13:00 hrs. Febrero 19 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0150

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletin

 

RECHAZO A LA CORTE PENAL INTERNACIONAL, SI VIOLA NUESTRA CONSTITUCIÓN: BURGOA ORIHUELA

 

·        Ya estamos hasta el copete de tanta globalización, agregó al participar en la mesa redonda La Corte Penal Internacional y la Constitución Mexicana

·        EU no permitirá que se inicie un juicio en su contra: Juan de Dios Gutiérrez Baylón

 

Soy enemigo de una Corte Penal Internacional si ésta se aparta de los principios fundamentales de nuestra Constitución, como justamente es el caso de la que se propone, aseveró Ignacio Burgoa Orihuela, profesor emérito de la UNAM.

 

No hay que ser nacionalista falso, añadió, pero sí debemos defender a nuestro país, cuando menos en el aspecto que a los juristas nos corresponde: el de nuestro derecho, que en muchos rubros es superior a los de otras naciones.

 

Durante su participación en la mesa redonda La Corte Penal Internacional y la Constitución Mexicana, organizada por la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho (FD), agregó que habría que examinar con detenimiento el proyecto de establecimiento de una Corte Penal Internacional, porque "sobre la Constitución nada ni nadie, bajo la Constitución todo".

 

"En nuestro país –indicó– no puede fundarse una institución de ese tipo por el Senado ni por el presidente de la República", debe tener "existencia legal y la ley proviene del Congreso de la Unión o de los Congresos locales", aclaró.


 

Si algún tratado internacional dice que una organización de ese nivel puede establecer una Corte Internacional en México se estaría violando nuestra Constitución; si en cualquier tratado se dice que el acusado puede ser enjuiciado dos o tres veces también, indicó Burgoa Orihuela en el Auditorio Antonio Martínez Báez.

 

Ya estamos hasta el copete, dijo, "de tanta globalización, de la intromisión de empresas internacionales que están alterando, destruyendo, pulverizando la esencia de México. Nosotros los juristas no podemos dejar que se haga eso con nuestro glorioso sistema judicial".

 

A su vez, Juan de Dios Gutiérrez Baylón, catedrático de la FD, aseveró que México no debe ratificar el Estatuto de Roma, en el que se fundamenta la creación de la Corte Penal Internacional; en cambio, está en posibilidad de pedir que se abra y "que se cree una jurisdicción internacional útil para todos los estados, que tenga fuerza en toda la comunidad internacional y en la que todos tengamos un estatus de igualdad".

 

Nuestro país, consideró, está interesado en este tipo de jurisdicciones internacionales, porque nos gustaría no sólo resolver ciertos crímenes cometido en el país, sino también la situación de muchos mexicanos que fuera de aquí son objeto de crímenes que entrarían en el derecho internacional.

 

"Pero si alguien piensa que la instalación de la Corte Penal Internacional servirá para iniciar procedimientos contra agentes de la patrulla fronteriza de Estados Unidos, olvídenlo porque Estados Unidos no va a votar en el seno del Consejo de Seguridad del cual forma parte en forma permanente, que se inicie un procedimiento en su contra", recalcó Gutiérrez Baylón.

 

Otro problema al respecto es que la Corte Penal Internacional no  abarcará a toda la comunidad internacional, sino una parte limitada, hasta que progresivamente se vaya avanzando. Por ahora, han ratificado el Estatuto de Roma 56 naciones –y entraría en funciones hasta que sean 60– de 189 que forman parte de la comunidad internacional.


 

Por su parte, Héctor Cuadra y Moreno, profesor de la FD, comentó que hay una dificultad que forma parte del repertorio de problemas que los analistas internacionales deben atender: la decisión del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas de instalar un tribunal ad hoc para los crímenes de genocidio en Ruanda y después en Yugoslavia.

 

Lo anterior, explicó, fue posible en la medida y el momento en que los regímenes que permitieron esos delitos contra la humanidad dejaron de ser simpáticos a las grandes potencias, importantes para el juego de los propios intereses de estas naciones. "No concibo a Milosevic en el Tribunal si no hubiese justamente perdido la confianza de sus antiguos socios occidentales, que lo defendieron a capa y espada a sabiendas de su violenta acción política".

 

Sin embargo, Cuadra y Moreno reconoció ciertos logros, cambios sustanciales, mejoramientos inevitables de los cuales hay que darle crédito a la sociedad y al derecho internacional, que los regula y los impone, como la constitución de la figura de Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos.

 

Pero, desafortunadamente, la transformación producto de la caída del socialismo y la desaparición de la Unión Soviética como contrapeso en la sociedad internacional, rompió de un sistema multipolar y bipolar, a uno unipolar a nivel internacional con un liderazgo "que no es moral, sino absolutamente aberrante, porque es reaccionario, injusto, violento, arbitrario", es decir, el de la dirigencia de Estados Unidos, particularmente hoy que la extrema derecha ha tomado el poder en ese país y pretende imponer su voluntad como la única ley para todas las naciones, inclusive sus aliados.

 

 

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FOTO 1

Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho de la UNAM, inauguró los cursos de la División de Estudios de Posgrado de dicha entidad universitaria

 

FOTO 2

Héctor Cuadra y Moreno, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, participó en la mesa redonda La Corte Penal Internacional y la Constitución Mexicana, organizada por la División de Estudios de Posgrado