Boletín UNAM-DGCS-0222
Ciudad Universitaria
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final del boletín
MÉXICO, PAÍS MAQUILADOR POR FALTA DE DESARROLLO TECNOLÓGICO
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Raúl Herrera Becerra, de la Coordinación de
la Investigación Científica de la UNAM, demandó el apoyo del gobierno en este campo
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Para ciencia y tecnología México
destina el .4% del PIB, cuando se requiere al menos el 1%: Margarita Noguera
Farfán, del Conacyt
Si
no creamos tecnología la globalización “nos va a comer y nos volveremos un país
maquilador, aseveró Raúl Herrera Becerra, de la Coordinación de la
Investigación Científica (CIC) de la UNAM.
En
el proceso de globalización, la diferencia entre países desarrollados y en vías
de serlo es su capacidad de crear tecnología. Las universidades, generadoras
del conocimiento pueden ser centros donde ésta se origine. Para ello, es
necesario el apoyo, de las instituciones y del gobierno.
El secretario de Investigación y Desarrollo de la CIC dijo que
especialistas deben participar en la toma de decisiones sobre la ciencia y la tecnología, y no sólo un comité formado por el
presidente de la República, el director del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt) y algunos secretarios.
Según el Programa
Especial de Ciencia y Tecnología (PECyT) 2001-2006, se espera incrementar el
número de investigadores mexicanos a 80 mil. Pero de lograrse la meta cabe
preguntarse dónde trabajarán. Por eso “necesitamos crear centros de
investigación y plazas en las universidades, así como garantizar la movilidad entre
instituciones”.
Al participar en la
videoconferencia Ciencia y tecnología en
la globalización, organizada por la Facultad de Economía, Herrera Becerra
mencionó que es indispensable crear conciencia dentro de las instituciones, de
que desarrollar tecnología es tan digno como hacer ciencia o formar recursos
humanos.
Refirió que México
tiene una ciencia pequeña; por ejemplo, el Sistema Nacional de Investigadores,
que inició con tres mil miembros en 1984, hoy tiene ocho mil. A pesar de ser
pocos, la ciencia en el país es sólida y buena. Sin embargo, la tecnología ha
quedado al margen a escala nacional. Por eso, en la Universidad Nacional se
busca el desarrollo tecnológico que se requiere.
En la CIC, el año
pasado se modificaron los criterios de evaluación para incluir el trabajo
tecnológico como una labor de importancia. Es un primer paso, sin embargo, si
el Conacyt no cambia los suyos, “chocamos contra pared”, concluyó.
Margarita
Noguera Farfán, directora de Asuntos Internacionales y Becas del Conacyt explicó
que para determinar la competitividad de los países, uno de los aspectos a
evaluar es el desarrollo científico y tecnológico.
La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, a la cual pertenece
nuestro país, recomienda que por lo menos el 1% del PIB se invierta en esos
rubros; sin embargo México sólo alcanza el 0.4%.
De 100 millones de
mexicanos, la población económicamente activa es de 35%; de esos 35 millones,
el 40% tiene un empleo formal (14 millones de habitantes) de los cuales sólo
1.4 millones cuenta con educación superior, y de ellos el 1.8% son
investigadores, es decir, 25 mil.
El número de
investigadores por cada mil habitantes de la población económicamente activa es
de 0.7, mientras que en Estados Unidos es de 14, en España 4 y en Brasil uno.
Informó que en México
el 80% de la inversión en ciencia y tecnología la hace la academia y el
gobierno, y el sector productivo participa con el 20%; en el vecino país del
norte, la proporción es exactamente a la inversa.
En el 2001, el World
International Forum ubicó a México en términos globales de competitividad en el
lugar 36. En ese sentido, el PECyT plantea la posibilidad de avanzar al peldaño
34 en el 2006, y que para el 2025 se pudiera ubicar en los primeros 20 sitios.
Para lograrlo, en el
2006 tendría que invertirse el 1% del PIB en ciencia y tecnología, aumentar a
80 mil los investigadores y la participación del sector productivo a 40%. En
tanto, en el 2025 la cifra del PIB deberá ser de 2%, 150 mil investigadores y
65% la inversión del sector productivo.
Asimismo, mencionó que
dos mil 712 programas de posgrado están registrados en la Asociación Nacional
de Universidades e Instituciones de Educación Superior, de los cuales sólo 423
forman parte del padrón de excelencia del Conacyt.
Esos nuevos
paradigmas, planteados por el Consejo para la formación de recursos humanos en
el mundo globalizado, serán efectivos mediante instrumentos como los programas
de Becas (que hasta ahora son cinco mil nacionales y mil para el extranjero) y
para el Fortalecimiento del Posgrado Nacional.
Por
su parte, Antonio Camacho, director divisional de Promoción y Servicios de
Información Tecnológica del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial,
mencionó que de 1995 a 2001, la solicitud de patentes creció de cinco mil 393 a
13 mil 566.
El
número de solicitudes de patentes de nacionales respecto al total es de sólo el
5%. Es “una gran preocupación” que el 95% provengan del extranjero (60% de
Estados Unidos). Eso nos deja en los últimos lugares de encuestas de desarrollo
científico y tecnológico que toman en cuenta el número de patentes protegidas
por nacionales, precisó.
En
la videoconferencia participó también Prudenciano Moreno, de la coordinación de
Posgrados de la Universidad Pedagógica Nacional.
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Jorge Antonio Camacho, Margarita Noguera Farfán y Raúl
Herrera Becerra, antes de la videoconferencia Ciencia y tecnología en la
globalización, organizada por la Facultad de Economía.