15:00 hrs. Septiembre 18 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-913

 

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DEBE CONTINUAR EL PROYECTO DEL GENOMA HUMANO, PERO CON LIMITACIONES: JORGE ISLAS

 

·        El catedrático de la Facultad de Derecho dijo que se deben respetar los derechos individuales

·        El conocimiento del genoma puede predeterminar o anticipar ciertas anomalías genéticas que ponen en riesgo el futuro de una persona.

 

El proyecto de investigación científica del genoma humano es positivo y debe continuar siempre y cuando opere con las debidas limitaciones basadas en cinco derechos preestablecidos: respeto a la vida e integridad física y moral de los individuos; a la dignidad humana; a la intimidad; a la igualdad y la no discriminación, así como a la libertad, afirmó Jorge Islas, director del Seminario de Sociología de la Facultad de Derecho (FD).

 

El catedrático de Derecho Constitucional, dijo que esos derechos fueron plasmados por la UNESCO en una Declaración Solemne sobre el proyecto del genoma y derechos humanos, el 11 de noviembre de 1997.

 

En el marco del ciclo de conferencias sobre aspectos multidisciplinarios en torno al genoma humano, en el auditorio Eduardo García Máynez de la FD, mencionó los impactos positivos de esa investigación científica.

 

El conocimiento del genoma puede predeterminar o anticipar ciertas anomalías genéticas que ponen en riesgo el futuro de una persona. Al existir enfermedades hereditarias, se podrían prevenir o limitar. Los casos más tradicionales, según datos estadísticos, son el cáncer y la diabetes, e incluso, el SIDA, que aunque se transmite por contacto sexual o transfusión sanguínea, en las personas existe una carga de información genética que puede determinar quiénes son seropositivos y pueden transmitir el mal, pero sin desarrollar la enfermedad.

Mencionó que es positivo tener la capacidad científica y tecnológica, así como la visión para mejorar el estado de salud de las sociedades. Hay una preocupación legítima por muchas enfermedades incurables, como las mencionadas, pero se espera que con toda la información generada a través del genoma éstas se puedan inhibir o inclusive limitar.

 

“La salud es un factor de desarrollo de las sociedades, es uno de sus pilares, por lo que el conocimiento del genoma trae beneficios concretos. Las investigaciones científicas deben tener un impacto social benéfico y no prestarse a la comercialización”, añadió.

 

Otro de los beneficios es el estudio de genes para mayor longevidad. “Está demostrado que maniobrando o administrando la información genética se puede conseguir que una persona viva 130 o 150 años”; aquí cabe preguntarse, una vez más, qué beneficios traería tal hecho para la sociedad.

 

Pero no sólo eso: mediante los estudios del genoma es claro que puede encontrarse el origen diverso de las razas y cómo se dio el proceso de desarrollo del hombre. En otro de los beneficios de ese estudio señaló la identificación de delincuentes mediante su huella genética, o la determinación de quiénes son más proclives al alcoholismo, la drogadicción o, incluso, a delinquir.

 

Estos aspectos, agregó Islas, dan una enorme posibilidad de que la persona tenga la oportunidad, en su proceso de formación, de recibir atención y apoyos específicos, para no caer en ese tipo de problemas.

 

Empero, el proyecto del genoma humano también podría tener efectos negativos, como la aparición de actitudes discriminatorias contra personas que en el futuro van a desarrollar alguna enfermedad, por ejemplo. Lo mismo sucedería en el caso de las aseguradoras. O bien, que los padres, siguiendo modas, intenten la selección genética de sus hijos, que éstos sean “bajo pedido”, lo cual crearía una “super raza” con implicaciones sociales, ya que mucha de la riqueza de las sociedades se encuentra en su diversidad y la posibilidad de convivencia con distintas culturas.

 

Jorge Islas mencionó que entre las implicaciones negativas de esa investigación científica estaría la realización de actividades eugenésicas (o interrupción del embarazo debida a la preocupación de los padres por tener hijos perfectos), con consecuencias, incluso a nivel de la procreación y permanencia del ser humano.

 

Esto también puede tener repercusiones en la religión, pues la mayor parte de los individuos se mueven, no por ideas científicas, sino por dogmas y creencias, lo cual podría causar un choque entre 0riente y 0ccidente, finalizó.

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La investigación del genoma humano debe estar limitada por los derechos a la vida, a la dignidad humana, a la intimidad, a la igualdad y a la no discriminación, así como a la libertad, señaló Jorge Islas, de la Facultad de Derecho.

 

 

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Para el catedrático de la Facultad de Derecho, Jorge Islas, el conocimiento del genoma puede anticipar ciertas anomalias geneticas que pondrían en riesgo el futuro de una persona.