14:30 hrs. Enero 23 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0068

 

 

DÉFICIT EN LA CUENTA CORRIENTE Y LA BALANZA COMERCIAL DE MÉXICO

 

·        En el 2000 nuestro país registró un superávit por 20 mil millones de dólares, pero no se pudo mantener así

·        Hay que revisar políticas para impulsar la economía: Joaquín Flores, de la FES Cuautitlán

 

En la actualidad nuestro país vive un déficit creciente en la cuenta corriente y en la balanza comercial, por ello hay una sobrevaluación del peso, reflejada en la reducción de las exportaciones y en un aumento de las importaciones, aseguró Joaquín Flores Paredes, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán.

 

Al participar en el ciclo de conferencias Situación actual y perspectivas del comercio exterior de México, reconoció que en el año 2000 se revirtió el déficit comercial de México al registrar un superávit de 20 mil millones de dólares, como resultado de la firma del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, pero no se ha podido mantener ese ritmo.

 

Señaló que en el ámbito agropecuario, las exportaciones crecieron de 1995 a 1999 sólo ocho por ciento porque no se ha definido una política de fomento agropecuario y no se ha identificado el rumbo a seguir para lograr un crecimiento real.


 

Por ello, los exportadores de productos del campo mexicano no tienen mayor capacidad negociadora ante canadienses y estadounidenses, enfrentando restricciones no arancelarias, como la impuesta por los estadounidenses al aguacate mexicano.

 

Flores señaló que hay estrategias de comercio exterior exitosas que valdría la pena analizar, como las políticas de exportación agrícolas que ha impulsado la Unión Europea, dejando de ser dependiente de importaciones de alimentos.

 

En Latinoamérica, indicó, Colombia ha logrado un reconocimiento internacional en café, flores y follajes, y su éxito se debe en gran medida a un apoyo institucional, a una sólida organización de sus productores y a una estrategia de mercadotecnia en el área de ventas.

 

México, por su parte, ofrece ventajas competitivas como su posición geográfica (cuenta con litorales en el Pacífico y el Atlántico), abundantes recursos naturales, y una basta mano de obra.

 

Destacó que es necesario desarrollar la capacidad de organización de los productores de medianas y pequeñas empresas, apoyar la inyección de recursos financieros y técnicos para elevar la productividad y mejorar la calidad de los productos.

 

Acotó que se deben determinar los productos en los que México es competitivo, como hortalizas, frutas tropicales, miel y cultivos que no utilizan productos químicos ni aguas residuales, mercancías que en el mercado internacional se cotizan a un precio alto.

 

Por su parte, Víctor Nakano Hatano, director adjunto de promoción de la Japan External Trade Organization (Jetro) en México, destacó que nuestro país ha firmado 10 tratados de libre comercio con 31 países, por lo que representa un acceso fácil e importante para la industria japonesa, ya que ofrece la entrada a mercados como los de Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica y Europa.

 

Agregó que Jetro está buscando nuevos productos mexicanos con potencial para atender el mercado japonés, por lo que será conveniente establecer un convenio de comercio, inversión y cooperación técnica industrial, a través de las pequeñas y medianas empresas.


 

Comentó que para que una empresa mexicana pueda ingresar al mercado japonés tiene que lograr la confianza de los importadores y de los consumidores, siendo indispensable la calidad, la entrega a tiempo, así como una amplia variedad de mercancías.

 

Puntualizó que las consideraciones en torno a las actividades que debe realizar un exportador mexicano a Japón son: planear las actividades del producto, implementar cambios de la mercancía de acuerdo con las necesidades específicas del mercado, e inspeccionar las normas internacionales de calidad.

 

 

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