Boletín UNAM-DGCS-018
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Las fuertes podrían ayudar a las micro, pequeñas y medianas, que
conforman el 96% del total industrial: Basave Kunhardt, del IIEc de la UNAM
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CEMEX, VITRO, BIMBO y Maseca, TELMEX y Televisa, entre las que se han
internacionalizado
Mientras que a las grandes empresas
mexicanas les espera una competencia muy fuerte y difícil en el exterior, las
micro, pequeñas y medianas corren el riesgo de ser comidas por la competencia o
desplazadas por las importaciones hasta desaparecer, indicó Jorge Basave
Kunhardt, del Instituto de Investigaciones Económicas.
El porvenir de las
últimas, agregó, dependerá en mucho de que haya algo que no existe: una
política industrial acertada y que incluya programas mucho más agresivos de
capacitación y de adquisición de tecnología extranjera.
Existe la
concepción de que hay que dejar a las fuerzas del mercado actuar, “y que la mejor
política es no tener ninguna política”, pero “si no se da prioridad al
desarrollo de ciertos sectores industriales, algunas de estas empresas corren
el peligro de ser absorvidas, reiteró.
Por más que existan grandes empresas
mexicanas con características de internacionalización -el cuatro por ciento del
total-, difícilmente podrán extender sus beneficios al resto, porque en el
momento de comenzar a exportar contratan sus insumos en el extranjero.
Se supone, explicó, que las compañías más
poderosas deben tener la capacidad de arrastrar en su crecimiento a las
unidades productivas micro, pequeñas y medianas, las cuales pueden ser sus
proveedores. Pero esto no se ha visto en nuestro país, aseveró.
Cuando se habla de
las empresas mexicanas “es como si tuviéramos dos grandes economías”, señaló,
unas muy exitosas, inmersas en una competencia muy fuerte en el ámbito
internacional y un gran conjunto
-el 96 % del
total-, ubicado en el mercado interno y con pocas posibilidades de insertarse
en la economía mundial.
Las empresas
mexicanas que han tenido gran éxito en su proceso de internacionalización, se
han adaptado a las nuevas condiciones de competencia presentadas por el mercado
mundial, ya que entre 30 y 40 de éstas tienen inversiones directas en varios países,
sobre todo en Estados Unidos, Centro y Sudamérica.
El otro sector, el
más amplio del país –formado por millones de unidades productivas que ocupan a
más del 60 % de la mano de obra–, muestra muchas disparidades, según el sector
en el que se encuentran. Muy pocas se han encadenado a procesos internacionales
de producción, sobre todo, las que se ubican en el norte de la República y en
el estado de Jalisco, en los sectores de la electrónica y la maquila.
Las grandes
empresas son aquellas que desde finales de los años 80 ya contaban con firme
capacidad financiera, así como con importantes posibilidades de competir y
formar alianzas estratégicas en el ámbito internacional. “Se trata de compañías
que ya exportaban y actualmente son el núcleo exportador más importante del
país”.
En cambio, el sector de las micro,
pequeñas y medianas industrias –al cual le está costando mucho trabajo salir
adelante–, en el momento de la apertura de la economía mexicana estaba
acostumbrado a la protección estatal. Además, se han enfrentado a un sector
financiero muy endeble; “de hecho, en México la mayoría ya está en manos del
capital extranjero”, indicó.
Asimismo, sostuvo Basave Kunhardt, estas
empresas han estado sujetas a un proceso muy lento en la adquisición de nueva
tecnología y de capacitación de personal, con excepción del sector maquilador
de la frontera, el cual emplea a casi un millón de personas, aunque la mayor
parte de su capital es extranjero.
Entre las grandes empresas, prosiguió, se
encuentran CEMEX, el sexto grupo más importante productor de cemento y concreto
a escala mundial; Grupo VITRO que, prácticamente, es un monopolio del vidrio en
México; IMSA, la cual está inserta en las cadenas productivas automotrices
-además de acero produce acumuladores-; algunas del sector de alimentos, como
BIMBO y Maseca, así como TELMEX y
Televisa.
Las grandes
empresas no la tienen segura, ya que en Argentina y Brasil, por ejemplo, dichas
unidades productivas ya fueron controladas por sus socios extranjeros. En
México, subrayó, eso todavía no sucede, lo cual es una ventaja y significa que
tienen fortaleza financiera, “pero depende de cómo se dé la competencia en cada
rama podrán mantener la propiedad de sus empresas o no. Muchas de ellas
seguirán expandiéndose en forma importante”.
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PIE DE FOTO
Las grandes empresas enfrentan una importante
competencia internacional y las micro, pequeña y medianas podrían desaparecer o
ser absorbidas, aseguró Jorge Basave Kunhardt, del Instituto de Investigaciones
Económicas.