Boletín UNAM-DGCS-004
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RECUBRIMIENTO
PROTECTOR ABSORBE 98% DE LOS RAYOS ULTRAVIOLETA
· Alarga la vida de las láminas de
ocho meses a más de 10 años: investigadores del Instituto de Física
·
Podrá ser utilizado en techos de lámina acanalada de casas ubicadas en
zonas de alta insolación
·
La exposición prolongada a ese tipo de radiación causa cáncer en la
piel, acelera el envejecimiento y degrada gran cantidad de materiales
Importante
aportación realizaron investigadores del Departamento de Física Aplicada y
Tecnología Avanzada (FATA), del Instituto de Física de la UNAM, con sede en
Juriquilla, Querétaro, al crear un recubrimiento protector de rayos
ultravioleta que absorbe más de 98 por ciento de éstos, para utilizarlo en las
láminas acanaladas que sirven como techo de viviendas, bodegas y naves
industriales,.
El
recubrimiento que permite aumentar la
vida útil de las láminas de ocho meses a diez años, en sistios ubicados a una
altura de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, beneficiará especialmente a
las comunidades ubicadas en zonas de alta insolación, explicó el investigador
Rogelio Rodríguez Talavera.
Víctor Castaño
Meneses, director del FATA, señaló por su parte que este tipo de radiación
proveniente del sol, en exposiciones prolongadas puede causar cáncer en la piel
además de que acelera el proceso de envejecimiento.
Recordó que los rayos UV son responsables
de quemaduras severas por exposición indebida y afecta en situaciones donde
incluso parece haber protección, como puede ser cubrirse con una sombrilla.
Castaño Meneses
refirió que los rayos UV son los causantes de la formación de radicales libres
en nuestro organismo. Ello ocurre cuando penetran y rompen las cadenas de ADN
contenidas en las células, las cuales mueren. Por eso envejecemos con mayor
rapidez.
En los materiales
expuestos al sol, la situación no es diferente. Se degradan hasta hacerse
polvo, y en el caso de las láminas acanaladas de las techumbres se forman
agujeros que obligan a sustituirlas de forma continua.
Este problema se
acentúa en regiones a gran altura donde la radiación UV es más intensa, aclaró
Rodríguez Talavera. Esos rayos tienen energía suficiente para romper enlaces
carbón-carbón, carbón-hidrógeno, carbón-oxígeno en las moléculas que forman el
plástico, la madera u otros tipos de materiales.
Ante tal situación,
los científicos crearon el recubrimiento que se aplica con brocha sobre una
lámina acanalada hecha de harina de madera (triturada finamente) y aglutinada
con un polímero -en este caso es polipropileno-. "Estimamos, según las
pruebas de ataque ultravioleta acelerado, que la duración sería de diez años o
más".
Se trata de un
recubrimiento económico, muy resistente al intemperismo y a la abrasión, que se
puede colorear con cualquier pigmento inorgánico. Para su fabricación
"usamos una combinación apropiada de cerámicas que absorben los rayos UV y
un aglutinante que, a su vez, soporta la radiación".
Uno de los aspectos
importantes para hacer que un desarrollo tecnológico llegue a la sociedad,
añadió, es el costo, por lo cual se estudió la absorción de UV y disponibilidad
de diferentes óxidos que se encuentran en la naturaleza, así como las posibles
uniones químicas que tendrían con el polímero que funciona como aglutinante,
hasta encontrar los candidatos idóneos a un precio accesible.
El recubrimiento ya
aplicado puede tener un espesor de únicamente 0.2 o 0.3 milímetros, resulta muy
eficiente y brinda una protección, como se mencionó, de 98 por ciento, en
especial en las láminas de harina de madera conocidas como Polywood.
A pesar de que el
invento se hizo para ese tipo de láminas, puede aplicarse en cualquier
superficie. Castaño señaló que incluso podría funcionar para evitar que el sol
"se coma" la pintura de los coches, así como para impermeabilizantes
y muebles de jardín que permanecen en la intemperie.
Rodríguez Talavera
aclaró que por requerir de una mezcla de óxidos, el recubrimiento no puede ser
transparente.
El científico
añadió que a pesar de que existen diversas empresas interesadas en el
desarrollo, la mayoría no están dispuestas a trabajar en su escalamiento
industrial. "No es lo mismo hacer un litro de recubrimiento en un matraz
de laboratorio, que fabricarlo en un reactor de cuatro mil litros. En volúmenes
grandes cualquier error o falla representa miles de pesos de pérdida".
Se requiere una
empresa dispuesta a trabajar y que pueda llevar el producto, con la calidad que
desean los universitarios, hasta los anaqueles, lo cual puede tomar todavía
algunos meses más, finalizaron los científicos.
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PIES DE FOTO
Los materiales
expuestos al sol se degradan, y en el caso de las láminas acanaladas de las
techumbres se forman agujeros que obligan a sustituirlas de forma continua,
aseguró Víctor Castaño Meneses, del FATA.
Rogelio Rodríguez Talavera, del Instituto
de Física, explicó que el recubrimiento protector de rayos ultravioleta es un
desarrollo importante para las comunidades marginadas que se ubican en zonas de
alta insolación, así como para bodegas y naves industriales.