14:00 hrs. Enero 23 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0067

 

 

 
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Pies de fotos al final del boletín

 

LA SOCIEDAD, RESPONSABLE DE LA SITUACIÓN DE LOS NIÑOS DE LA CALLE

 

·        El gobierno debe ofrecerles acceso a salud, educación, cultura y mejores niveles de vida: Mónica Cervantes, coordinadora del proyecto Ednica

·        Participó en la mesa redonda Factores de riesgo que expulsan al niño a vivir en la calle, realizada en la Escuela Nacional de Trabajo Social

·        Un niño en riesgo es menor de 17 años, tiene problemas de alimentación, salud, educación y sus derechos son violados

 

Debemos adoptar un papel más activo y contribuir en la solución y prevención de la problemática de los niños de la calle, ya que todos tenemos algún grado de responsabilidad como sociedad, afirmó Mónica Cervantes, coordinadora del proyecto Familias de la Asociación Educación con el Niño Callejero (Ednica).

 

Al participar en la mesa redonda Factores de riesgo que expulsan al niño a vivir en la calle, realizada en el auditorio “Antonio Sánchez Rosado” de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), la psicóloga señaló que dicho fenómeno no sólo está relacionado con los menores en sí, sino con sus espacios, como la escuela, la familia y la comunidad.

 

Además, consideró, el gobierno debe realizar una revisión de las políticas públicas y de distribución del ingreso, para ofrecerles acceso a salud, educación, cultura y mejores niveles de vida.


 

Aclaró que aunque estos pequeños provienen de sectores pobres, no necesariamente todos optan por esta forma de vida, pues eso está más relacionado con la historia de cada uno.

 

En su oportunidad, Iliana Díaz Vallejo, coordinadora del proyecto Niños en riesgo, de Ednica, destacó la importancia de la prevención de este problema que conlleva menores costos psicológicos y sociales, así como de impacto económico, institucional y social.

 

Un niño en riesgo, dijo, es menor de 17 años, realiza la mayoría de sus actividades en la calle y tiene serios rezagos en salud y educación; por lo regular, vive en un hogar caótico, presenta deficiencias de aprendizaje y, con frecuencia, no se le respetan sus derechos humanos.  

 

Además, abundó, estos niños pasan pocos tiempos de recreación y convivencia con sus padres, sufren maltrato psicológico, principalmente, y el nivel de confianza con su familia es muy bajo.

 

Por su parte, Rocío Saldaña, de la ENTS, señaló que este tipo de niños no siempre salen a trabajar para contribuir al ingreso familiar, y se consideran la causa de los conflictos en sus hogares.

 

A éstos se deben sumar los que huyen de sus casas como “niños valientes”, quienes comúnmente se ven envueltos en circunstancias lamentables como la drogadicción, el abuso y la prostitución.

 

Finalmente, Carlos Ávila, también de la ENTS, sostuvo que la expresión “niños de la calle” es menos un concepto y más un calificativo, es decir, deberíamos hablar de niños en condiciones de abandono porque en realidad no fue la calle quien los generó.

 

Por ello, manifestó, dicho término debe referirse a la pobreza extrema, relacionada con la falta de oportunidades de trabajo y no con un modo de vida.

 

 

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Mónica Cervantes, coordinadora del proyecto “Familias” de la asociación Ednica, participó en la mesa redonda Factores de riesgo que expulsan al niño a vivir en la calle, realizada en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM

 

Pie de foto 2

 

Iliana Díaz Vallejo, coordinadora del proyecto Niños en riesgo, destacó la importancia de la prevención de este problema, y la reducción en los costos que eso significaría