6 hrs. Septiembre 10 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-885

 

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Pies de foto al final del boletín

LA DISCRIMINACIÓN DE LA MUJER PROPICIA LA PÉRDIDA DE DERECHOS HUMANOS

 

·        María Luisa González Marín, investigadora del IIEc de la UNAM, señaló que ese hecho hace que las mujeres pierdan sus derechos humanos más elementales

·        Participó en el Seminario Perspectiva de Género, organizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social

 

La discriminación de las mujeres por cuestiones de género se refleja en una diferencia social, cultural y jurídica, aspecto que se manifiesta, entre otras formas, en la reclusión de éstas al espacio privado, “sólo el hombre puede estar en el espacio público” indicó la académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM (IIEc), María Luisa González Marín.

 

Al participar en el Seminario Perspectiva de Género, organizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social, González Marín comentó que el hecho de que la mujer permanezca en la vida privada la hace perder los derechos humanos más elementales, lo que la hace víctima de maltrato físico, acoso sexual, violación y que perciba salarios bajos.

 

De éste último aspecto comentó que el sector femenino, en casi todos los ámbitos laborales, percibe remuneraciones inferiores a su desempeño laboral  y casi menores a las asignadas a los hombres, aunque realicen trabajos similares, debido a que se considera que los salarios de éstas sólo son un complemento del ingreso familiar.

El ingreso de las mujeres, reiteró, no se considera fuente principal de los ingresos familiares, sino sólo como una porción secundaria, añadió González Marín.

 

Indicó que la segregación de la mujer se debe a que formamos parte de una sociedad donde la discriminación hacia ellas data de tiempos históricos.

 

Desde el punto de vista cultural y social, aseveró, las mujeres tienen una educación de sumisión y sujeción con los que se incorporan al sector laboral.

 

Por otra parte, comentó que existe descontento social o la desconfianza hacia aquellas mujeres que realizan diversos oficios que se consideraban exclusivos del sector masculino.

 

En la medida en que las profesiones se feminizan –abundó la especialista– las remuneraciones salariales de las mujeres tienden a disminuir y las actividades y profesiones a subvaluarse.

 

La investigadora universitaria subrayó la necesidad de que el género femenino participe en la esfera política, a fin de realizar los cambios que permitan eliminar la discriminación en el ámbito laboral y en la sociedad. También se requieren –abundó– campañas permanentes de sensibilización sobre la importancia de que el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos se comparta entre hombres y mujeres

 

Refirió que el trabajo que realizan las mujeres en el hogar es a destajo, con la intención de no descuidar a su familia, y forma parte también de la segregación salarial y laboral; sin embargo, esta actividad no puede medirse cuando se trata de obtener porcentajes en el estudio de este fenómeno social.

 

Las estadísticas, explicó la economista universitaria, sólo miden tendencias y, cuando se trata de reflejar fenómenos sociales, éstas no pueden ser exactas.

 

La segregación de la mujer no sólo responde a aspectos económicos o jurídicos, sino a todo un proceso cultural social que es difícil modificar; por lo tanto, dijo, se requiere de una participación masiva y de cambios importantes en la sociedad, sobre todo en la mentalidad de las mismas mujeres, concluyó.

 

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Pies de foto

 

 

En la vida privada, muchas veces las mujeres pierden sus derechos humanos al ser víctimas de maltrato físico: María Luisa González, del Instituto de Investigaciones Económicas.

 

María Luisa González, del Instituto de Investigaciones Económicas, aseguró que la discriminación del género femenino se refleja en una diferencia social, cultural y jurídica.