14:30 hrs. Febrero 28 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0185

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos el final del boletín

 

DESARROLLA LA UNAM NUEVA TECNOLOGÍA PARA CONTROLAR EL CONTAMINANTE AMBIENTAL CROMO 6

 

·        Este oxidante puede provocar desde irritación de garganta y nariz, hasta cáncer

·        Investigadores del Instituto de Geografía y de la Facultad de Química pidieron apoyo a las instituciones bancarias y al gobierno federal para avanzar en las investigaciones

 

La Universidad Nacional creó un desarrollo tecnológico –único en el mundo–, capaz de reducir, reciclar, reusar o restaurar a la naturaleza el cromo 6, contaminante ambiental que, por sus efectos oxidantes, puede causar daños a la salud desde irritación de garganta hasta cáncer, según el grado de exposición.

 

Los investigadores del Instituto de Geografía (IG), Margarita Gutiérrez y Gerardo Martínez, y de la Facultad de Química (FQ), Silvia Castillo, advirtieron que el problema de cromatos en México tiene más de 30 años sin resolverse, por lo que resulta fundamental el trabajo universitario realizado, el cual además tiene un precio económico.

 

En conferencia de prensa, efectuada en los Consejos Académicos de Área (CAAS), precisaron que debido a que comúnmente los residuos de cromato son enterrados, o las fábricas generadoras los mantienen en sus suelos, los países desarrollados los envían a otras naciones para que no afecten su territorio.

En México, sólo existen dos zonas con confinamientos de este metal: Tultitlán, en el estado de México, con 75 mil toneladas que no llegan a un tres por ciento de cromo -a diferencia del cromo 6 que es el peligroso por ser soluble y oxidante–, es decir, se trata de cromita porque era tan malo su proceso, que no lograba transformarse, y San Francisco del Rincón, en León, Guanajuato, donde el problema es más de percepción que de realidad.

 

En esta última entidad, la empresa que lo genera es la que invierte en la investigación para controlar el contaminante.

 

A pesar de que sólo en estos dos perímetros se encuentra el elemento químico -en el país no se produce mineral cromita-,  es necesario limpiarlos para evitar riesgos. Al ser oxidante y por su volatilidad, reiteraron, puede causar problemas en la garganta e, incluso, cuando hay una larga exposición, destruir el tabique nasal y hasta  provocar cáncer.

 

El desarrollo tecnológico consiste en convertir al cromo 6 en el mismo elemento, pero en formas insolubles de cromo 3, que no tiene peligrosidad y químicamente significa darles electrones, es decir, al  cromo 6 se le dan electrones por medio de un residuo que tenga carbón CO2, materia orgánica que puede disminuirlo. Para ello, primero se debe estudiar el residuo.

 

A este compuesto se le mezcla una reducida cantidad de PH, que es acidez, porque de lo contrario nunca se dosificará el cromato.

 

Aunque la fórmula química es sencilla, lo difícil fue conocer los dos residuos a fondo, o sea, tenerlos caracterizados, y utilizarlos con una pequeña cantidad de agua. Se logró disminuir a una tonelada los residuos por el equivalente de una tonelada de agua.

 

Además, agregó, el residuo siempre va a tener una composición diferente, por lo que debe haber seguridad de que el proceso está controlado con la dosificación correcta y la exacta temperatura.

 

Un factor que permite la permanente identificación del cromo es su color, a diferencia de otros contaminantes que no son visibles ni tienen olor.

 

Margarita Gutiérrez resaltó que el problema principal para poner en funcionamiento este desarrollo es la falta de estructura. Se necesitan fondos bancarios, instituciones que deben tomar conciencia de la necesidad de invertir en cuestiones ambientales.

 

Y remató sobre la necesidad de utilizar este sistema a fin de que la gente tenga confianza y cualquier investigador pueda analizarlo y compruebe que no pasa nada.

 

 

 

 

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PIES DE FOTOS

 

FOTO 1

 

Margarita Gutiérrez, investigadora del Instituto de Geografía, informó que en la UNAM desarrollaron una tecnología para controlar al metal cromo 6, el cual es un contaminante ambiental.

 

 

FOTO 2

 

Silvia Castillo, investigadora de la Facultad de Química, y Gerardo Martínez, académico del Instituto de Geografía, señalaron que el cromo 6 es un oxidante que puede causar daños a la salud.