Boletín UNAM-DGCS-873
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SISTEMA DE DIVERSIDAD Y COMPLEJIDAD POLÍTICAS INÉDITAS, LOGRO DE MÉXICO
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El subsecretario de Gobernación, Juan Molinar Horcasitas, señaló que las
reformas constitucionales están acompañadas de la transformación de la sociedad
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Las fuerzas políticas no han sido capaces de concertar una reforma del
Estado señaló Manuel Camacho Solís
El subsecretario de
Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, Juan Molinar Horcasitas,
afirmó que con las elecciones federales pasadas se logró una transición
política ejemplar, que permitió pasar de un régimen de pluralismo limitado a un
sistema de diversidad y complejidad de políticas inéditas.
En este cambio,
agregó, se modificaron en forma paulatina los sistemas de representación y
articulación de intereses, así como la manera de tomar decisiones.
Luego de que el
director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diego Valadés Ríos,
inaugurara el Seminario "Estrategias y propuestas para la reforma del Estado",
el funcionario señaló que en su conjunto, todas las reformas constitucionales
están acompañadas de la transformación de la sociedad.
Resolver la paradoja
de haber incorporado progresiva y decididamente más actores, pero, al mismo
tiempo, un mayor número de controles a la acción del Estado, puntualizó, es
parte de la reforma que se enfrentará en los próximos años, porque hay un
sistema más diversificado en sus entradas, aunque restringido en sus
salidas. "Gobernarlo con eficacia
es el reto que debemos encarar".
En el auditorio
"Héctor Fix-Zamudio" del IIJ, advirtió que dejar pasar o no propiciar
el momento del cambio político y sin una estrategia adecuada puede provocar que
las iniciativas a destiempo caigan en el vacío de la indiferencia y se carezca
de espacios para operar y articular los acuerdos que las hagan viables.
Al subrayar que los
momentos adecuados para impulsar cambios políticos con elevados niveles de
apoyo general suelen ser fugaces, resaltó que nadie puede mantener un ritmo
permanente de transformación ni una esperanza inaccesible.
Puntualizó que si no
se logrará restituir la certidumbre de que es posible cambiar el poder mediante
instrumentos constitucionales, se podrían acentuar las inercias inmovilistas y
perder el compromiso ético con la democracia.
En la mesa "¿Se
puede reformar al Estado?", en la que también participaron los académicos
italianos Luigi Ferrajoli y Ermanno Vitale, el doctor en filosofía Michelangelo
Bovero, comentó que un cambio del sistema parlamentario a uno presidencial
equivale a un regreso de la mejor a la peor forma de democracia.
Expuso que la elección
directa de un presidente de la república es insuficiente y puede ser
irrelevante para calificar un sistema como no parlamentario.
Cada propuesta de transformación
en el sentido presidencialista o semipresidencialista de una forma de gobierno,
recalcó, tiende a reforzar los poderes y, por ello, "a pervertir la
dirección ascendente del proceso democrático, acentuando los momentos de
decisión descendente y, en tiempos de video poder, abre la puerta a la
instauración de autocracia electiva, populista y plebiscitaria".
En la mesa "Forma
de gobierno", el presidente del Partido del Centro Democrático (PCD),
Manuel Camacho Solís, indicó que después de la alternancia y a más de un año de
distancia, las fuerzas políticas no han sido capaces de pactar una reforma del
Estado y ni siquiera la agenda para su discusión y negociación.
Para el Ejecutivo
federal, advirtió, la reforma pactada de Estado tampoco es prioridad. Tienen
mayor importancia el conflicto en Chiapas, la reforma fiscal, la reorganización
de la administración pública y la reforma eléctrica, aunque también en estos
casos su predisposición a la negociación es baja.
Planteó que en vez de
un presidencialismo que a cada momento choca con las nuevas realidades
políticas del país, convendría construir un régimen presidencial democrático,
controlado por la ley, con un gabinete responsable políticamente y una relación
con el Congreso que facilite la formación de consensos, capaz de ser parte de
un orden federal mejor estructurado y más responsable.
En la mesa, en la que
participaron los académicos Lorenzo Córdova y Miguel Carbonell, así como el ex
diputado Jesús González Schmall, el responsable de la Unidad de Estudios
Legislativos de la Secretaría de Gobernación, Ricardo Sepúlveda, comentó que
hablar de formas de gobierno como nombres y estructuras predeterminados, será
inútil e innecesario.
Explicó que las
estructuras formales de gobierno están siempre penetradas de las realidades
sociales, de manera que modificar la Constitución no significa transformar
estas estructuras.
No se trata sólo de
los cambios formales, estructurales, de la Constitución, sino de atender las
demandas sociales. A su juicio, es un camino necesario para la reforma del
Estado la revisión de la Carta Magna.
Al hablar sobre
"Federalismo y multiculturalismo", tema también abordado por los
académicos José Ramón Cossío y Francisco Valdés Ugalde, el investigador emérito
del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), Arnaldo Córdova estableció que
la problemática del federalismo se centra en un punto fundamental: la reforma
del Estado no se puede pensar sin ese elemento.
El federalismo,
abundó, ha sido una presencia permanente en la historia constitucional del
país, por ser uno de los puntales del régimen constitucional. Además, tiene
inicios en la realidad política del país y la mejor razón para convertirlo en
una finalidad prioritaria.
Propuso refundar las
comunidades políticas originales, entre ellas las de los indígenas, sin
importar el incremento de los municipios para que puedan mantener sus usos y
costumbres y vivir de acuerdo a cada una. Finalizó que éste es el problema
esencial del federalismo.
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A más de un año
de la alternancia política, los partidos no han sido capaces de pactar una
reforma del Estado, señaló Manuel Camacho Solís en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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El ex diputado
Jesús González Small durante su participación en el seminario “Estrategias y
propuestas para la reforma del Estado”, en la UNAM