Boletín UNAM-DGCS-0068
DÉFICIT EN LA CUENTA CORRIENTE Y LA BALANZA
COMERCIAL DE MÉXICO
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En el 2000 nuestro país registró un superávit por 20 mil millones de
dólares, pero no se pudo mantener así
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Hay que revisar políticas para impulsar la economía: Joaquín Flores, de
la FES Cuautitlán
En la actualidad
nuestro país vive un déficit creciente en la cuenta corriente y en la balanza
comercial, por ello hay una sobrevaluación del peso, reflejada en la reducción
de las exportaciones y en un aumento de las importaciones, aseguró Joaquín
Flores Paredes, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES)
Cuautitlán.
Al participar en el
ciclo de conferencias Situación actual y perspectivas del comercio exterior de
México, reconoció que en el año 2000 se revirtió el déficit comercial de México
al registrar un superávit de 20 mil millones de dólares, como resultado de la
firma del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, pero no se ha
podido mantener ese ritmo.
Señaló que en el
ámbito agropecuario, las exportaciones crecieron de 1995 a 1999 sólo ocho por
ciento porque no se ha definido una política de fomento agropecuario y no se ha
identificado el rumbo a seguir para lograr un crecimiento real.
Por ello, los
exportadores de productos del campo mexicano no tienen mayor capacidad
negociadora ante canadienses y estadounidenses, enfrentando restricciones no
arancelarias, como la impuesta por los estadounidenses al aguacate mexicano.
Flores señaló que hay
estrategias de comercio exterior exitosas que valdría la pena analizar, como
las políticas de exportación agrícolas que ha impulsado la Unión Europea,
dejando de ser dependiente de importaciones de alimentos.
En Latinoamérica,
indicó, Colombia ha logrado un reconocimiento internacional en café, flores y
follajes, y su éxito se debe en gran medida a un apoyo institucional, a una
sólida organización de sus productores y a una estrategia de mercadotecnia en
el área de ventas.
México, por su parte,
ofrece ventajas competitivas como su posición geográfica (cuenta con litorales
en el Pacífico y el Atlántico), abundantes recursos naturales, y una basta mano
de obra.
Destacó que es
necesario desarrollar la capacidad de organización de los productores de
medianas y pequeñas empresas, apoyar la inyección de recursos financieros y
técnicos para elevar la productividad y mejorar la calidad de los productos.
Acotó que se deben
determinar los productos en los que México es competitivo, como hortalizas,
frutas tropicales, miel y cultivos que no utilizan productos químicos ni aguas
residuales, mercancías que en el mercado internacional se cotizan a un precio
alto.
Por su parte, Víctor
Nakano Hatano, director adjunto de promoción de la Japan External Trade
Organization (Jetro) en México, destacó que nuestro país ha firmado 10 tratados
de libre comercio con 31 países, por lo que representa un acceso fácil e
importante para la industria japonesa, ya que ofrece la entrada a mercados como
los de Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica y Europa.
Agregó que Jetro está
buscando nuevos productos mexicanos con potencial para atender el mercado
japonés, por lo que será conveniente establecer un convenio de comercio,
inversión y cooperación técnica industrial, a través de las pequeñas y medianas
empresas.
Comentó que para que
una empresa mexicana pueda ingresar al mercado japonés tiene que lograr la
confianza de los importadores y de los consumidores, siendo indispensable la
calidad, la entrega a tiempo, así como una amplia variedad de mercancías.
Puntualizó que las
consideraciones en torno a las actividades que debe realizar un exportador
mexicano a Japón son: planear las actividades del producto, implementar cambios
de la mercancía de acuerdo con las necesidades específicas del mercado, e
inspeccionar las normas internacionales de calidad.
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