06:00 hrs. Febrero 11 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0120

Ciudad Universitaria

 

 

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NO TODAS  LAS  MUJERES QUE TRABAJAN RECIBEN SALARIO

 

 

·        La baja en la natalidad y el incremento de la educación de este sector de la población disminuirá esta tendencia

·        Incluso en tiempos de crisis ellas han encontrado trabajo, sobre todo en el sector informal: Jennifer Cooper, del PUEG

 

 

La incursión de las mujeres al mercado laboral es irreversible –su tasa de actividad es del 33 por ciento–, pues aún en tiempos de crisis han encontrando trabajo, principalmente en el sector informal, afirmó Jennifer Cooper, del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG).

 

Esto quiere decir, aclaró, que de las mujeres mayores de 12 años que  trabajan, sólo un tercio tiene una actividad laboral remunerada, las demás son jubiladas, amas de casa o estudiantes.

 

En entrevista, la académica indicó que dentro de las empresas los puestos que ocupan los hombres son los de mayor jerarquía y mejor paga; sin embargo, ya no puede decirse que el mundo del trabajo remunerado es privilegio de los hombres, porque con las bajas en las tasas de fertilidad y el aumento en los niveles de educación de las mujeres esa tendencia va a seguir en aumento, sostuvo la coordinadora del área académica Fuerza de trabajo y economía del PUEG.

 

La también profesora de la Facultad de Economía indicó que en los años 70 dicha tasa estaba en 23%, es decir, tuvo un incremento de diez puntos en tres décadas, y se estima que en 20 años más podría llegar al 48%.

 

Enfatizó que ya no pueden seguirse sosteniendo supuestos como el de que un trabajador es el único proveedor de su familia o que el salario de la mujer es sólo un complemento al de su marido.

 

Se ha dicho que el espacio laboral asalariado es masculino, pues las normas, horarios y exigencias de productividad fueron pensadas bajo la creencia de que los hombres eran quienes iban a regirse por ellas. Se afirma que las mujeres llegaron tarde al trabajo remunerado, aunque, aclaró, siempre han realizado diversas actividades, entre ellas la de ser obreras en fábricas.

 

Ahora, la mujer siente incompatibilidad entre su papel productivo y reproductivo, y sólo ha encontrado dos maneras de resolver esta situación: mediante la contratación de otra mujer para realizar los trabajos domésticos o no teniendo hijos.

 

Esto es, dijo, si una mujer opta por la maternidad, se ve obligada a cambiar sus expectativas y aspiraciones hacia el trabajo, lo cual determina también el tipo de actividad que realiza.

 

Tener puestos de responsabilidad y jerarquía cuesta más y muchas mujeres optan por la pista de las mamás, es decir, ingresan al mercado de trabajo y eligen una ocupación de menor exigencia y salario, en horarios parciales para poder compatibilizar su vida productiva y reproductiva.

 

Una buena opción para contrarrestar lo anterior, dijo, sería que las mujeres invadieran los espacios y las ocupaciones masculinas y viceversa. "Es un hecho biológico que las mujeres tienen a los hijos pero es falso que sólo ellas pueden cuidarlos", concluyó.

 

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Cada vez más mujeres se incorporan al sector laboral: Jennifer Cooper, del PUEG