06:00 hrs. Septiembre 15 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-904

 

 

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HABER DETENIDO LA DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO, ÚNICO ACUERDO A ESCALA MUNDIAL : MARIO MOLINA

 

·        El Premio Nobel de Química dijo que eso es ejemplo de los logros que se pueden alcanzar con la colaboración de todos los países del mundo

·        Se ha detenido la emisión de los cloroflurocarbonos que produjeron agujeros en esa capa

 

La destrucción de la capa de ozono es “quizá el único problema a escala global que se ha resuelto en la actualidad. Es un ejemplo muy importante de lo que podemos hacer como sociedad, con la colaboración de todos los países del mundo, entre el sector industrial, la comunidad científica e inclusive organizaciones ambientales”, señaló el Premio Nobel de Química, Mario Molina.

 

A partir de bases científicas, se dio un acuerdo internacional, el llamado Protocolo de Montreal, que estipuló que la emisión de los cloroflurocarbonos (CFC’s) a la atmósfera se detuviera, aseguró durante la conferencia Aplicaciones de la Cinética Química a los Problemas Atmosféricos, dictada en el Instituto de Química.

 

Ahí explicó que en la actualidad se ha detenido en gran proporción la emisión de los CFC’s que produjeron agujeros en la capa de ozono. Ahora, se emiten gases de refrigeración y aerosoles pero con compuestos que no dañan a la estratosfera. Empero, esa capa que nos protege de los rayos ultravioleta del sol comenzará a regenerarse hasta mediados de este siglo.

 

El mexicano ganador del premio Nobel señaló que ese fenómeno de recuperación de la capa se debe a que dichos compuestos dañinos (que en cuestión de seis semanas pueden desaparecer el 99 por ciento del ozono) permanecen en la atmósfera muchas décadas.

 

Al hablar del problema de contaminación en la atmósfera baja, que todavía prevalece, señaló que existen muchas conexiones entre los distintos problemas ambientales, por ejemplo, la pérdida de bosques. A ello se suma el calentamiento global y la calidad del aire. “Si aumenta la temperatura, puntualizó, la oxidación fotoquímica incrementa su velocidad”.

 

El tipo de contaminación de la ciudad de México existe en otras urbes del mundo; si a ello sumamos la quema de bosques, la química de la atmósfera baja se modifica. Ello se ha observado, sobre todo, en el hemisferio norte, precisó.

 

El problema del calentamiento global es preocupante, sobre todo si se hacen proyecciones para finales de este siglo; de subir cinco grados la temperatura las consecuencias serían muy graves, como la del aumento del nivel de los océanos.

 

Pero si este tipo de proyecciones también se realizan en relación con la calidad del aire, “el panorama es preocupante; al respecto sin embargo, aún existe mucha incertidumbre, por lo que es necesario hacer más investigaciones y medición. Sería alarmante que ni en algunos lugares del Océano Pacífico el aire estuviera limpio, como debe ser”.

 

En relación con los efectos de la contaminación en la salud de los ciudadanos, mencionó que los más agudos se registran como consecuencia de la existencia de partículas, las cuales aumentan la mortalidad en México y otros países.

 

Sin embargo, no está clara la naturaleza química de las que son más dañinas, como las inorgánicas o los poliaromáticos, que no sólo afectan al sistema respiratorio sino el cardiovascular.

 

Estamos expuestos a una serie de contaminantes, agregó. En la década pasada, cuando, incluso, salir al aire libre resultaba molesto en Los Angeles las concentraciones eran parecidas a las que había en la ciudad de México.

 

La situación ha mejorado en la actualidad, empero es un problema que aún debe resolverse, en especial, por los efectos que tiene en la salud, finalizó.

 

 

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FOTO 1

 

Frenar la destrucción de la capa de ozono, acuerdo mundial: Mario Molina, Premio Nobel de Química.

 

FOTO 2

 

Mario Molina, Premio Nobel de Química, ofreció la conferencia Aplicaciones de la Cinética Química a los Problemas Atmosféricos.