6:00 hrs. Septiembre 1° de 2001


Boletín UNAM-DGCS-846

 

BASE DEL PACTO DE GOBERNABILIDAD, OTORGAR CONTENIDO A LAS POLÍTICAS SOCIALES

 

·        Samuel León, de la FCPyS, dijo que la ciudadanía debe demandar que la política no sólo signifique elecciones, sino contenidos de gobernabilidad

·        Sostuvo que con el triunfo de Vicente Fox comenzó una nueva agenda y retos de gobernabilidad sumamente importantes

 

 

El pacto de la gobernabilidad debería descansar, sobre todo, en darle contenido al conjunto de políticas sociales, porque se observa un régimen de transición que se aísla en forma permanente en los contenidos de esas estrategias, señaló el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Samuel León

 

Resaltó que el gran riesgo de esa debilidad será estructurar un pacto político nacional, donde los actores responsables deberán ser los partidos.

 

Afirmó que lo que tendría que ser una demanda de los ciudadanos y presión a las fuerzas políticas es que la política no significa sólo elecciones; es, debería ser, y debemos obligarla a ser, contenidos de gobernabilidad.

 

 

El catedrático habló acerca de “Partidos Políticos y Ciudadanía” en el Seminario de Análisis Político-Electoral, organizado por la FCPyS de la UNAM, que se realizó en la Casa Universitaria del Libro.

 

Señaló que no es posible pretender cambios en el terreno legislativo o de la gobernabilidad sin realizar acuerdos con una oposición con la fuerza del PRI, partido que todavía es un actor central en la política nacional, pues el 35.7 por ciento de la votación que obtuvo en las elecciones federales del 2000 representan un porcentaje nada despreciable y muestran la fuerte presencia que conserva.

 

Luego de las elecciones del 2000, explicó el politólogo, el PRI perdió cuatro de las cinco elecciones estatales que se han llevado a cabo y sólo obtuvo el  triunfo en Tabasco. Pero en los congresos locales ganó en seis de los diez últimos comicios: Chiapas, Tabasco, Veracruz, Durango, Chihuahua y Aguascalientes.

 

Estos resultados electorales, analizó, muestran que no hay competencia entre las tres principales fuerzas políticas del país en ninguna región, pues sólo se pelean los diferentes cargos de representación popular entre dos partidos. Ejemplo de ello es Chiapas, donde la disputa es entre el PRI y el PRD.

 

Ante el politólogo Rafael de la Garza y los organizadores del evento -Manuel Quijano y Emilio Vizarretea-, Samuel León subrayó que a partir del triunfo de Vicente Fox comenzó una nueva agenda y retos de gobernabilidad sumamente importantes, aunque la construcción de esta última muestra un problema de principio: todavía no se encuentran los contenidos fundamentales de las materias a pactar entre los actores políticos.

 

A su consideración, parte de estos contenidos deben ser la política demográfica, el empleo, la seguridad pública y la construcción de la normatividad de los marcos de legalidad, debido a que hay una falta de aplicación de los sistemas de derecho.

 

El especialista manifestó que la transición política mexicana se ha dado de una manera pobre y lamentable, pues se quiere emular con los cambios que se llevaron a cabo en España y Chile.

 

Además, agregó, se ha creado un discurso ambivalente donde se menciona al pasado como el lado oscuro y negro, sin mencionar su lado positivo gracias al cual se logró que la transición fuera pacífica.

 

Este cambio que permitió el ascenso de Vicente Fox deja una herencia que no existe en ninguna otra transición contemporánea: el primer mandatario llega a una presidencia con una estructura y sistema de elecciones libres; con importantes avances en la democratización del país; con instituciones sólidas y en funcionamiento; una inflación baja; tasas de crecimiento económico; una nación abierta a la competencia, y una excelente relación entre México y la Unión Europea, concluyó.

 

 

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