21:00 hrs. Octubre 1 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-960

 

 

 

EN MÉXICO, EL COMERCIO  EXTERIOR ES EL MAYOR GENERADOR DE EMPLEOS: ALDO FLORES

 

 

·        El funcionario de la SRE destacó que en siete años de vigencia del TLC con Estados Unidos el comercio bilateral se ha triplicado

·        Jesús Silva Herzog opinó que, sin embargo, en el caso de nuestro se ha descuidado el mercado interno

 

 

Los tratados de libre comercio firmados por nuestro país han sido un buen negocio, como lo demuestra el establecido con Estados Unidos, pues el comercio bilateral se ha triplicado en sus siete años de vigencia, aseguró Aldo Flores, director general de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

 

Al participar en la primera sesión de las jornadas sobre “México y los Tratados de Libre Comercio”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Flores agregó que el sector que más empleos genera en nuestro país es el ligado al comercio exterior, en particular el exportador; además de ser el que paga los mejores sueldos, entre 30 y 60% más que los del sector orientado a la economía interna.

 

En este periodo, el comportamiento de nuestra balanza comercial con Estados Unidos de ser deficitario pasó a ser superavitario; la inversión extranjera directa subió de tres o cuatro mil millones de dólares anuales a 12 mil millones. “Salvo que la economía mundial no se recupere no hay razones para esperar que esta tendencia se revierta”, agregó el funcionario de la SRE.

 

Sostuvo que, en general, a los países pequeños que se unen en tratados de libre comercio con naciones más poderosas les tiende a ir bien en términos de comercio, salarios e inversión.

 

Explicó que estos tratados asignan mejor los recursos productivos del país. Para que eso suceda en México, “necesitamos un sistema legal creíble, un sistema financiero estable, e infraestructura que permita la movilización de factores productivos a bajo costo. Sin ello, el libre comercio genera beneficios que no están al alcance de las mayorías”.

 

Aldo Flores advirtió que estos tratados son oportunidades que nos han generado beneficios, pero “tenemos mucho por hacer en cuanto a nuestras políticas internas de promoción industrial, educación e infraestructura”.

 

Por su parte, Jesús Silva Herzog, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, reconoció que el TLC con Estados Unidos ha sido positivo para el país, “sería difícil explicarnos la salida relativamente rápida de la crisis de 1994-1995 sin él”, aseguró.

 

Sin embargo, en todo proceso de este tipo hay ganadores y perdedores, y en México se han tenido disparidades severas desde el punto de vista sectorial y regional, se ha descuidado el mercado interno y amplios grupos de la planta productiva han sufrido con la apertura rápida, excesiva y generalizada de las fronteras.

 

Destacó que México es uno de los países que tiene firmados mayor número de tratados de libre comercio, lo cual no podría explicarse sin un cambio radical que tuvo lugar en aspectos fundamentales de política económica y que condujeron a una transformación profunda en nuestra política comercial.

 

Silva Herzog opinó que la globalización no es una alternativa sino una realidad. En la actualidad, 80% de la producción mundial no cruza fronteras sino que se destina a los mercados internos de cada país; nueve de cada diez trabajadores laboran para el mercado interno de cada nación, y 90% de la formación de capital en el mundo está financiada por ahorro interno.

 

Este proceso ha conducido a un mayor grado de desigualdad entre países, entre regiones y sectores. La mayor parte de las naciones han permanecido como meros espectadores de la globalización.

 

Informó que de los 15 países más importantes del mundo –dentro de los cuales se encuentra el nuestro por su economía– el único que ha perdido el control de manos nacionales de su sistema bancario es México, el resto lo mantiene por razones estratégicas fundamentales.

 

Al hablar del TLC y ecología, Manuel Arango Arias, presidente del Consejo Consultivo del Agua, subrayó que la deforestación de los bosques tropicales arrasa cada año con 17 millones de hectáreas, lo que implica que en 40 años desaparecerá la mitad de los bosques, incluyendo el Amazonas.

 

Además, ha desaparecido 40% de los bosques tropicales y su capacidad para absorber dióxido de carbono, generar oxígeno y retener el agua en el suelo.

 

En el caso de México, 157 millones de hectáreas, que representan 80% del territorio, registran cierto grado de erosión; de ellas, 30% sufren erosión severa y 16% muestran un avance crítico de desertificación.

 

El acto, que continuará los días martes y miércoles en el Centro Cultural Isidro Fabela, fue inaugurado por el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diego Valadés.

 

 

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