06:00 hrs. Marzo 5 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0196

Ciudad Universitaria 

 

 

Pies de fotos al final del boletín

RECHAZO A LA CLONACIÓN HUMANA CON FINES REPRODUCTIVOS

 

·        Afecta y viola la esencia misma de la dignidad humana y lo que la persona es y debe ser

·        La regulación es todavía hoy una asignatura pendiente: Héctor Gros Espiell, embajador de Uruguay ante la UNESCO

·        La ciencia es un elemento dominante en nuestras vidas: Olga Hansberg, coordinadora de Humanidades en la UNAM

 

La clonación humana con fines reproductivos es éticamente inadmisible; afecta y viola la esencia misma de la dignidad humana y lo que las personas son y deben ser, afirmó el embajador de Uruguay ante la UNESCO, Héctor Gros Espiell.

 

“Desde el punto de vista del Derecho –señaló– está prohibida y condenada: ante el Derecho Internacional, en virtud de la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos de la UNESCO de 1997, y de otros textos emanados de organismos especializados de la Organización de las Naciones Unidas, como la Organización Mundial de la Salud”.

 

También, está sancionada por múltiples normas internas de cada país, algunas de carácter constitucional, como la que se encuentra en la nueva Constitución de Suiza, por ejemplo.

 

Sin embargo, admitió, la prohibición precisa de la clonación humana con fines reproductivos y de su consideración penal es una asignatura pendiente, aunque hay que señalar que algunos códigos penales, como el de España, prevén y tipifican un delito relativo a las manipulaciones genéticas.

 

En el Seminario Regional de Bioética, organizado por la Coordinación de Humanidades de la UNAM y la representación de la UNESCO en México, comentó que hay otros temas no resueltos o apenas esbozados en la Declaración de 1997 que requerirán posteriores desarrollos normativos internacionales, los cuales podrán mantener el carácter declarativo o adoptar fórmulas convencionales, de carácter universal o regional. Esta última posibilidad es difícil y compleja en términos políticos, pero no debe descartarse conceptualmente a priori.

 

Sin duda, indicó, uno de los más importantes es el de la patentabilidad de las aplicaciones tecnológicas respecto del genoma en sus aspectos terapéuticos y medicinales, pues las diferencias de criterios entre algunos juristas, filósofos y ciertos burócratas e integrantes de los consorcios farmacéuticos y la confrontación económica y política entre países desarrollados y países en desarrollo, son hondas y profundas, aseguró.

 

Uno más es la clonación humana con fines no reproductivos, es decir, para la creación de tejidos y, eventualmente, en un mañana que ya es posible avizorar, para crear órganos humanos. “La cuestión de la eventual utilización de células embrionarias incide en el debate, aportando efectos filosóficos y temas vinculados al origen de la vida y al inicio del ser que hacen mucho más difícil la respuesta”.

 

Al dictar la conferencia Más allá de la Declaración de la UNESCO sobre el genoma humano y los derechos de la persona humana, sesión moderada por Alya Saada, de la representación de ese organismo en México, agregó que la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos no debe ser sustituida o reemplazada, ni a corto ni a mediano plazos, por otro texto de igual naturaleza.

 

Ésta, apuntó, podrá ser completada y actualizada, debido a las enseñanzas de la experiencia cumplida en su aplicación y a los adelantos vertiginosos de la ciencia y la tecnología, pero sus principios deben permanecer inalterables. Representan hoy la conciencia ética y jurídica de la humanidad en la materia.

 

Por su parte, Olga Hansberg, coordinadora de Humanidades de la UNAM, al inaugurar el Seminario destacó que hoy ahora más que nunca la ciencia es un elemento dominante en nuestras vidas: nos ha traído reformas, en ocasiones espectaculares, que han influido en nuestra conducta cotidiana, calidad de vida, salud, y ha abierto posibilidades y riesgos antes insospechados.

 

En el auditorio José Gaos, del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, enfatizó que hechos como los descubrimientos en materia genómica, las nuevas tecnologías reproductivas, los avances en la informática, la aparición de nuevas pandemias, la devastación de la naturaleza, entre muchos otros, obligan a tomar decisiones que cotidianamente implican juicios éticos.

 

Pero formar juicios correctos, recalcó, no es tarea fácil, y para poder hacerlo es necesario pensar con rigor analítico tanto los problemas como sus consecuencias. Por ello, es imprescindible reflexionar con mayor claridad acerca de las implicaciones sociales que tienen la ciencia y la tecnología para encauzarlas de manera tal que produzcan mayores beneficios a la humanidad y que los riesgos que supone su aplicación puedan mantener dentro de los rangos aceptables.

 

La cuestión, sostuvo la funcionaria, es que “tenemos que tomar decisiones acerca de las medidas adecuadas en la relación con las políticas científicas, de salud pública y de asignación de recursos para prevenir los riesgos, hasta donde sea posible, y tener una idea más clara de las consecuencias previsibles para las futuras generaciones.

 

Además, explicó, lo anterior no sólo concierne a los especialistas; “idealmente toda la sociedad debería ser capaz de alcanzar un pensamiento bien informado y crítico acerca de las cuestiones que le atañen, de formarse una conciencia ética y social más clara sobre las ventajas y los problemas que generan la ciencia y la tecnología”.

“Cuando pensamos en problemas concretos como, por ejemplo, la nueva medicina genómica, las nuevas tecnologías reproductivas, los organismos genéticamente modificados, los transplantes de órganos, nos damos cuenta del enorme impacto que tiene sobre los valores humanos”, manifestó Olga Hansberg.

 

Es, pues, imprescindible pensar en la educación de la sociedad, en la formación de especialistas en bioética, en las maneras adecuadas de establecer políticas públicas, en la ética de la investigación biomédica y en los problemas que surgen de la propiedad intelectual al respecto.

 

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FOTO 1

 

La clonación humana con fines reproductivos es éticamente inadmisible; afecta y viola la esencia misma de la dignidad humana, afirmó el embajador de Uruguay ante la UNESCO, Héctor Gros Espiell, en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM

 

FOTO 2

 

Olga Hansberg, coordinadora de Humanidades de la UNAM, inauguró el Seminario Regional de Bioética, que inició hoy en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de esta casa de estudios