Boletín UNAM-DGCS-929
NECESARIO CREAR MECANISMOS QUE COADYUVEN A GRAVAR PRODUCTOS ADQUIRIDOS A TRAVÉS DE INTERNET
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Evitaría la competencia desleal que se
presenta a nivel mundial, señaló Milagros Sieiro de la Universidad de la
Coruña, España.
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Participó en la conferencia Políticas fiscal
y monetaria en la integración europea, organizada por la FE.
Es necesario
que los productos que se ofertan vía Internet sean gravados en los países donde
finalmente serán adquiridos para abatir así la competencia desleal existente
con el comercio tradicional, al tiempo que brindarían mayor certidumbre
jurídica, destacó Milagros Sieiro, de la Universidad de la Coruña, España.
Durante su participación en la conferencia Políticas fiscal y monetaria en la integración europea, en la
Facultad de Economía (FE), la académica subrayó la problemática existente con
la fiscalidad del comercio electrónico, el cual se ha convertido en un serio
obstáculo de competitividad toda vez que, dijo, en muchas ocasiones se evaden
impuestos con pérdidas difíciles de cuantificar pero que sin duda son
significativas.
Comentó que la tributación del comercio electrónico debe entenderse
como aquél que incluye todas las transacciones comerciales entre organizaciones
o individuos basadas en la transmisión de datos digitales, incluidos textos,
imágenes y sonidos.
Dijo que se trata un reto al que se enfrenta la fiscalidad
internacional la cual, actualmente, se ve obligada a revisar los conceptos tradicionales construidos básicamente sobre los movimientos físicos de las
mercancías.
Los sistemas tributarios, continúo,
se mantienen bajo parámetros de soberanía nacional mientras que la
sociedad de la información constituye una realidad internacionalizada, lo que
representa un serio problema para la creación de un modelo propio de
fiscalización independiente.
Sin embargo, los nuevos mecanismos tributarios no deben tener un fin regulador únicamente, es decir, no sólo
se debe pretender el control de la operación o renta del bien, sino que el
contribuyente disponga también de una
seguridad jurídica y por ende, realizar la declaración de la propia operación,
acotó.
Por otra parte, comentó que el diseño del modelo tributario del
comercio electrónico debe evitar planteamientos tradicionales para poder
someter a gravamen esta nueva realidad económica.
Finalmente, Milagros Sieiro expresó la preocupación europea ante las
pretensiones de los Estados Unidos por promover una zona global de libre
comercio donde gran parte de los productos se ofertarían sin gravamen alguno.
En tanto, Carlos Pateiro Rodríguez, también catedrático de la
Universidad de la Coruña, se refirió a las políticas emprendidas por el Banco
Central Europeo (BCE), sustentadas en un objetivo inflacionario cuya ventaja radica en abandonar la mira monetaria
y de crecimiento económico para adquirir un compromiso que evite perturbaciones
en la formación de los precios relativos.
El especialista explicó que estas políticas sitúan entre el 0 y el 2
por ciento la inflación de tasa interanual, lo que representa un rango estrecho
de acuerdo a la teoría monetaria que busca mayor confianza en el compromiso del
BCE por parte de los agentes.
Sin embargo, aclaró, se tiene el riesgo de que en tanto sea más
estrecho el rango de variación de la
tasa de inflación, más probable sería que la institución bancaria incumpla y
entonces los agentes perderían la confianza y fijarían expectativas de inflación distintas que
perturbarían a los mercados de bienes y
financieros.
De esta forma, a través del compromiso del BCE se produce una mejor asignación de las riquezas disponibles que redundará en un crecimiento
económico, comentó.
Por otra parte, agregó Carlos Pateiro, un objetivo de inflación permite mayor certidumbre para los tipos de
interés a largo plazo, aunque reconoció, no en todos los países se ha logrado
dicha meta, pero en lo general se ha tratado de mantener.
La política emprendida por el BCE permite reducir la incertidumbre sobre los precios y por
tanto, da lugar a una mayor estabilidad
en los mercados financieros, dijo.
Comentó además que, ante la
falta de competencia real en muchos sectores de los países europeos, el Banco
Central Europeo aplica una política
monetaria común y después dictamina que cada una de las naciones lo hagan al
interior de las mismas con el objetivo de continuar con la liberación de los
mercados.
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