Boletín UNAM-DGCS-846
BASE DEL PACTO DE GOBERNABILIDAD, OTORGAR
CONTENIDO A LAS POLÍTICAS SOCIALES
·
Samuel León, de la FCPyS, dijo que
la ciudadanía debe demandar que la política no sólo signifique elecciones, sino
contenidos de gobernabilidad
·
Sostuvo que con el triunfo de
Vicente Fox comenzó una nueva agenda y retos de gobernabilidad sumamente
importantes
El pacto de la gobernabilidad debería
descansar, sobre todo, en darle contenido al conjunto de políticas sociales,
porque se observa un régimen de transición que se aísla en forma permanente en
los contenidos de esas estrategias, señaló el académico de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Samuel León
Resaltó que el gran riesgo de esa debilidad será
estructurar un pacto político nacional, donde los actores responsables deberán
ser los partidos.
Afirmó que lo que tendría que ser una demanda
de los ciudadanos y presión a las fuerzas políticas es que la política no
significa sólo elecciones; es, debería ser, y debemos obligarla a ser,
contenidos de gobernabilidad.
El catedrático habló acerca de “Partidos
Políticos y Ciudadanía” en el Seminario de Análisis Político-Electoral,
organizado por la FCPyS de la UNAM, que se realizó en la Casa Universitaria del
Libro.
Señaló que no es posible pretender cambios en
el terreno legislativo o de la gobernabilidad sin realizar acuerdos con una
oposición con la fuerza del PRI, partido que todavía es un actor central en la
política nacional, pues el 35.7 por ciento de la votación que obtuvo en las
elecciones federales del 2000 representan un porcentaje nada despreciable y
muestran la fuerte presencia que conserva.
Luego de las elecciones del 2000, explicó el
politólogo, el PRI perdió cuatro de las cinco elecciones estatales que se han
llevado a cabo y sólo obtuvo el triunfo
en Tabasco. Pero en los congresos locales ganó en seis de los diez últimos
comicios: Chiapas, Tabasco, Veracruz, Durango, Chihuahua y Aguascalientes.
Estos resultados electorales, analizó, muestran
que no hay competencia entre las tres principales fuerzas políticas del país en
ninguna región, pues sólo se pelean los diferentes cargos de representación
popular entre dos partidos. Ejemplo de ello es Chiapas, donde la disputa es
entre el PRI y el PRD.
Ante el politólogo Rafael de la Garza y los
organizadores del evento -Manuel Quijano y Emilio Vizarretea-, Samuel León
subrayó que a partir del triunfo de Vicente Fox comenzó una nueva agenda y
retos de gobernabilidad sumamente importantes, aunque la construcción de esta
última muestra un problema de principio: todavía no se encuentran los
contenidos fundamentales de las materias a pactar entre los actores políticos.
A su consideración, parte de estos contenidos
deben ser la política demográfica, el empleo, la seguridad pública y la
construcción de la normatividad de los marcos de legalidad, debido a que hay
una falta de aplicación de los sistemas de derecho.
El especialista manifestó que la transición
política mexicana se ha dado de una manera pobre y lamentable, pues se quiere
emular con los cambios que se llevaron a cabo en España y Chile.
Además, agregó, se ha creado un discurso
ambivalente donde se menciona al pasado como el lado oscuro y negro, sin
mencionar su lado positivo gracias al cual se logró que la transición fuera
pacífica.
Este cambio que permitió el ascenso de Vicente
Fox deja una herencia que no existe en ninguna otra transición contemporánea:
el primer mandatario llega a una presidencia con una estructura y sistema de
elecciones libres; con importantes avances en la democratización del país; con
instituciones sólidas y en funcionamiento; una inflación baja; tasas de
crecimiento económico; una nación abierta a la competencia, y una excelente
relación entre México y la Unión Europea, concluyó.