20:30 hrs. Febrero 12 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0127

Ciudad Universitaria

 

 

 

LA JUSTICIA MUNDIAL DEBE RECONOCER LOS DERECHOS HUMANOS: SERGIO GARCÍA RAMÍREZ

 

 

·        El juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, demandó instrumentar normas con vigencia y plenitud universal

·        Participó en el VII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas

 

 

Para construir una verdadera justicia mundial es necesario crear instrumentos internacionales en los que se reconozcan los derechos humanos y se funde su ejercicio, además que ese arsenal normativo tenga vigencia y plenitud universal o por lo menos regional en América.

 

Aseguró lo anterior Sergio García Ramírez, juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, durante su participación en el VII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de esta casa de estudios.

 

Agregó que una asignatura pendiente en este tema es integrar a toda América en el régimen de la convención Americana de Derechos Humanos, ya que Estados Unidos y Canadá aún no forman parte de este sistema.

 

García Ramírez aseguró que también es necesario crear un sistema de jurisdicción contencioso que resuelva litigios y establezca derechos y responsabilidades; así como que los individuos acudan ante los órganos jurídicos con una doble armadura: la de sus derechos sustantivos pero también sus derechos procesales.

 

El investigador del IIJ consideró que es indispensable contar con medios para supervisar y exigir el cumplimiento de las resoluciones que tome la Corte Interamericana de  Desarrollo.

 

Sostuvo que a nivel mundial "hemos construido un sistema tutelar y frondoso de protección a los derechos humanos con sendas declaraciones, normas constitucionales que amparan a los seres humanos y con un complejo sistema jurisdiccional y no jurisdiccional.

 

El acceso a la justicia tiene un doble sentido, por un lado formal, con la posibilidad de llegar a este acceso y, por el otro, uno material o rea; es decir obtener en realidad la satisfacción de las pretensiones que esgrimimos ante el tribunal.

 

"El verdadero acceso a la justicia es la satisfacción de esas pretensiones. No accede a la justicia quien no la recibe", acotó el ex procurador general de la República.

 

Recordó que México tiene una tradición singular en el escenario internacional ya que ha sido un luchador en ese ámbito, pero al mismo tiempo ha sido reticente o cauteloso. Por ejemplo, nuestro país llegó a la conferencia de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en 1969 con dudas acerca de sí debía o no existir una corte sobre derechos humanos.

 

Por ello, México no suscribió dicha convención, se adhirió a ella hasta 1982 y aceptó la jurisdicción contenciosa de la CIDH en 1998, concluyó.

 

 

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