06:00 hrs. Septiembre 15 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-905

 

 

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NECESARIO ESTABLECER EL SENTIDO DE LA REFORMA DEL ESTADO

 

 

Si bien es cierto que se pueden hacer buenas aproximaciones a la reforma del Estado, lo importante es saber sobre qué principios institucionales se quiere trabajar, porque si tiene la orientación de un Estado empresarial, no se trataría de un régimen democrático de inclusión sino de una oligarquía, señaló Santiago Hurtado Martín, investigador y académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).

 

El investigador comentó que la reforma, a fin de cuentas, intenta eliminar la vieja concepción de Estado integrado por una confederación de territorio, gobierno y sociedad, para dar paso a una idea democrática burguesa donde se habla de una supuesta asociación de hombres vía un contrato social en la que no existan instituciones mediadoras para resolver conflictos.

 

Explicó que esta nueva idea de Estado lo representa una sociedad civil de origen burgués y partidaria de la reducción a su mínima expresión de la política, lo que redundaría en un gobierno de los más ricos.

 

Abundó que todo apunta hacia una reforma de la dinámica del antiguo régimen para darle sentido al nuevo Estado empresarial.

 

Asimismo, dijo, la Reforma del Estado no sólo depende de las condiciones del interior del país, sino que también esta sujeta a las de índole  exterior en las que se encuentra el desarrollo democrático  burgués, “lo que significa que el mundo se oligarquiza”, dijo.

 

Explicó que si bien, en su mayoría los partidos políticos pueden tener un acuerdo en la Reforma Fiscal, el acuerdo político será a quién se le carga  el mayor costo del aumento al IVA,  lo que significa un claro ejemplo de que es en el terreno económico y no político donde se sustentará dicha reforma.

 

Santiago Hurtado destacó que el problema actual es que muchas de las decisiones se toman son por legítimas mayorías, pero que ello no quiere decir que sean justas en el ámbito de la discusión política, “la justicia en términos políticos implicaría el reconocimiento de las diversas  partes sin llegar a igualarlas, pero sí integradas en un proyecto común”, acotó.

 

Subrayó que el proyecto de desaparecer con la Reforma el papel mediador del Estado a través de sus dependencias, en conflictos educativos, económicos, militares e incluso religioso, representa un nuevo problema de quién  resolverá estas diferencias, y al parecer, comentó, se apuesta a la madurez  de los ricos para no querer afectar a los pobres y la de los pobres para negociar con los ricos.

 

Y explicó que es muy difícil que con el simple hecho de darle autonomía al Poder Judicial para establecer la ley  en un estado de Derecho, sea suficiente para arreglar problemas entre las partes, “no es suficiente, hay que  reestablecer el sentido de la política”, enfatizó.

 

Asimismo, Santiago Hurtado destacó que si la propuesta de reforma se refiere a un Estado empresarial, se habla de corporaciones y una oligarquía en el campo.

 

Esto querría decir, abundó, que se trataría a todos como corporaciones, lo cual sería una invitación al abismo, “se trataría no de una reforma del Estado sino que se profundizaría una reforma económica”, enfatizó.

 

Por otra parte, el investigador detalló que todo parece indicar que el eje fundamental de la Reforma del Estado es la economía y no la política, como lo era  antes, es decir, el discurso de la reducción del Estado se refiere a la política en su mínima expresión y por tanto hay un  sometimiento ante intereses de capital.

 

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Es necesario establecer claramente el sentido de la Reforma Política porque se corre el riesgo de una oligarquía, opinó el académico universitario Santiago Hurtado Martín.

 

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Santiago Hurtado Martín, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, señaló que la reforma del Estado pretende eliminar su vieja concepción para dar paso a una idea democrática burguesa.