06:00 hrs. Octubre 10 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-994

 

LA POBREZA, SERIA LIMITACIÓN PARA UN SANO CRECIMIENTO DEL MERCADO INTERNO: EDUARDO PASCUAL

 

·        El académico de la Facultad de Economía dijo que en el origen de nuestro atraso están la desigualdad y la pobreza

·        Sin embargo, dijo, éste no es un estilo de desarrollo privativo de nuestro país

 

El esquema de pobreza actual de México es una seria limitación al crecimiento sano de un mercado interno y, en ese sentido, forma un contrapeso al desarrollo social y económico de los mexicanos, afirmó Eduardo Pascual Moncayo, de la Facultad de Economía (FE).

 

Aunque desigualdad y pobreza, consideró, están en el origen de nuestro atraso, éste no es un estilo de desarrollo privativo de nuestro país.

 

En efecto, indicó, en México como en otros países de América Latina el desarrollo económico ha sido impulsado por sus procesos de urbanización, los cuales sólo se han concentrado en algunas zonas urbanas.

 

Esta concentración, reflejada en las metrópolis más importantes del país, se puede ver en la aportación de ciertos estados de la República al Producto Interno Bruto (PIB), explicó.

 

Así, sucede en regiones como el Distrito Federal, Nuevo León, Jalisco y la parte industrializada del Estado de México, donde se concentra alrededor del 50% del PIB.

 

Al dictar la ponencia Desigualdad regional y pobreza, el economista destacó que la amplia desigualdad entre las entidades se debe no tanto a la diferente dotación de recursos naturales o humanos sino al tipo de relaciones establecidas entre ellas, "de tal manera que las más atrasadas subsidian a las más avanzadas en términos de recursos humanos, físicos y económicos, en general, así como de beneficios sociales".

 

En el aula de videoconferencias "Ricardo Torres Gaytán" de la FE, el académico enfatizó en la necesidad de contar con una política de desarrollo regional que se sitúe muy estrechamente con los criterios de desarrollo sustentable.

 

Aunque en ocasiones suele considerarse el descenso relativo de la población rural como una muestra de desarrollo, en México ha sucedido lo contrario, pues si bien es cierto este sector ha presentado un  decrecimiento, esto no se ha visto reflejado en un incremento en los niveles de vida, manifestó.

 

En este sentido, refirió, es evidente que la urbanización también repercute en los costos ambientales y la presión sobre recursos finitos como el agua y los energéticos, lo cual ya se hizo presente en nuestro país.

 

Así, cualquier criterio, dimensión o política que se lleve a cabo, debe conducir necesariamente a la posibilidad de sobrevivir con los niveles necesarios de recursos como el agua y los energéticos, indicó.

 

Ello implica voluntad política y capacidad de buscar un consenso social para emprender la tarea de atender los problemas de la pobreza, las desigualdades regionales, la protección al medio ambiente y el uso racional de los recursos.

 

Sin embargo, dadas las condiciones internas y externas, estas metas resultan difíciles de alcanzar, aunque podría empezarse por buscar el consenso político entre quienes gobiernan, porque ellos tienen la posibilidad de tomar las decisiones sobre el futuro, aún incierto, del nuestras regiones y el medio ambiente, concluyó.

 

-0o0-

 

Píe de foto 1

 

Eduardo Pascual Moncayo, de la Facultad de Economía, dijo que en el origen de nuestro atraso están la desigualdad y la pobreza

 

Pie de foto 2

 

Al dictar la conferencia Desigualdad regional y pobreza, el académico de la FE, dijo que el esquema de pobreza actual de México es una seria limitación al crecimiento sano de un mercado interno.