Boletín UNAM-DGCS-850
FALSO QUE LOS BUENOS BOXEADORES MEXICANOS PERTENEZCAN SÓLO A LAS CATEGORÍAS
LIGERAS
·
Se tiene el potencial para contar con deportistas de alto rendimiento
en cualquier división
·
Lo determinante es la preparación, no son las características étnicas,
de acuerdo con investigación de la UNAM
·
Apoyan este trabajo el Comité Olímpico Mexicano y la Federación
Mexicana de Boxeo
No es verdadera la
premisa de que los buenos boxeadores mexicanos únicamente estaban entre los
pesos ligeros, porque no se tiene la estatura ni la masa muscular de los
extranjeros. De hecho, se tiene el potencial para seleccionar deportistas de
alto rendimiento en cualquier categoría de esta disciplina.
Señalaron lo
anterior Julieta Aréchiga Viramontes, investigadora del Instituto de
Investigaciones Antropológicas de la UNAM, y Carlos Ramírez García, estudiante
del doctorado en Ciencias Biológicas de la Facultad de Estudios Superiores
Zaragoza, con la realización del primer estudio que se hace en boxeadores en
México.
La
investigación, indicaron, comprueba que los deportistas mexicanos tienen
características antropométricas similares a las de los similares extranjeros,
“y logran destacar siempre y cuando tengan un entrenamiento constante y largo,
pues lo importante es la preparación”, afirmó la actual tutora de Ramírez
García.
Otra cuestión en
la que habría que poner énfasis, a decir de Aréchiga Viramontes, es en el
trabajo multidisciplinario. “No sólo el médico del deporte debe apoyar a los
boxeadores, sino también el nutriólogo, psicólogo y fisioterapeuta, porque
mientras no se trabaje de esta forma, si no se toman en cuenta esos elementos,
no van a destacar como podrían”.
Ramírez García,
quien es médico de Compromiso Integral de México por sus Atletas (CIMA), agregó
que el boxeo es el deporte que más medallas olímpicas le ha dado a México, un
total de 12. Y con el fin de ayudar a los talentos en este deporte y a su
control médico deportivo se realizó esta investigación.
El grupo de
estudio fue, primero, de 224 boxeadores amateurs de 21 estados de la República,
a quienes dividieron en tres grupos, de acuerdo con su peso: ligeros, medios y
pesados. Posteriormente se seleccionaron 24 deportistas de alto rendimiento,
que asistieron a campeonatos juveniles.
De cada uno de los
boxeadores se hizo la caracterización morfológica correspondiente, desde el
punto de vista cineantropométrico, es decir, del establecimiento de las medidas
corporales del cuerpo humano en movimiento en relación con la actividad física.
Cinco fueron los
aspectos a considerar: las dimensiones corporales (toma de medidas de
diferentes regiones del cuerpo), la composición corporal (cantidad de tejido
magro, masa ósea, masa residual y grasa), el somatotipo (estudio de la figura),
la proporcionalidad (comparación de segmentos corporales: la pierna con
respecto a la estatura, por ejemplo) y la forma-función (correlación entre la
figura del boxeador con un estilo preferente de pelea).
De este modo, se
conocieron los parámetros morfológicos y funcionales que deben exigirse a la
hora de seleccionar a un boxeador juvenil para que se integre a las filas del
alto rendimiento, tales como su capacidad de consumo máximo y relativo de
oxígeno –el primero se determina por actividad y el segundo en relación con el
peso del individuo– y su velocidad de
reacción.
Una conclusión más
de esta investigación, que está por terminar, es que hay áreas geográficas
donde se pueden obtener buenos boxeadores. En el norte, los de pesos pesados, y
en el centro de pesos ligeros o medianos. En el sur hay poco desarrollo de esta
actividad.
Aréchiga
Viramontes y Ramírez García, ahora realizan una investigación similar con
clavadistas, pues los clavados ha sido otro de los tres deportes que más medallas
olímpicas le han dado a México, junto con el atletismo y el ya mencionado
boxeo. Asimismo, trabajan en la creación de la Sociedad Mexicana de
Cineantropometría, junto con otros especialistas.
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