13:00 hrs. Septiembre 25 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-938

 

 

Pies de Foto al Final del Boletín 

AÚN NO ES TIEMPO PARA UNA REFORMA INTEGRAL DE LA CONSTITUCIÓN: FERNANDO SERRANO MIGALLÓN

 

·        Señala el director de la FD la necesidad de dejar que la vigente funcione libremente, ahora que han desaparecido sus ataduras

·        Aspectos concretos de la ley fundamental actual deben revisarse, como la no reelección de legisladores y los derechos de los pueblos indígenas, indicó

·        Necesario, aseguró, que los partidos políticos superen sus respectivas crisis para avanzar en el fortalecimiento de la democracia

 

Antes de pensar en una nueva constitución política para México es necesario dejar que la vigente funcione en plenitud, ya que a partir del cambio en la titularidad del Poder Ejecutivo Federal se le quitaron muchas de las ataduras que le impedían desenvolverse por sí misma, aseguró el director de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, Fernando Serrano Migallón.

 

Muy probablemente, explicó, desde1917 hasta el 2000 en nuestro país no se dejó actuar a una ley fundamental que fue elaborada con visión ejemplar por el constituyente, quien le incorporó las garantías sociales y la rectoría económica del Estado, entre otros elementos trascendentales.

 

Durante la conferencia “¿Qué es la Constitución mexicana, por qué y para qué reformarla?”, que ofreció con motivo de la inauguración de los Cursos de Apoyo Académico para los estudiantes de doctorado en la FD, Serrano Migallón señaló que en el momento por el que atraviesa el país no es conveniente convocar a un congreso constituyente que revise de manera integral nuestra Carta Magna.

 

En la actualidad, continuó, y ante la ausencia de los controles corporativos que tradicionalmente ejercía el presidente de la República, es necesario que el sistema político mexicano se desarrolle conforme a su dinámica propia.

 

Serrano Migallón consideró más acertado realizar algunas adecuaciones a los preceptos constitucionales en lugar de reformar la ley fundamental en su totalidad.

 

Mencionó al respecto que ya no existen las razones históricas que motivaron el impedimento para que los legisladores puedan reelegirse y es necesario, en estos tiempos, permitir que los representantes puedan desarrollar carrera legislativa.

 

Asimismo, agregó, habría que cambiar algunas normas sobre la integración de las cámaras del Poder Legislativo, ya que es absurdo que en el Senado de la República existan cuatro senadores por entidad elegidos por tres principios distintos.

 

En el caso de los pueblos indígenas, Serrano Migallón afirmó que el tratamiento que recibían en la constitución antes de la aparición del EZLN era muy malo. Las recientes reformas en la materia no agotaron el tema, manifestó, pero constituyen un adelanto que debe ser aprovechado para avanzar en los puntos que quedaron pendientes.

 

Por otra parte, el director de la FD subrayó que el problema político fundamental de México son sus partidos políticos, ya que no se puede pensar en un régimen democrático sin estas organizaciones, pero los tres institutos políticos mayoritarios en nuestro país están en crisis por diversas razones.

 

El Revolucionario Institucional perdió el poder después de 74 años y no sabe cómo funcionar sin alguien que le dé línea; el de la Revolución Democrática, desde su fundación, no ha sabido conjuntar a los grupos de distinto origen que lo forman; y en el Partido Acción Nacional “no se han dado cuenta que ganaron sin ganar”, puntualizó.

 

Los partidos políticos deben consolidarse, fortalecerse internamente y recuperar la capacidad de discusión interna para que puedan darse nuevos pasos en el fortalecimiento de la democracia mexicana.

 

El director de la FD sostuvo que, además de ser necesaria una modificación del texto constitucional actual para convocarlo, dicho congreso no podría cambiar la esencia del Estado mexicano, el cual no dejará de ser, dijo, republicano, federal, representativo y democrático, cuyas normas jurídicas consagran las garantías individuales.

 

Fernando Serrano recordó que el poder constituyente se caracteriza por ser absoluto y originario, de manera que aún cuando se le indiquen los lineamientos que habrá de contener la constitución que elabore, es un poder completamente autónomo en su actuación.

 

En otro orden, continuó, convocar permanentemente a plebiscitos es una actitud que debe asumirse con precaución, ya que la mayoría de los regímenes autoritarios han buscado legitimarse por esa vía.

 

Utilizar ese mecanismo para que sea la población la que decida sobre cuestiones fundamentales, indicó, requiere una reglamentación adecuada que establezca, entre otras cosas, porcentajes mínimos de participación del electorado para que sus resultados sean válidos y no se usen para justificar medidas arbitrarias.

 

El funcionario universitario señaló que reformar íntegramente la constitución no constituye un fin en sí mismo y generaría más problemas que soluciones en un país que aún está en proceso de aprender a vivir en democracia. Se correría el riesgo, dijo, de elaborar una ley fundamental amorfa que obstaculice la actividad política.

 

En la conferencia, Fernando Serrano estuvo acompañado por el jefe de la división de Estudios de Posgrado de la FD, Ruperto Patiño Manffer, y el catedrático de la dependencia Luis Molina Piñeiro.

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