catedrática universitaria sostuvo que la frustración del jefe también influye en el desempeño laboral.  Si el responsable de un proyecto presenta alto nivel de frustración, por lo general mandará mensajes negativos o será una persona poco positiva, desganada para realizar su labor, lo que puede tener un efecto en cadena, y en lugar de fomentar una actitud positiva, provocará lo contrario.

 

Añadió que para que una empresa o institución funcione de manera adecuada es necesario tener un jefe que escuche, lo cual generará un ambiente de confianza, respeto y credibilidad. También debe ser congruente, no decir una cosa y hacer otra; y que fomente la comunicación con sus colaboradores.

 

Lo más común en las empresas o instituciones es que siempre está más presente la atención en los fracasos o en aquello que no sale bien, pero pocas veces se analiza la importancia de resaltar lo bien hecho, reconocer los aciertos de una persona, concluyó.

 

 

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La psicóloga universitaria Monserrat Gamboa, señaló que un alto grado de frustración en las personas puede provocar la desaparición de una organización, empresa o institución.