15:00 hrs. Febrero 4 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0102

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

SIN ÉXITO, LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN MATERIA DE GÉNERO

 

·        Teresa del Valle Murga, académica de la Universidad del País Vasco, señaló que en la mayoría de los casos, los espacios públicos reflejan y reafirman una situación de desigualdad y jerarquización entre mujeres y hombres

·        Participó en el ciclo de conferencias Género, desarrollo y democracia, organizado por el CEIICH de la UNAM

 

Mientras no se comprenda el binomio reproducción-producción, las políticas públicas tendentes a superar las desigualdades de género en los espacios públicos sólo serán “parches”, consideró la académica de la Universidad del País Vasco, Teresa del Valle Murga.

 

Apuntó que la desigualdad propiciada por el sistema de producción capitalista se refleja claramente en la en la distribución, utilización, transferencia y simbolización del espacio  que en cada sociedad se les otorga a los géneros.

 

En muchos casos –añadió– estas situaciones reflejan y reafirman, a su vez, una situación de desigualdad y jerarquización entre mujeres y hombres, sustentadas en sistemas de prestigio más amplios, consideró en su exposición Mujeres, participación política y espacios urbanos.

 

 

 

Los espacios de sociabilidad están marcados por el género y por ende los valores asignados a lo femenino y a lo masculino. El espacio en el que se socializan los hombres es mayor que aquél en el que lo hacen mujeres y niños, por tanto éstos tienen una mayor movilidad que las mujeres.

 

Todavía aparece la casa como el espacio de dominio de la mujer y la calle como el del hombre; lo que lleva al hombre a un mayor ensayo de la libertad, a desafiar el riesgo y a interactuar con personas diferentes. En caso contrario, las mujeres en su espacio (la casa) experimentan la pasividad y la repetición de modelos atendidos.

 

Por ello, añadió, la vinculación explícita de la mujer con el espacio requiere la intervención política de la sociedad civil. “Somos nosotros quienes tenemos que ir dirigiendo a los y a las políticas en torno a cómo queremos que se construya esta sociedad”.

 

Así como los espacios que ocupan las mujeres o aquellos que les están vedados tienen mucho que ver con un determinado orden social –apoyado en un sistema de valores bien estructurado y orientado a intereses que en la mayor parte de los casos no están bajo el control de ellas–, es imperativo el análisis de la elaboración de las construcciones culturales, desde el espacio o en relación con éste, ya que incide, directa o indirectamente, en el diseño y mantenimiento de situaciones de dominación, dijo Del Valle Murga.

 

Consideró, finalmente, que la vinculación explícita de la mujer con el espacio identificado como público –“aquel que en principio es de todos y de todas”– requiere de un esfuerzo teórico que permita contextualizarlo en los procesos históricos, económicos y políticos.

 

 

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Foto 1

Teresa del Valle Murga, académica de la Universidad del País Vasco, comentó que el establecimiento de espacios públicos, en su mayoría, reflejan y reafirman una situación de desigualdad de género

 

Foto 2

Teresa del Valle Murga participó en el ciclo de conferencias Género, desarrollo y democracia, organizado por el CEIICH de la UNAM