6:00  hrs. Febrero 23 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0165

Ciudad Universitaria

 

 

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A PESAR DE TODO, EL ABORTO SE  PRACTICA EN MÉXICO: JULIA CHÁVEZ

 

·        La coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer de la ENTS dijo que esta problemática se trata de ocultar por razones sociales, religiosas y culturales

·        La despenalización del aborto en el caso de violación y cuando se pone en riesgo la vida de la madre, es un avance importante en materia penal, social y de salud pública, sostuvo

 

El aborto se practica en todos los niveles sociales a pesar de que está considerado como un delito, afirmó Julia Chávez Carapia, coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS)

 

En entrevista, la académica sostuvo que por razones sociales, religiosas y culturales se ha tratado de ocultar esta práctica, pero se lleva a cabo y no siempre en las mejores condiciones.

 

La mayoría de las veces, dijo, las complicaciones y las muertes ocasionadas por abortar se presentan en mujeres de escasos recursos económicos.

 

En este sentido, opinó, la despenalización en el caso de violación y cuando se pone en riesgo la vida de la madre, es un avance importante en materia penal, social y de salud pública.

 

Con la llamada Ley Robles, aseveró, no sólo podría disminuir el número de muertes por aborto, sino que se respetaría el derecho que tiene la mujer a decidir sobre su cuerpo.

 

Con esta Ley, dijo, se está llevando al mundo de lo público un problema que se consideraba privado por temor al rechazo. Así, una mujer embarazada como consecuencia de una violación, podrá practicarse un aborto en un medio hospitalario y en las mejores condiciones de higiene y atención médica.

 

Además, si la mujer sabe que si resulta embarazada contaría con el apoyo para practicarse un aborto, podría incrementarse también el número de denuncias de violaciones.

 

En este contexto, no sólo sería deseable agilizar los trámites, sino que las personas encargadas de este proceso tuvieran el conocimiento y la sensibilidad suficientes para manejar esta problemática, manifestó Chávez Carapia.

 

Se debe reconocer que la mujer es quien debe decidir cuándo y en qué condiciones tener un hijo. Por supuesto, agregó, dentro de esta dimensión, estaría implícita la elección del aborto.

 

Aunque hay quienes sostienen que al despenalizarlo todas las mujeres optarían por esta práctica, este juicio ha sido formulado muy a la ligera, comentó.

 

Cuando una mujer toma la decisión de abortar, subrayó, es porque después de buscar otras soluciones, ésta es la única alternativa que tiene.

 

No es común encontrar mujeres que abortan como una medida de planificación familiar, sobre todo en un país como México donde, debido a aspectos sociales y religiosos, esta práctica está muy lejos de ser considerada una forma de control natal, enfatizó.

 

Explicó que en el Centro de Estudios de la Mujer de la ENTS se realizó una investigación para conocer la percepción que tienen sobre el aborto  los jóvenes de licenciatura de la UNAM, inscritos en cuarto y quinto semestre, y encontramos que el 55% de ellos piensa que abortar debe ser una decisión de la mujer, un 40% lo considera un delito y solamente el 5% cree que es pecado.

Asimismo, el 60% de estos jóvenes considera que abortar es sólo decisión de la mujer, mientras el 40% restante opina que ésta se debe tomar en pareja.

 

La gran mayoría de los encuestados aceptó la posibilidad de recurrir al aborto en situaciones difíciles como la violación, la malformación, el riesgo de vida, o porque sea la propia mujer quien lo decida, agregó.

 

Con estos datos, mencionó, podríamos inferir que a mayor cultura y conocimiento el aborto deja de ser concebido como un pecado y más como el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo.

 

Así, concluyó, si se quiere solucionar este problema, es necesario   poner especial interés en educar a todos los sectores de la sociedad en salud sexual y reproductiva.

 

 

 

 

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La despenalización del aborto sería un avance importante en materia penal, social y de salud pública, aseveró Julia Chávez Carapia, coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM