Boletín UNAM-DGCS-944
Pies de Foto al Final del Boletín
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Asegura el profesor emérito de la FI que no fue poco el tiempo que
estuvieron sometidos ambos edificios a temperaturas muy altas
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Especialistas universitarios analizaron en la Facultad de Arquitectura
el comportamiento estructural de los edificios del World Trade Center tras el
ataque terrorista
Las estructuras de
los edificios del World Trade Center
de Nueva York tuvieron un comportamiento satisfactorio ante el impacto de los
aviones utilizados por los terroristas para perpetrar su ataque, afirmó Oscar
de Buen López Heredia, profesor emérito de la Facultad de Ingeniería (FI) de la
UNAM, quien destacó el tiempo que tardaron en derrumbarse, fundamentalmente por
la exposición a las altas temperaturas provocadas por el incendio.
En la mesa redonda
“Análisis del comportamiento estructural de las Torres Gemelas de Nueva York”,
realizada en la Facultad de Arquitectura (FA), De Buen López Heredia, junto con
otros especialistas universitarios, calificaron de central el papel del
incendio, provocado por el combustible
de los aviones, en el derrumbe de los edificios neoyorquinos.
Explicó que la
resistencia del acero de las columnas de las Torres Gemelas disminuye entre los
250 y 500 grados Farenheit, pero a partir de los 800 grados en la misma escala
se reduce de manera drástica. La temperatura a la que se sometieron ambos
edificios con el incendio posterior al impacto de los aviones fue de
aproximadamente dos mil grados Farenheit, indicó.
Acompañado por los
arquitectos Wolfram Oehler Brueckner, Jesús Aguirre Cárdenas, Jaime Nenclares
García y Eduardo Navarro Guerrero; los ingenieros Hilario Prieto Calderón y Sergio
González Karg, así como el director de la Facultad de Arquitectura, Felipe Leal
Fernández, De Buen López Heredia sostuvo que la estructura tubular de las
Torres Gemelas, sistema que ya no se utiliza en construcciones modernas, se
comportó bien dado el tiempo que tardaron en caer ambos edificios.
Por su parte, el
también profesor emérito de la FA, Jesús Aguirre Cárdenas, señaló que tras el
impacto de las aeronaves la vibración de la estructura pudo experimentar un
efecto de resonancia que la afectó aún más e influyó en su desplome.
En tanto, Sergio
González Karg, académico de las facultades de Ingeniería y Arquitectura, indicó
que para la demolición de edificios se colocan de manera diagonal elementos que
funden las estructuras metálicas para que el derrumbe siga una trayectoria
vertical.
En el caso de las
torres del World Trade Center de
Manhattan, dijo, los aproximadamente 90 mil litros de turbosina con que estaban
cargados los aviones que se estrellaron actuaron como fundente que alcanzó una
temperatura cercana a los dos mil grados Farenheit.
A su vez, Jaime
Nenclares García se refirió al efecto multiplicador que significó la caída
repentina de los pisos superiores, cuyo peso se calcula en 40 toneladas por
metro cuadrado, sobre los más bajos, cuya estructura ya estaba resentida por
las altas temperaturas. Sumado a lo anterior el factor de la gravedad, precisó,
el peso que se desplomó sobre los niveles inferiores de las Torres Gemelas fue
de al menos ocho millones de toneladas.
El catedrático de la FA
añadió que el acero utilizado en las columnas que soportaban el peso de ambos
edificios es un buen conductor del calor, lo cual facilitó el debilitamiento
estructural de ambas construcciones.
En su participación,
Wolfram Oehler Brueckner consideró que el tiempo que estuvieron expuestas las
estructuras metálicas de ambas torres, así como la temperatura que alcanzaron,
fue un factor determinante en el derrumbe final de las mismas.
El académico
universitario aseguró que la caída más rápida del segundo edificio obedeció a
que el impacto del avión con el que fue atacado se registró unos cuantos
niveles más abajo que en la torre atacada en primer término. La carga que tuvo
que soportar, en consecuencia, fue mucho mayor, puntualizó.
Oehler Brueckner
concluyó que la alta presión a la que estaba cargado el combustible del
aeroplano permitió que el fuego se distribuyera a gran velocidad en los tres
pisos que resultaron afectados por la colisión del avión.
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Pies de fotos
Hilario Prieto
Calderón y Wolfram Oehler Brueckner, durante la mesa redonda en la que se
analizó el comportamiento estructural de las Torres Gemelas, en la Facultad de
Arquitectura de la UNAM.
Felipe Leal,
director de la Facultad de Arquitectura, presentó al grupo de especialistas
universitarios que analizaron el derrumbe de las Torres Gemelas tras los
atentados terroristas.
Hilario Prieto
Calderón, Oscar de Buen López Heredia, Sergio González Karg y Jaime Nenclares
García, especialistas universitarios que hablaron sobre el comportamiento
estructural de las Torres Gemelas de Nueva York.