Boletín UNAM-DGCS-0197
EL UNIVERSO SE
EXPANDE Y NO SE DESCARTA QUE HAYA VIDA EN OTRO PLANETA: JULIETA FIERRO GOSSMAN
El universo, cuya edad se
calcula en 14 mil millones de años, está en expansión, afirmó Julieta Fierro Gossman,
directora general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, quien indicó que las
galaxias en su conjunto se alejan unas de otras, y al medir su velocidad, se ha
descubierto su expansión.
Hasta ahora, dijo, se han
estudiado alrededor de cien mil millones de galaxias, empero no se puede saber
con exactitud cuántas existen. Cada una de las estudiadas tiene, a su vez, cien
mil millones de estrellas en promedio, y cada una de éstas podría contar con
planetas girando a su alrededor, y en alguno de ellos, pudiera haber vida.
Agregó que debido a la cantidad de
estrellas que contienen, las galaxias son sumamente brillantes y
espectaculares. Algunas de las más notables y más estudiadas son las espirales,
aunque “cada una tiene su personalidad; por ejemplo, unas tienen más polvo y
otras tienen brazos.
La también investigadora del
Instituto de Astronomía refirió que esos objetos celestes se estudian mediante
la luz que emiten. Cada fuente de luz produce un espectro (arcoiris)
ligeramente diferente; de ese modo, el de nuestro Sol es distinto al de una
lámpara o al de otras estrellas.
Los diferentes arcoiris son
producidos por los elementos químicos que forman los objetos; pero para que
éstos brillen tienen que estar a altas temperaturas. Entre más brillante es, su
temperatura es mayor.
Julieta Fierro apuntó que
mediante los arcoiris de las galaxias también se mide su rapidez. Por ejemplo,
si una de ellas se acerca a nosotros a alta velocidad (como la de la luz, igual
a 300 mil kilómetros por segundo), la veríamos azul; en cambio, si se aleja, se
observaría más roja.
Recordó que la luz de los objetos en el
cielo tarda cierto tiempo en llegar a la Tierra. Por ejemplo, la luz de Plutón
tarda tres horas en alcanzarnos y si en ese planeta se registrara la explosión
en un volcán, nos enteraríamos 180 minutos después.
En el caso de la luz de las
galaxias, puede tardar cientos de millones de años en llegar. Por eso no es
posible establecer cuántas de ellas existen en el cosmos, porque algunas están
tan lejanas que su luz no nos ha alcanzado, apenas va en camino, y no las
podemos ver.
Este proceso, aseguró la
catedrática de la Facultad de Ciencias, es muy importante en astronomía, porque
permite conocer la historia del universo y la de nosotros mismos.
El hecho de que el universo se
expanda para siempre depende de su velocidad. La que se estima es tan alta que,
aparentemente, el cosmos se va a extender sin fin y no se va a volver a
contraer, como alguna vez llegó a pensarse.
Al igual que las estrellas,
las galaxias, ya sean elípticas, espirales (como la Vía Láctea) e irregulares,
evolucionan. Por ejemplo, la nuestra es “caníbal” y captura a otras que se
hallan cercanas; de ese modo crece. Sin embargo, este proceso no es violento;
entre ellas están tan lejanas que no chocan, sólo se une el gas que las forma.
Además de la luz que vemos,
añadió, hay mucha materia que no podemos observar, pero que es descubierta por
la atracción gravitacional. De hecho, se conoce que más del 90 por ciento del
universo es materia oscura, porque no emite ni produce luz. En este sentido,
“las galaxias son lo mínimo del cosmos que vemos”.
Fierro Gossman mencionó que
está en boga la idea de que existen universos paralelos. “Antes, nos preocupaba
si el cosmos se expande o que pasó en el origen de todo; lo de moda es la
propuesta de que no sólo existe el nuestro, sino que hay otros universos
paralelos, desconectados, unos dentro de otros”.
La cosmología se cuestiona
si antes del que conocemos, existieron
otros universos, y si después habrá más de forma continua. “Pero las modas
terminan”, concluyó.
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PIES FOTO
La directora
general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, Julieta Fierro, dijo que en
cada una de las cien millones de galaxias estudiadas hasta el momento podría
haber planetas girando a su alrededor, y en alguno de ellos pudiera existir
vida.
Se calcula que el
universo tiene una edad de 14 mil millones de años, aseguró la divulgadora de
la ciencia de la UNAM, Julieta Fierro