Boletín UNAM-DGCS-0268
Ciudad Universitaria
Pie
de foto al final del boletín
EL AMARANTO,
ALTERNATIVA ALIMENTARIA
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Tiene un amplio contenido nutricional: es rico en calcio, fósforo y
magnesio, que ayudan al sistema nervioso central
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Gumercindo de la Cruz, de la FES Iztacala, sostuvo que el grano ha
despertado interés como un alimento muy nutritivo y de gran potencial de
explotación
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La India se ha convertido en un importante productor
Investigadores de la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Iztacala trabajan en el estudio del amaranto como alternativa
alimentaria, ante la baja producción mundial de alimentos, el incremento de la
población, los cambios en los patrones culturales y la reducción de la
diversidad de vegetales para el consumo humano.
Gumercindo de la Cruz Guzmán, académico de esa
unidad multidisciplinaria, aseguró que el amaranto ha captado el interés de
grupos que estudian cultivos con un gran potencial de explotación.
Esta semilla tiene gran importancia alimentaria
por su composición nutricional: es rico en calcio, fósforo y magnesio, y
conserva el equilibrio en el organismo, en especial del sistema nervioso
central. Además, la riqueza de nutrientes de las hojas supera en mucho la
cantidad de hierro contenido en las espinacas, acelgas y verdolagas. Además, algunas
especies pueden cultivarse en regiones con escasa agua.
El amaranto o huahutli, explicó, se cultivaba
en América desde hace unos siete mil años. En la época prehispánica fue
considerado como una planta mística, pues era mezclada con miel o sangre humana
y consumida durante las ceremonias de ofrendas humanas.
A la llegada de los españoles se prohibió el
cultivo y quedó en el olvido por mucho tiempo. Sin embargo, en los últimos años
se ha rescatado.
Una planta de amaranto tiene un rendimiento
promedio de entre uno y dos kilogramos de semilla, mientras que por hectárea es
de unos 800 a mil kilogramos.
De la Cruz Guzmán mencionó que se siembra poco
amaranto porque es un producto por el cual se paga poco, a diferencia del maíz,
calabaza, frijol y otros.
Como ventaja, el académico señaló que la planta
no requiere muchos cuidados. Sólo en la fase de plántula son necesarias ciertas
atenciones, la germinación es muy abundante y la densidad de plantas alta.
Además de consumirse como dulce de alegría,
atole, galletas y pasteles, el potencial del amaranto es amplio, se puede
consumir como verdura en la fase de plántula, como forraje para ganado, y su
flor puede ser de ornato.
Indicó que se puede incrementar la producción
de semilla de amaranto en el centro del país, aunque es difícil que se pueda
extender a toda la República Mexicana, pues habría que informar y convencer de
las propiedades y ventajas del producto.
Luego de nueve años de estudio de la semilla,
puede afirmar que es superior su calidad de proteínas y aminoácidos con
relación a otros cereales como el maíz; sobre todo en el contenido de lisina,
aminoácido esencial para el hombre.
Actualmente el cultivo de este cereal se
restringe al centro del país: Distrito Federal, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Estado
de México, y algunas otras regiones. En el DF se cultiva en Milpa Alta,
Xochimilco y Tláhuac. Es una planta herbácea de entre 80 centímetros y un metro
50. El grano se consume como cereal y las hojas como hortaliza.
La principal especie que se cultiva en el país
es la amarantus hypocondriacus, la cual tiene tres tipos: mercado, nepal y
azteca. Aunque existen otras como la caudatus y la cruentus, con las cuales se
hacen los dulces de alegría.
En décadas recientes el cultivo del amaranto se
ha difundido de manera exponencial en varios países. India es una de las
naciones que ha adoptado el amaranto de forma más decidida y hoy es uno de los
principales productores.
El nuevo valor que ha adquirido en
el mundo también despertó el interés de agrónomos e investigadores mexicanos.
En los años 80 el impulso a la producción del grano elevó la superficie
sembrada de 500 hectáreas en 1983, a mil 500 en 1986.
Con la aplicación de procesos modernos de
tecnología se busca utilizar la planta
como fuente de materias primas, tales como proteínas, carbohidratos y fibras
que sirvan como base para la elaboración de nuevos alimentos.
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Foto 1
Gumercindo de la
Cruz, de la FES Iztacala, estudia el amaranto como alternativa alimentaria, ya
que es una especie que tiene éxito en las zonas donde hay escasez de agua.
Foto 2
El
amaranto, que se cultiva en América desde hace siete mil años, con la llegada
de los españoles fue prohibido su cultivo al asociársele con ritos y
sacrificios humanos.