Boletín UNAM-DGCS-0120
Ciudad
Universitaria
Pie de foto al final del boletín
·
La baja en la natalidad y el incremento de la educación de este sector
de la población disminuirá esta tendencia
·
Incluso en tiempos de crisis ellas han encontrado trabajo, sobre todo en
el sector informal: Jennifer Cooper, del PUEG
La incursión de las mujeres al mercado laboral
es irreversible –su tasa de actividad es del 33 por ciento–, pues aún en
tiempos de crisis han encontrando trabajo, principalmente en el sector
informal, afirmó
Jennifer Cooper, del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG).
Esto quiere decir, aclaró, que de las mujeres
mayores de 12 años que trabajan, sólo
un tercio tiene una actividad laboral remunerada, las demás son jubiladas, amas
de casa o estudiantes.
En entrevista, la académica indicó que dentro
de las empresas los puestos que ocupan los hombres son los de mayor jerarquía y
mejor paga; sin embargo, ya no puede decirse que el mundo del trabajo remunerado
es privilegio de los hombres, porque con las bajas en las tasas de fertilidad y
el aumento en los niveles de educación de las mujeres esa tendencia va a seguir
en aumento, sostuvo la coordinadora del área académica Fuerza de trabajo y
economía del PUEG.
La también profesora de la Facultad de Economía
indicó que en los años 70 dicha tasa estaba en 23%, es decir, tuvo un
incremento de diez puntos en tres décadas, y se estima que en 20 años más
podría llegar al 48%.
Enfatizó que ya no pueden seguirse sosteniendo
supuestos como el de que un trabajador es el único proveedor de su familia o
que el salario de la mujer es sólo un complemento al de su marido.
Se ha dicho que el espacio laboral asalariado
es masculino, pues las normas, horarios y exigencias de productividad fueron
pensadas bajo la creencia de que los hombres eran quienes iban a regirse por
ellas. Se afirma que las mujeres llegaron tarde al trabajo remunerado, aunque,
aclaró, siempre han realizado diversas actividades, entre ellas la de ser obreras
en fábricas.
Ahora, la mujer siente incompatibilidad entre
su papel productivo y reproductivo, y sólo ha encontrado dos maneras de
resolver esta situación: mediante la contratación de otra mujer para realizar
los trabajos domésticos o no teniendo hijos.
Esto es, dijo, si una mujer opta por la
maternidad, se ve obligada a cambiar sus expectativas y aspiraciones hacia el
trabajo, lo cual determina también el tipo de actividad que realiza.
Tener puestos de responsabilidad y jerarquía
cuesta más y muchas mujeres optan por la pista de las mamás, es decir, ingresan
al mercado de trabajo y eligen una ocupación de menor exigencia y salario, en
horarios parciales para poder compatibilizar su vida productiva y reproductiva.
Una buena opción para contrarrestar lo
anterior, dijo, sería que las mujeres invadieran los espacios y las ocupaciones
masculinas y viceversa. "Es un hecho biológico que las mujeres tienen a
los hijos pero es falso que sólo ellas pueden cuidarlos", concluyó.
--o0o—
Pie de Foto
Cada vez más
mujeres se incorporan al sector laboral: Jennifer Cooper, del PUEG