Boletín UNAM-DGCS-0153
Ciudad Universitaria
Pie de foto al final del boletín
MÉXICO DEBE RECHAZAR CUALQUIER POSIBILIDAD DE DOLARIZAR SU ECONOMÍA
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No se resolverán los problemas por las grandes diferencias
estructurales: Arturo Guillén, de la UAM Iztapalapa
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Necesario defender la soberanía monetaria y recuperar espacios perdidos,
como los de la banca de capital extranjero
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En Europa ha habido un largo proceso de integración que se expresa en el
uso del euro en 12 países: John Saxe-Fernández, del IIEc
México debe cerrarse y rechazar cualquier intento de dolarizar su economía
porque de esa manera no se resolverán los problemas en ese sector, debido a sus
grandes diferencias estructurales en relación con la estadounidense, aseguró
Arturo Guillén, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana
Iztapalapa.
Al participar en las Jornadas Académicas de
Posgrado con el tema Las batallas monetarias organizadas por el Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, dijo que el
Tratado de Libre Comercio (TLC) no resolvió la disparidad entre amabas economías.
El autor de México hacia el Siglo XXI: crisis y
modelo económico, advirtió que mientras no se dé una reforma profunda del
sistema monetario internacional, para
México y Canadá mantener un régimen cambiario flotante es la opción “menos
mala”, en función de la situación actual y de la correlación de fuerzas entre
naciones. Canadá se beneficia al mantener su soberanía monetaria, comprobada por su desarrollo de los últimos
años.
Subrayó que no se ha resuelto el problema del
subdesarrollo, y ante esa asimetría no se puede plantear ninguna integración
monetaria en términos de dolarización.
Por el contrario, acotó, se debe defender la
soberanía monetaria y recuperar espacios perdidos, como los entregados al
capital extranjero a través de los bancos, pues con ello se cedió la capacidad
de creación de moneda.
“Estamos a un paso de que nos suceda lo que en
Argentina que en estos días tiene una crisis financiera brutal, y bancos
extranjeros sin ningún interés nacional de por medio”.
El ex director del Seminario Teoría del
Desarrollo del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) puntualizó que no
se trata solamente de negarse a la dolarización, sino de trazar una estrategia
para recuperar espacios en el sistema financiero, así como subordinar cualquier
discusión monetaria a la solución primera de los flujos migratorios en
condiciones de mayor equidad.
Para que haya un área óptima que explique la
necesidad de una moneda única se requiere libre movilidad, y con el TLC sólo
existe en el caso del capital, y no así de la fuerza de trabajo. Por ello, el
gobierno tendrá que plantearse la integración monetaria en esos términos.
En tanto, John Saxe-Fernández, investigador del
IIEc, consideró que el nacionalismo económico y el “tecnonacionalismo” han
resurgido en Estados Unidos y se manifiestan, por ejemplo, en la no integración
de la fuerza de trabajo al TLC.
Al exponer algunas de las ideas del economista
canadiense Paul Bowels, refirió que hay una serie de nuevas formas de
gobernabilidad monetaria que han surgido de la manera más obvia en Europa,
donde hay un largo proceso de integración que ahora se expresa en una moneda
común en 12 países de la Unión Europea y en la conformación de un Banco Central
Europeo.
El euro se extiende a algunas economías en
transición de Europa oriental. En Asia, como respuesta a la crisis financiera
de 1997, se plantea la posibilidad de desarrollar monedas regionales y Japón
promueve la internacionalización del yen. En Africa occidental la unión
monetaria está en la agenda.
En América, El Salvador y Ecuador han
dolarizado su economía y se debate ese proceso en tres de las economías más
grandes: Argentina, Canadá y México. Mientras las discusiones involucran a los
gobiernos, en muchas partes del mundo los ciudadanos adoptan el dólar
estadounidense como moneda segura en lugar de las nacionales.
Bowels habla no sobre el aspecto tecnocrático
de las tasas de cambio, sino de la estructura de poder de los distintos
esquemas monetarios. En ese sentido, resalta la importancia de colocar los
debates de la dolarización o de la implantación de una moneda común, en el
contexto de las implicaciones que tiene para la ciudadanía y la democracia.
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Pie de foto
Jonh Saxe, del Instituto
de Investigaciones Económicas, y Arturo Guillén, de la UAM Iztapalapa, durante
su participación en las Jornadas Académicas del Posgrado realizadas en el
CEIICH de la UNAM