16:00 hrs. Octubre 5 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-980

 

 

PROPONE GIRE CAMBIOS A REGLAMENTACIÓN EN MATERIA DEL ABORTO

                                              

·        Deben especificarse las instancias del sector salud que, de acuerdo con la ley, puedan realizarlo

·        Se tendría que contemplar la posibilidad de que sea practicado por profesionales del sector privado: Norma Ubaldi Garcete

·        El aborto, tercera causa de mortalidad materna, en México

 

La reglamentación en materia del aborto debe incluir los siguientes puntos: instancias del sector salud que, de acuerdo con la ley, puedan realizarlo, así como las responsables de emitir la autorización correspondiente, la posibilidad de que sea practicado por profesionales del sector privado, señaló Norma Ubaldi Garcete, coordinadora del Área de Enlace Institucional del Grupo de Información de Reproducción Elegida (GIRE).

 

En el Seminario Embarazo no planeado en jóvenes, inaugurado por Joaquín López Bárcena, director general de Servicios Médicos de la UNAM, la experta propuso que dichas normas tendrían que especificar que la forma de pensar de los prestadores de servicios de salud no debe impedir, en los casos permitidos, que se lleve a cabo esa práctica.

 

Hoy en día, afirmó, las leyes mexicanas en relación con el aborto señalan que son siete las causales que no son castigadas penalmente. De ellas, afirmó, cabe señalar que la única en la que coinciden todas las entidades federativas es en caso de violación, y solo una, Yucatán, no lo castiga cuando existen motivos económicos que lo justifiquen y la mujer tenga al menos tres hijos.

 

Añadió que si se combina la falta de reglamentación con la desinformación que existe sobre las causas no punibles del aborto, “podríamos, a grosso modo, concluir que en términos reales y objetivos, éste no constituye un derecho de las mujeres en México”.

 

La cuestión, insistió, es que el aborto en nuestro país es un problema de salud pública, porque a decir del Consejo Nacional de Población es la tercera causa de mortalidad materna. No obstante, “hay que tener presente que cualquier cifra sobre este tema es solamente un acercamiento a la verdadera magnitud, pues el carácter clandestino e ilegal de éste hace que sea imposible obtener informaciones y datos precisos sobre su práctica”. En este sentido, resaltó que en las naciones donde es legal, aseveró, muere una mujer por cada cien mil abortos, y en las que es ilegal fallecen mil por cada cien mil abortos.

 

El aborto en México, prosiguió, también es un asunto de justicia social, pues mientras las mujeres con recursos económicos suficientes se lo practican en buenas condiciones médicas, las de escasos recursos económicos y educativos ponen en riesgo sus vidas o, cuando menos, su capacidad reproductiva. Las infecciones generadas en el aparato genital, como producto de abortos practicados en malas condiciones o por personas inexpertas, informó, pueden derivar en endometritis, pelviperitonitis, septicemia, perforación uterina, endomiometritis, insuficiencia renal aguda, tétanos, entre otros padecimientos.

 

Agregó que en el ámbito mundial, el 72% de la población está regida por leyes que permiten el aborto por razones amplias; el 18%, vive en naciones que lo autorizan para salvar la vida de la madre, encontrándose en este grupo la mayoría de los países islámicos, casi dos tercios de los de América Latina, una mayoría de los africanos e Irlanda, y el 10% habita en países donde está totalmente prohibido, como el Vaticano, Colombia, Chile, Filipinas, Irán, malta, Pakistán, Somalia y Zaire.

 

Por su parte, Francisco Fernández Peredes, responsable de la Clínica de Medicina en Adolescencia del Hospital Materno Infantil Inguarán, el cual pertenece a la Dirección General de Servicios de Salud del Departamento del Distrito Federal, expresó que las alteraciones que llegan a presentar  las mujeres con embarazos precoces, es decir, en aquellas mujeres que todavía no termina su desarrollo físico, son: cesárea, anemia, incremento en el número de toxemia, entre otros.

 

En el caso de los productos de estas madres, aseguró, es probable que tengan bajo peso al nacer, hay mortalidad infantil en los primeros dos años o malformaciones congénitas, las cuales se presentan entre el 19 y 15 por ciento de los casos.

 

Este tipo de embarazos, además, traen como consecuencia, además, algunos problemas psicosociales, como divorcio, madres solteras, baja escolaridad, limitación del desarrollo social las perspectivas económicas de esas mujeres.

 

En los hijos de las adolescentes hay muchos casos de crecimiento deficiente, experiencias sexuales tempranas, retraso en pruebas psicosociales y riesgo de maltrato.

 

Ha disminuido la cifra de embarazos en adolescentes, el año pasado fueron 340 mil. Pero hay que tener en cuenta que este sector de la población ha crecido considerablemente: en los años 80 en México había 17 millones de personas entre 10 y 19 años, actualmente son entre 21 y 22 millones, la mitad de ellas mujeres.

 

Gregorio Pérez Palacios, jefe de la Unidad de Investigación, Enseñanza y Comunicación en Salud Reproductiva de la Facultad de Medicina de la UNAM, en su momento, destacó que debe seguir la búsqueda de nuevas estrategias para evitar que las jóvenes se embaracen.

 

El reto es, concluyó, lograr que las mujeres de esa edad pospongan su vida reproductiva hasta después de los 20 años. “Aquí es donde hay que trabajar más duro”, aseveró.

 

 

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Foto 1

 

Gerardo Guerreo, coordinador de comunicación de la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad, en el extremo derecho, aseguró que la publicidad se ha profesionalizado y sofisticado en los últimos años.

 

Foto 2

 

Francisco Brito, de la Procuraduría Federal del Consumidor (al centro) dijo que esa dependencia se ha preocupado, sobretodo en los últimos años, por los niños y adolescentes.