Boletín UNAM-DGCS-936
LOS ATENTADOS A
EU TORNAN MÁS DIFÍCIL Y COMPLICADA LA DISCUSIÓN DE LOS DERECHOS INDÍGENAS
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Pueden quedarse en el tintero de las Nacional Unidas y de la OEA las
declaraciones sobre los derechos de los pueblos indígenas, dijo Marcos Matías,
director general del Instituto Nacional Indigenista
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Inauguró el diplomado Derechos indígenas, derechos humanos, organizado
por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la Academia
Mexicana de Derechos Humanos y el INI
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No puede haber concesiones en la defensa y promoción de los derechos
humanos de los pueblos indígenas: Pérez Correa
Los atentados del 11
de septiembre en Nueva York y Washington tornan más difícil y complicada la
discusión de los derechos indígenas, sobre todo si asumimos que el
reconocimiento de los derechos colectivos, como la libre determinación y la
autonomía, implican un replantamiento de la noción clásica de las naciones
modernas, así lo señaló Marcos Matías, director general del Instituto Nacional
Indigenista (INI).
Comentó
que si bien es cierto el terrorismo no es consustancial a un pueblo o religión
determinada, hay señales claras de que los grupos subordinados van a ser
observados y cuestionados en sus demandas, fundamentalmente bajo el argumento
de la seguridad nacional y de la integridad de los Estados.
Esta situación
evidentemente perjudica el tema del reconocimiento de los pueblos indígenas, ya
que puede dejar de ocupar la preeminencia que a finales del siglo pasado
alcanzó. Plantear la renovación y evolución de los sistemas políticos y
jurídicos hacia una mayor apertura democrática y pluricultural, probablemente
hará que éstos se tropiecen con tendencias ortodoxas y conservadoras, si no es
que duras y autoritarias.
Al acto inaugural del
diplomado Derechos indígenas, derechos
humanos asistió el director de la FCPyS, Fernando Pérez Correa, quien
resaltó la utilidad de que en todos los ámbitos posibles se reproduzca una
definición de principios, y que la tarea con relación a la cual no pueden haber
concesiones es la de la defensa y promoción de los derechos humanos de los
pueblos indígenas; por eso, concluyó es tan importante para la esta facultad la
promoción de este diplomado.
En el acto –organizado
por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, la
Academia Mexicana de Derechos Humanos y el propio instituto– Marcos Matías
aseguró que la justicia y la democracia deben pasar y contemplar la inclusión
de aquellos sujetos colectivos que culturalmente se distinguen por tener
institución distinta a la de la cultura hegemónica nacional.
Para convencer al
mundo de que pluralismo cultural es una demanda justa tenemos que continuar
analizando, debatiendo y proponiendo argumentos éticos y moralmente razonables.
"Ningún camino nos conducirá a escenarios de paz y convivencia si no
convencemos, mediante el debate de las ideas y la argumentación, que el mundo
tienen que seguir imaginando fórmulas para la convivencia intelectual".
En este sentido,
agregó Marcos Matías, los gobernantes tienen que estar muy atentos a rescatar
los avances que en materia de doctrina, filosofía y derechos humanos se han
alcanzado a través de sus organismos multilaterales y de sus instrumentos
jurídicos.
Hoy la venganza y la
unilateralidad de las decisiones parecen regresarnos a los primeros siglos de
la humanidad, poniendo en peligro no sólo la paz, sino la autoridad y
legitimidad de los órganos y normas construidos en esos tiempos dolorosos.
Para los pueblos
indígenas, insistió el director del INI, estas son malas noticias y recordó que
están en el tintero de las Nacional Unidas y de la OEA las declaraciones sobre
los derechos de los pueblos indígenas.
Los pueblos que se
avecinan pueden también ser el detonante para asumir de una vez por todas que
la intransigencia no es el camino para resolver estos conflictos. "Para
nosotros -dijo- nos queda claro que el reconocimiento de la autonomía sólo
puede darse en el marco de una discusión de reforma del Estado"; es decir,
los derechos indígenas implican una transformación de la geopolítica y de la
descentralización de las decisiones.
En opinión de Marcos
Matías no es suficiente emprender reformas legislativas e incrementar las
políticas públicas. Se requiere de una modificación paulatina de las
estructuras políticas en donde los indígenas, además de participación tengan
poder de decisión, aseguró.
El
reconocimiento a la diferencia no conlleva únicamente a la aceptación del
folclore y las costumbres de los pueblos indígenas. Eso sería culturalismo. El
derecho a la diferencia cultural tiene que ver con la aceptación de
colectividades o de entidades socioculturales válidas de pleno derecho, con
legitimidad y dignidad y, con ello, la aceptación de formas de gobierno de
instituciones políticas y de sistemas normativos propios.
Las políticas de
reconocimiento de la diferencia cultural son una agenda pendiente de la mayoría
de los Estados, incluyendo México. La aspiración de igualdad en dignidad de
derechos que proclaman las cartas internacionales de derecho, sólo podrá
alcanzarse cuando la opción de una buena vida se decida libremente con base en
las preferencias culturales, subrayó el funcionario, quien recordó: este año,
el INI apoya a 273 organizaciones que trabajan en el ámbito de la protección de
los derechos humanos de los pueblos indígenas, en 24 estados de la República.
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