Boletín UNAM-DGCS-0185
Ciudad Universitaria
Pies de fotos el
final del boletín
DESARROLLA LA
UNAM NUEVA TECNOLOGÍA PARA CONTROLAR EL CONTAMINANTE AMBIENTAL CROMO 6
·
Este oxidante puede provocar desde irritación de garganta y nariz, hasta
cáncer
·
Investigadores del Instituto de Geografía y de la Facultad de Química
pidieron apoyo a las instituciones bancarias y al gobierno federal para avanzar
en las investigaciones
La Universidad Nacional creó un desarrollo
tecnológico –único en el mundo–, capaz de reducir, reciclar, reusar o restaurar
a la naturaleza el cromo 6, contaminante ambiental que, por sus efectos
oxidantes, puede causar daños a la salud desde irritación de garganta hasta
cáncer, según el grado de exposición.
Los investigadores del Instituto de Geografía
(IG), Margarita Gutiérrez y Gerardo Martínez, y de la Facultad de Química (FQ),
Silvia Castillo, advirtieron que el problema de cromatos en México tiene más de
30 años sin resolverse, por lo que resulta fundamental el trabajo universitario
realizado, el cual además tiene un precio económico.
En conferencia de prensa, efectuada en los
Consejos Académicos de Área (CAAS), precisaron que debido a que comúnmente los
residuos de cromato son enterrados, o las fábricas generadoras los mantienen en
sus suelos, los países desarrollados los envían a otras naciones para que no
afecten su territorio.
En México, sólo existen dos zonas con
confinamientos de este metal: Tultitlán, en el estado de México, con 75 mil
toneladas que no llegan a un tres por ciento de cromo -a diferencia del cromo 6
que es el peligroso por ser soluble y oxidante–, es decir, se trata de cromita
porque era tan malo su proceso, que no lograba transformarse, y San Francisco
del Rincón, en León, Guanajuato, donde el problema es más de percepción que de
realidad.
En esta última entidad, la empresa que lo
genera es la que invierte en la investigación para controlar el contaminante.
A pesar de que sólo en estos dos perímetros se
encuentra el elemento químico -en el país no se produce mineral cromita-, es necesario limpiarlos para evitar riesgos.
Al ser oxidante y por su volatilidad, reiteraron, puede causar problemas en la
garganta e, incluso, cuando hay una larga exposición, destruir el tabique nasal
y hasta provocar cáncer.
El desarrollo tecnológico consiste en convertir
al cromo 6 en el mismo elemento, pero en formas insolubles de cromo 3, que no
tiene peligrosidad y químicamente significa darles electrones, es decir, al cromo 6 se le dan electrones por medio de un
residuo que tenga carbón CO2, materia orgánica que puede disminuirlo. Para
ello, primero se debe estudiar el residuo.
A este compuesto se le mezcla una reducida
cantidad de PH, que es acidez, porque de lo contrario nunca se dosificará el
cromato.
Aunque la fórmula química es sencilla, lo
difícil fue conocer los dos residuos a fondo, o sea, tenerlos caracterizados, y
utilizarlos con una pequeña cantidad de agua. Se logró disminuir a una tonelada
los residuos por el equivalente de una tonelada de agua.
Además, agregó, el residuo siempre va a tener
una composición diferente, por lo que debe haber seguridad de que el proceso
está controlado con la dosificación correcta y la exacta temperatura.
Un factor que permite la permanente
identificación del cromo es su color, a diferencia de otros contaminantes que
no son visibles ni tienen olor.
Margarita Gutiérrez resaltó que el problema
principal para poner en funcionamiento este desarrollo es la falta de
estructura. Se necesitan fondos bancarios, instituciones que deben tomar
conciencia de la necesidad de invertir en cuestiones ambientales.
Y remató sobre la necesidad de utilizar este
sistema a fin de que la gente tenga confianza y cualquier investigador pueda
analizarlo y compruebe que no pasa nada.
-oOo-
PIES DE FOTOS
FOTO 1
Margarita
Gutiérrez, investigadora del Instituto de Geografía, informó que en la UNAM
desarrollaron una tecnología para controlar al metal cromo 6, el cual es un
contaminante ambiental.
FOTO 2
Silvia Castillo,
investigadora de la Facultad de Química, y Gerardo Martínez, académico del
Instituto de Geografía, señalaron que el cromo 6 es un oxidante que puede
causar daños a la salud.