Boletín UNAM-DGCS-904
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HABER DETENIDO LA DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO, ÚNICO ACUERDO A ESCALA MUNDIAL : MARIO MOLINA
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El Premio Nobel de Química dijo que eso es ejemplo de los logros que se
pueden alcanzar con la colaboración de todos los países del mundo
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Se ha detenido la emisión de los cloroflurocarbonos que produjeron
agujeros en esa capa
La destrucción de la
capa de ozono es “quizá el único problema a escala global que se ha resuelto en
la actualidad. Es un ejemplo muy importante de lo que podemos hacer como
sociedad, con la colaboración de todos los países del mundo, entre el sector
industrial, la comunidad científica e inclusive organizaciones ambientales”,
señaló el Premio Nobel de Química, Mario Molina.
A partir de bases
científicas, se dio un acuerdo internacional, el llamado Protocolo de Montreal,
que estipuló que la emisión de los cloroflurocarbonos (CFC’s) a la atmósfera se
detuviera, aseguró durante la conferencia Aplicaciones de la Cinética Química a
los Problemas Atmosféricos, dictada en el Instituto de Química.
Ahí explicó que en la
actualidad se ha detenido en gran proporción la emisión de los CFC’s que
produjeron agujeros en la capa de ozono. Ahora, se emiten gases de
refrigeración y aerosoles pero con compuestos que no dañan a la estratosfera.
Empero, esa capa que nos protege de los rayos ultravioleta del sol comenzará a
regenerarse hasta mediados de este siglo.
El mexicano ganador
del premio Nobel señaló que ese fenómeno de recuperación de la capa se debe a
que dichos compuestos dañinos (que en cuestión de seis semanas pueden
desaparecer el 99 por ciento del ozono) permanecen en la atmósfera muchas
décadas.
Al hablar del problema
de contaminación en la atmósfera baja, que todavía prevalece, señaló que
existen muchas conexiones entre los distintos problemas ambientales, por
ejemplo, la pérdida de bosques. A ello se suma el calentamiento global y la
calidad del aire. “Si aumenta la temperatura, puntualizó, la oxidación
fotoquímica incrementa su velocidad”.
El tipo de
contaminación de la ciudad de México existe en otras urbes del mundo; si a ello
sumamos la quema de bosques, la química de la atmósfera baja se modifica. Ello
se ha observado, sobre todo, en el hemisferio norte, precisó.
El problema del
calentamiento global es preocupante, sobre todo si se hacen proyecciones para
finales de este siglo; de subir cinco grados la temperatura las consecuencias
serían muy graves, como la del aumento del nivel de los océanos.
Pero si este tipo de
proyecciones también se realizan en relación con la calidad del aire, “el
panorama es preocupante; al respecto sin embargo, aún existe mucha incertidumbre,
por lo que es necesario hacer más investigaciones y medición. Sería alarmante
que ni en algunos lugares del Océano Pacífico el aire estuviera limpio, como
debe ser”.
En relación con los
efectos de la contaminación en la salud de los ciudadanos, mencionó que los más
agudos se registran como consecuencia de la existencia de partículas, las
cuales aumentan la mortalidad en México y otros países.
Sin embargo, no está
clara la naturaleza química de las que son más dañinas, como las inorgánicas o los
poliaromáticos, que no sólo afectan al sistema respiratorio sino el
cardiovascular.
Estamos expuestos a
una serie de contaminantes, agregó. En la década pasada, cuando, incluso, salir
al aire libre resultaba molesto en Los Angeles las concentraciones eran
parecidas a las que había en la ciudad de México.
La situación ha
mejorado en la actualidad, empero es un problema que aún debe resolverse, en
especial, por los efectos que tiene en la salud, finalizó.
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FOTO 1
Frenar la
destrucción de la capa de ozono, acuerdo mundial: Mario Molina, Premio Nobel de
Química.
FOTO 2
Mario Molina,
Premio Nobel de Química, ofreció la conferencia Aplicaciones de la Cinética
Química a los Problemas Atmosféricos.