Boletín UNAM-DGCS-0042
Pie de foto al
final del boletín
BRIGADISTAS DE LA UNAM COLABORAN CON COMUNIDADES RURALES
·
Hace 15 años el Instituto de Investigaciones
Sociales estableció el proyecto Combate a la Pobreza en el Sector Rural en
Apaseo el Alto y Salva Tierra, en el estado de Guanajuato
· La encargada de este programa, Rosa Aurora Espinosa, aseguró que la UNAM participa con comunidades indígenas porque tiene esta responsabilidad ante la sociedad
Brigadas estudiantiles del
Servicio Social de la UNAM recorren diversos puntos del país para apoyar a
comunidades campesinas, e impulsar la
formación integral de los estudiantes.
Es el caso del proyecto Combate a la Pobreza en el Sector Rural
que hace 15 años estableció el Centro de Información de Estudios Rurales del
Instituto de Investigaciones Sociales. Los jóvenes universitarios que
participan en este programa trabajan en las comunidades de Apaseo el Alto y
Salva Tierra, en el estado de Guanajuato, en actividades relacionadas con la
sanidad, el medio ambiente, la vivienda, recursos naturales y pobreza en esta
zona del bajío.
Este programa es un verdadero
servicio a la sociedad, toda vez que los brigadistas ponen en práctica sus
conocimientos al apoyar en la solución de los problemas de las comunidades indígenas
del país, aunque no son expertos en el sector del agropecuario, explicó la
encargada de este programa, Rosa Aurora Espinosa.
La antropóloga universitaria
señaló que grupos integrados por siete o diez jóvenes que ya han concluido sus
estudios se instalan por breves periodos de tiempo en estas dos comunidades,
para trabajar en campañas informativas y presenciar extremas realidades de
pobreza de las que, a veces, sólo han conocido en películas o libros.
Observan las necesidades;
sienten las carencias; se compenetran en los procesos de trabajo, las
relaciones humanas y económicas; pero, sobre todo, entran en un proceso de
aprendizaje recíproco con los habitantes de las comunidades.
Este programa de combate a la
pobreza en el campo, afirmó la antropóloga Espinosa, busca conjuntar esfuerzos
entre los residentes de esta zona del Bajío y los estudiantes universitarios a
través de brigadas multidisciplinarias.
Paralelamente, los estudiantes
pueden desarrollar trabajos de investigación. En ese sentido, la antropóloga
universitaria comentó que el Instituto de Investigaciones Sociales cuanta con
una base documental de información en el área de sociología agraria, integrada
por escritos históricos sobre el movimiento social en el campo mexicano que
abarca los últimos 30 años.
La mayor parte de estos
materiales, agregó, contiene materiales de primera mano: folletos y boletines
de organizaciones, volantes, convocatorias, diarios oficiales, actas y notas de
asambleas, documentos resolutivos, entrevistas y fichas de trabajo de campo,
así como artículos publicados en revistas hoy desaparecidas, que se
especializaron en denuncias del sector rural.
Cuenta con cerca de 15 mil
documentos clasificados, agrupados en registros computarizados mediante el
sistema Micro-Isis, que permite la localización de documentos a través de
búsquedas específicas relacionadas con la violencia, corrupción de autoridades
agrarias y municipales, así como con la aplicación de políticas en este sector.
Los prestadores de servicio
social colaboran en la clasificación computarizar y realizan una base de datos
accesible a todo el público. Es un servicio que tiene que ver con el rubro
documental y de investigación sobre el movimiento campesino y el sector rural,
concluyó.
-o0o-
Pie de foto
La Universidad participa en la solución de problemas
rurales porque tiene esta responsabilidad, indicó Rosa Aurora Espinosa,
encargada del programa Combate a la Pobreza en el Sector Rural, del Instituto
de Investigaciones Sociales