Boletín UNAM-DGCS-0084
LAS MEXICANAS, VÍCTIMAS CONSTANTES DE HOSTIGAMIENTO SEXUAL
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Susana Roldán Matías, de la FES Iztacala,
dijo que es uno de los problemas más frecuentes
·
Este tipo de agresión puede ocasionar graves
daños psicológicos y provocar hasta la violación
En México, el hostigamiento
sexual es uno de los problemas más frecuentes y se presenta en cualquier sitio
–el hogar, la escuela, el lugar de trabajo y la calle–, pero no se le da la
importancia requerida a pesar de los graves trastornos que puede ocasionar,
tanto físicos como psicológicos, aseveró Susana Roldán Matías, académica de la
Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.
Se trata, argumentó, de una
imposición de conductas no deseadas, verbales o físicas con fines sexuales, que siempre tienen un tipo
de retribución, donde se ofrecen privilegios, aunque en caso de rechazo se
imponen reprimendas con el objetivo de que el hostigador o detentador del poder
consiga su propósito.
Al hablar sobre “Hostigamiento
sexual y violación. Prevención del abuso”, la psicóloga subrayó que esta
situación se manifiesta de diversas formas, según la intención del agresor. El
verbal puede consistir en piropos obscenos, groserías, bromas y comentarios
sexuales de tipo libidinoso.
El abuso visual se refiere a
las miradas lascivas y agresivas; mientras, la agresión física se puede dar de
diversas formas, ya sea mediante el roce y el contacto directo con alguna parte
del cuerpo de la víctima, a través de nalgadas, pellizcos y manoseos.
En casos extremos, se puede
llegar a la violación o relaciones sexuales sin consentimiento, si no se toman
las precauciones adecuadas.
Roldán Matías indicó que la
mayor parte de los acosos los comete el hombre a la mujer, sin descartar el de
la mujer hacia el hombre o el de dos personas del mismo sexo.
El primero de los casos,
explicó, es consecuencia de la ideología patriarcal mediante la cual el varón
cree que tiene el poder de dominar a la mujer, conocida o desconocida, actitud que
en muchas ocasiones es reforzada por los medios de comunicación.
La catedrática de la FES
Iztacala informó que entre los
principales daños que sufren las víctimas de hostigamiento sexual resalta el
psicológico, latente en una conducta de alerta; inseguridad; autohumillación;
sentimientos de indignación e impotencia, y baja autoestima.
A ello se suman el daño
conductual que radica en cargar con la culpa de lo ocurrido y aislarse de la
gente; actitudes evasivas, como no asistir a la escuela o al trabajo, dejar de
salir a la calle y el rechazo al sexo masculino.
En el caso del perjuicio
interpersonal, dijo, se crean sentimientos de rechazo social, pues la víctima
cree que no es aceptada por la sociedad y por la familia.
Susana Roldán mencionó las
principales precauciones que se deben tomar para no ser víctima de
hostigamiento sexual: estar siempre alerta para detectar a tiempo acciones
sospechosas; marcar límites con las otras personas, ya sea mediante una
distancia prudente o, en el caso de lugares concurridos, con objetos como
bolsas, mochilas o libros.
Otras medidas preventivas
necesarias son mantener la calma y no mostrar nerviosismo; comunicar en voz
alta y firme al agresor su molestia para que la gente que está alrededor se
entere de lo que ocurre, y de preferencia estar en lugares donde haya gente.
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