14:30 hrs. Octubre 4 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-974

 

LA SITUACIÓN DE EU NO PROPICIARÁ EL REGRESO MASIVO DE MIGRANTES A MÉXICO

 

·        Investigadores de la UNAM, aseguraron que ello permitirá que continúe la entrada al país de remesas de entre seis mil millones y ocho mil millones de dólares

·        Imposible que en el corto plazo el acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos se lleve a la mesa de negociación

 

La recesión económica y los efectos de los atentados ocurridos en Estados Unidos no provocarán el regreso masivo de inmigrantes a México, porque el país carece de condiciones para ofrecerles empleo y mejores expectativas de vida, aseguraron investigadores de la UNAM.

 

Con ello, resaltaron, continuará la entrada de remesas de entre seis mil millones y ocho mil millones de dólares a México, provenientes de los connacionales que residen en Estados Unidos, con los beneficios que ellos significa para la economía del país.

 

Estas divisas que llegan a México gracias a los migrantes en el 2000 significaron 100% del saldo negativo de la balanza comercial; el 50% de las exportaciones petroleras totales; el 200% de las agropecuarias; una tercera parte de los bienes de capital, es decir, se importan 24 mil 130 millones de dólares -8 mil millones de los "braseros"-; el 60% de la inversión extranjera directa y 33.5% del saldo acumulado a diciembre del Fondo Acumulado de Ahorro para el Retiro de los mexicanos.

 

Los académicos advirtieron que en el corto plazo es casi la nula posibilidad de que el tema sobre el acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos vuelva a incluirse en la agenda de discusión, dado que en estos momentos para el país del norte es más urgente y prioritario su lucha contra el terrorismo.

 

Sin embargo, consideraron que en el mediano y largo plazo el tema tendrá que regresar a la mesa de negociación debido a la necesidad de Estados Unidos de mano de obra y de acciones estratégicas con miras a las elecciones.

 

En conferencia de prensa, los académicos Elaine Levine Leiter, del Centro de investigaciones sobre América del Norte (CISAN); José Isaías Morales Nájera y Manuel Días Mondragón, de la Facultad de Economía (FE) hablaron sobre "El impacto económico y social de residentes mexicanos en Estados Unidos".

 

Elaine Levine manifestó la necesidad de que México ponga en marcha mecanismos para reactivar la economía y la creación de empleos, porque es imposible que un país tenga como fuente generadora a otra nación, además de que exportar mano de obra "es un mal negocio".

 

En la sala de Juntas de la FE, informó que es imposible separa el impacto de los atentados del proceso de recesión estadounidense, el cual está presente debido a que es probable que en este tercer trimestre del año y se prevé que también el cuarto tendrán un crecimiento negativo.

 

A lo largo de la última década, dijo, en Estados Unidos se registró un importante crecimiento del flujo migratorio. En Nueva York viven tres millones de hispanos, de los cuales cerca de la mitad pueden ser inmigrantes. La mayoría son de origen puertorriqueño y dominicano, mientras los mexicanos representan una cantidad mucho menor.

 

Los mexicanos, explicó, quienes incrementaron su presencia en el noreste de Nueva York y todo Estados Unidos, emigran en busca de empleo. A pesar de que son trabajos que los nativos rechazan por mal pagados, insalubres y desagradables nuestros connacionales los aceptan por significar un ingreso aproximado de diez veces más de lo que podrían ganar aquí.

 

Estos migrantes, precisó, constituyen la capa de lo que se llama working poors, es decir, los pobres que trabajan en Estados Unidos, pues aún cuando laboran tiempo completo durante todo el año, no ganan lo suficiente para rebasar "el umbral de pobreza" en esa nación.

 

La investigadora indicó que la incidencia de pobreza en la población hispana en su conjunto es de alrededor de 21 ó 22% y de tres o cinco por ciento más entre los mexicanos por los bajos niveles de capacitación frente a los otros grupos.

 

Más allá del efecto inmediato, expuso, se debe tomar en cuenta el impacto de la recesión que ya venía desencadenándose y todo lo que se generará a raíz del miedo y el temor. Racionalmente, no habría razón para que se detuvieran varios aspectos de la economía de Estados Unidos ni para que se agudizara la recesión, al contrario, habrá aspectos que reactivarían la economía como el nuevo plan de 75  a más de 100 millones de dólares que el gobierno destinará para ello, pero el temor de las expectativas cambiaron la situación.

 

A esto se suma, agregó, que con los atentados aumentarán los prejuicios de la población contra los migrantes y se exacerbará el nacionalismo, la discriminación y el racismo.

 

Por su parte, el investigador de la FE, José Isaías Morales Nájera, señaló que en los últimos 120 años se ha registrado un movimiento migratorio constante de mexicanos a Estados Unidos. Así, entre 1970 y 1990 el crecimiento anual fue de 760 mil a 4.3 millones de personas, es decir, 8.7%. Para el 2000, fue de 8.2 millones de residentes.

 

De cada 10 mexicanos que se van al exterior, 9.7 se dirigen a Estados Unidos, o sea, el 97% del flujo migratorio.

 

Recordó que en el último siglo se han reportado cuatro "oleadas" de mexicanos que se van al país del norte. La última fue durante la crisis de los 80. Esto es, en el periodo 83-97 se crearon en nuestro país 5.8 millones de empleos remunerados, pero al año se incorporaron al mercado de trabajo 1.1 millones de jóvenes, por lo que 10.3 millones quedaron desempleados y fueron empujados a la economía informal o a Estados Unidos.

 

La contraparte, añadió, es que esa nación también requiere tiene gran cantidad de ofertas de empleo. Otro factor que en la actualidad influye es el menor dinamismo de las economías de Japón y Europa.

 

El especialista mencionó tres patrones de migración: temporal, el que residen en Estados Unidos y no envía dinero a México y la transmigración que son quienes viven en ambos países, es decir, regresan al nuestro en forma permanente.

 

A su vez, el académico de la FE, Manuel Díaz Mondragón, recalcó que sobredimensionar el regreso de los migrantes es demasiado, porque aunque tienen temor no se ha convertido en pánico. A esto se añade que la mayoría vive en otros estados, por lo que los atentados no los impactaron en forma directa. En California reside el 40.9%, mientras en Texas el 24.6% y en Washington sólo el 1.6%.

 

Para que 10.3 millones de mexicanos que viven en esa nación en forma legal o ilegal vuelvan a México necesitan condiciones de sobrevivencia.

 

Tanto Díaz Mondragón  como Morales Nájera dijeron que podrían regresar entre 10 mil y 50 mil migrantes, quienes a mediano o largo plazo volverán a Estados Unidos en busca de empleo.

 

Manuel Díaz dio cinco líneas de acción fundamentales para establecer un plan económico: transparencia y definición de la reforma fiscal; un pacto político que permita a la ciudadanía confiar en los partidos políticos y el Ejecutivo Federal; crear un programa de reestructuración del sistema financiero; poner en práctica acciones para eliminar la dependencia del exterior, fomentar el mercado interno con el apoyo a la pequeña y mediana industrias, y elaborar un programa de reactivación del sector agrícola.

 

 

 

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FOTO 1

 

Elaine Levine Leiter, académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAB) de la UNAM, habló sobre "El impacto económico y social de residentes mexicanos en Estados Unidos" en la Facultad de Economía

 

FOTO 2

 

En México son importantes las divisas que entran de parte de los migrantes residentes en Estados Unidos, señaló José Isaías Morales Nájera, académico de la Facultad de Economía en la conferencia de prensa "El impacto económico y social de residentes mexicanos" en ese país