13:30 hrs. Febrero 18 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0148

Ciudad Universitaria

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Pies fotos al final del boletin 

 

MISERIA, PRINCIPAL FLAGELO SOCIAL DE MÉXICO

 

·        En el país hay 44 millones de pobres, de los cuales 26 millones se encuentran en extrema pobreza, aseveró Wilfrido Perea Curiel, académico de la ENTS

·        Para contrarrestar este problema, subrayó, se requiere una política social articulada, integral y profesional, así como la participación de todos los sectores de la sociedad

·        La academia no ha logrado una definición que satisfaga a todos

 

El problema de la miseria es el principal flagelo social que azota a México, ya que hay 44 millones de pobres, de los cuales 26 millones se ubican en extrema pobreza. Esta situación se profundiza ante la falta de orientación y de una política social definida por parte de las autoridades gubernamentales, afirmó el académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Wilfrido Perea Curiel.

 

Sostuvo que la agudización de esta problemática de extrema exclusión es muestra de que el gobierno no ha sido capaz, por sus propios medios, de enfrentarlo, por lo que se requiere de una estrategia articulada, integral y profesional, así como de la participación de todos los sectores sociales, incluido el empresarial, para lograr su solución y que el país sea realmente libre, soberano y justo.

 

En conferencia de prensa en la que habló sobre “La miseria en México”, el especialista en sociología explicó que este fenómeno se entiende como marginación social y falta de acceso a determinados satisfactores.

 

Sin embargo, a estas características se añade un componente central que se agudiza y pasa de lo material a esferas más profundas: la cultura de la pobreza. Aquí, el sujeto no sólo no se acepta, sino que ni siquiera se percibe como pobre.

 

Estas personas no tienen la posibilidad de lograr la atención del Estado para superar su difícil situación, pero, además, mantienen un derrotismo natural que se convierte en frontera infranqueable por medio de la cual se asumen como mexicanos excluidos sin derecho a nada. Están desprovistos de elementos para hacer presión social y, por ende, carecen de la posibilidad de tener un papel más digno en la sociedad, resaltó.

 

El investigador en ciencias sociales informó que mientras el Banco Mundial señala que el 80% de los mexicanos se encuentra en situación de pobreza, reportes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) tipifican como un individuo en extrema pobreza a aquel que subsiste con 70 centavos de dólar diario. La persona que tenga más es ubicada en un estrato social superior.

 

Más que marginación, dejó en claro, la miseria es un problema de extrema exclusión. “Nuestros pobres son significativamente más pobres por estar excluidos del mundo global”.

 

Incluso la clase media, ávida de movilidad social, apuntó, atraviesa por un proceso de proletarización, debido a que en las últimas dos décadas fue severamente golpeada.

 

Al referirse a las políticas sociales asumidas en los distintos sexenios, Perea Curiel subrayó que en lugar de ser acciones encaminadas a atacar esta problemática –obligación del Estado–, siempre se han convertido en estrategias para asentarse en el poder y obtener votos. Nunca se han dado compromisos reales ni apoyo a los sectores más desprotegidos.

 

Recordó que el cambio de la política social populista se dio en 1982 con Miguel de la Madrid Hurtado, al registrarse una notable reducción en el gasto destinado a este rubro; en la administración de Carlos Salinas de Gortari este esquema se estructuró de mejor manera, pero obedeció a intereses personales, dijo.

 

Luego, con Ernesto Zedillo hubo un replanteamiento dramático sin una definición estratégica de fondo, y en la actual administración hay total ausencia de política social, aunque se presentan posturas distintas en ese ámbito, pero sin claridad.

 

En el problema de la miseria, recalcó, va de por medio la nación y la profundidad de los alcances democráticos. Por ello, se requiere la definición de una política social articulada, profesionalizar los recursos humanos y superar los vestigios sexenales de corte electoral y político.

 

El reto, consideró Perea Curiel, es consolidar el piso social básico, los cimientos sobre los cuales se erigirá la estructura de largo alcance.

 

Desde la academia, reconoció, tampoco ha habido capacidad para formular una definición lo suficientemente dura que satisfaga este problema ni de desarrollar la metodología más acorde que caracterice el problema en su exacta dimensión.

 

Uno de los retos que se deben afrontar desde la academia, destacó, es hacer notar que los 44 millones de mexicanos en pobreza son seres humanos, lo cual con frecuencia se olvida.

 

 

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PIES DE FOTOS

 

 

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La miseria, principal problema social de México, se profundiza ante la falta de orientación y de una política social definida por parte del gobierno, aseguró Wilfrido Perea Curiel, de la Escuela Nacional de Trabajo Social.

 

 

Foto 2

 

Wilfrido Perea Curiel, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, señaló en conferencia de prensa que la miseria es un problema de extrema exclusión, donde los pobres lo son aún más por estar excluidos del mundo global.