Boletín UNAM-DGCS-881
EL TRANSPORTE PÚBLICO, TRABA PARA EL
FUNCIONAMIENTO DE LA METRÓPOLI
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José Alfredo García Contreras, especialista en la materia, participó en el
Seminario Gestión Urbana en México: Alcances y Limitaciones en el Siglo XXI
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Convocado por la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, este evento se enmarca en el 450 aniversario de la UNAM
El
servicio público de transporte de la Ciudad de México representa un problema
urbano, en la medida en que se vuelve una traba para el eficiente
funcionamiento de la metrópoli, afirmó el especialista en la materia José
Alfredo García Contreras.
Si
bien, dijo, este servicio en el Distrito Federal y el área conurbada es una
actividad económica importante, también genera conflictos urbanos al no
satisfacer la necesidad de la población
de contar con un transporte público capaz de permitirle desarrollar las
interacciones humanas en que se basa su funcionamiento.
García
Contreras participó en el Seminario Gestión
Urbana en México: Alcances y Limitaciones en el Siglo XXI, convocado por la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), en el marco del 450
aniversario de la Universidad Nacional.
Explicó
que esta problemática implica el consumo excesivo de recursos en el traslado
diario de las personas, desde el gasto de combustible, mantenimiento de
vialidades, el número de horas-hombre invertidas en esta actividad; los
recursos monetarios requeridos, hasta otros indicadores de difícil
cuantificación, tales como las repercusiones ambientales provocadas por los
automotores.
En
la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), agregó, diariamente se
consumen en traslados más de 2.5 millones de horas-personas, lo cual implica
una inversión de tiempo equivalente a más de 300 mil jornadas de trabajo de 8
horas, lo que repercute en la productividad del viajero y su calidad de vida
que disfruta o sufre.
En
cuanto a la infición, precisó el especialista, poco más de las cuatro toneladas
de contaminantes son arrojadas a la atmósfera de la ZMVM, alrededor del 75%
(tres millones) corresponden a las emisiones de fuentes móviles. Esa misma
situación se agudiza porque la cuarta parte de las emisiones contaminantes de
la atmósfera provienen del uso del automóvil particular.
Por
su importancia social, el gobierno -a través de la administración pública-
participa en su regulación, prestación, control y evaluación del transporte de
pasajeros.
Sin
embargo, García Contreras consideró que para enfrentar el problema del
transporte público en la ZMVM se requiere un esquema integral de planeación que
potencie el liderazgo del gobierno.
Por
su parte, el catedrático de la FCPyS, Jorge Ulises Corona Ramírez, señaló que
hace falta una cultura cívica de transporte y políticas públicas encaminadas a
la construcción de consensos entre autoridades y transportistas.
Indicó
que el gobierno de la ciudad de México tiene la responsabilidad de responder
con acciones a la confianza que la ciudadanía le otorgó en el reciente proceso
electoral.
Dijo
que la inexistencia de la cultura cívica del transporte obliga a la ciudadanía
a buscar consensos en el estado de derecho y a preparar una política integral
de transporte en la que se prevea el futuro de este servicio público y la
viabilidad de la capital del país.
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