6:00 hrs. Septiembre 1° de 2001


Boletín UNAM-DGCS-849

 

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Pies de foto al final del boletín

LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, RESULTADO DE UN DESEQUILIBRIO DE PODER SOCIAL

 

·        El 90 por ciento de la violencia física es producida por el género masculino

·        Señaló Alicia Lozáno Blazquéz, del Centro de Orientación y Promoción Humana.

 

La violencia intrafamiliar tiene que ver con un desequilibrio de poder existente en la sociedad, donde la mayoría de las mujeres reciben educación para depender económica y emocionalmente de los varones señaló  en la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), Alicia Lozáno Blazquéz, del Centro de Orientación y Promoción Humana.

 

De acuerdo a los estudios realizados sobre el tema, se ha podido observar la existencia de dos factores fundamentales que generan la violencia: el género y la edad. Asimismo, se ha establecido que en un 90 por ciento se lleva a cabo por parte del hombre.

 

Sin embargo, dijo la especialista en la ENTS, la violencia no es exclusiva de los hombres también las mujeres  lo son, sobre todo en el área emocional, lo que reflejan a través del área afectiva o con los hijos, es la forman como toman la proyección de sí mismas y se manifiesta como una cuestión de posesividad, con un impacto considerable en los menores.

 

En su conferencia acerca de violencia familiar, Alicia Lozáno destacó que el fenómeno trasciende los muros del ámbito privado y tiene repercusiones en el área educativa y laboral, porque debilita  la salud física y emocional de las personas que la padecen.

 

Comentó que a pesar de  la difusión de los estudios de género, donde se plantea la igualdad, en el momento en que los jóvenes se deciden a formar una pareja, toman los roles ya pre establecidos, en los cuales el hombre se asume como el líder.

 

Dijo que incluso las mujeres que tienen una vida económica propia, a pesar de que haya una situación de violencia severa no se pueden separar debido a los roles o estereotipos que en sí mismos son formas de violencia. “Los roles son aspectos que no  toman en cuenta la individualidad de cada persona, sea hombre o mujer”, agregó.

 

Alicia Lozáno destacó: una mujer necesita capacidad de decisión, la cual no es una prerrogativa masculina y por el contrario, éste requiere expresar y recibir afecto, igual que el sexo femenino. Sin embargo, a través de la estructura social se polarizan los roles y es fundamentalmente en el terreno conyugal donde se presentan los desacuerdos y las intimidaciones.

 

A pesar de que la violencia ha sido considerada durante muchos años como un daño físico, en la actualidad se ha demostrado que también existe en el terreno económico, emocional o social.

 

Los factores que desencadenan en hechos violentos, abundó, son la desigualdad económica entre género masculino y femenino debido a que “el dinero es poder”, así como el patrón que se utiliza para resolver conflictos.

 

Hizo énfasis en que la violencia se aprende, no es innata de los seres humanos, pero de acuerdo a los estereotipos establecidos por la sociedad, ésta se maneja como una característica masculina, es decir, se trata de un ideal de dominación.

 

En los estudios llevados a cabo a través de un proceso de socialización dentro de la familia y en su entorno, dijo, se ha  observado que los hombres violentos han visto o sufrido algún tipo de agresión en sus propios hogares o bien, restricción emocional.

 

Finalmente, apuntó Alicia Lozáno que el hombre, por cuestiones sociales, debe dar pruebas constantes de masculinidad, “no es suficiente que  se asuma con una identidad propia, física y emocional”, lo cual se pone de manifiesto durante el periodo de adolescencia, donde hay mayor número de accidentes, muchos de ellos mortales.

 

 

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Alicia Lozano Blázquez, del Centro de Orientación y Promoción Humana, comentó en la Escuela Nacional de Trabajo Social que el 90 por ciento de la violencia física intrafamiliar proviene del género masculino.

 

 

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Alicia Lozano Blázquez, del Centro de Orientación y Promoción Humana, indicó que la violencia intrafamilar es resultado del desequilibrio del poder social.