6 hrs. Septiembre 8 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-881

 

EL TRANSPORTE PÚBLICO, TRABA PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LA METRÓPOLI

 

·        José Alfredo García Contreras, especialista en la materia, participó en el Seminario Gestión Urbana en México: Alcances y Limitaciones en el Siglo XXI

·        Convocado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, este evento se enmarca en el 450 aniversario de la UNAM

 

El servicio público de transporte de la Ciudad de México representa un problema urbano, en la medida en que se vuelve una traba para el eficiente funcionamiento de la metrópoli, afirmó el especialista en la materia José Alfredo García Contreras.

 

Si bien, dijo, este servicio en el Distrito Federal y el área conurbada es una actividad económica importante, también genera conflictos urbanos al no satisfacer  la necesidad de la población de contar con un transporte público capaz de permitirle desarrollar las interacciones humanas en que se basa su funcionamiento.

 

García Contreras participó en el Seminario Gestión Urbana en México: Alcances y Limitaciones en el Siglo XXI, convocado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), en el marco del 450 aniversario de la Universidad Nacional.

 

Explicó que esta problemática implica el consumo excesivo de recursos en el traslado diario de las personas, desde el gasto de combustible, mantenimiento de vialidades, el número de horas-hombre invertidas en esta actividad; los recursos monetarios requeridos, hasta otros indicadores de difícil cuantificación, tales como las repercusiones ambientales provocadas por los automotores.

 

En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), agregó, diariamente se consumen en traslados más de 2.5 millones de horas-personas, lo cual implica una inversión de tiempo equivalente a más de 300 mil jornadas de trabajo de 8 horas, lo que repercute en la productividad del viajero y su calidad de vida que disfruta o sufre.

 

En cuanto a la infición, precisó el especialista, poco más de las cuatro toneladas de contaminantes son arrojadas a la atmósfera de la ZMVM, alrededor del 75% (tres millones) corresponden a las emisiones de fuentes móviles. Esa misma situación se agudiza porque la cuarta parte de las emisiones contaminantes de la atmósfera provienen del uso del automóvil particular.

 

Por su importancia social, el gobierno -a través de la administración pública- participa en su regulación, prestación, control y evaluación del transporte de pasajeros.

 

Sin embargo, García Contreras consideró que para enfrentar el problema del transporte público en la ZMVM se requiere un esquema integral de planeación que potencie el liderazgo del gobierno.

 

Por su parte, el catedrático de la FCPyS, Jorge Ulises Corona Ramírez, señaló que hace falta una cultura cívica de transporte y políticas públicas encaminadas a la construcción de consensos entre autoridades y transportistas.

 

Indicó que el gobierno de la ciudad de México tiene la responsabilidad de responder con acciones a la confianza que la ciudadanía le otorgó en el reciente proceso electoral.

 

Dijo que la inexistencia de la cultura cívica del transporte obliga a la ciudadanía a buscar consensos en el estado de derecho y a preparar una política integral de transporte en la que se prevea el futuro de este servicio público y la viabilidad de la capital del país.

 

 

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