15:00 hrs. Agosto 29 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-834

 

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Pies de foto al final del boletín

ÚNICA EN AMÉRICA LATINA LA MESA VIBRADORA  PARA SIMULACIÓN DE SISMOS DE LA UNAM

 

 

 

Única en su tipo en Latinoamérica, la Mesa Vibradora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM permite reproducir movimientos sísmicos para analizar y evaluar el comportamiento de estructuras diversas, como equipos industriales y  construcciones destinadas a la vivienda.

 

En conferencia de prensa, el director del II, Francisco José Sánchez Sesma, y el investigador Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro, jefe del Laboratorio de la Mesa Vibradora, explicaron las características y aplicaciones de este equipo que, afirmaron, constituye un orgullo para la Universidad Nacional y se encuentra al nivel de los utilizados en países como Estados Unidos y Japón.

 

Alcocer Martínez de Castro explicó que la mesa, cuyo costo es de aproximadamente cuatro millones de dólares, está equipada con ocho gatos hidráulicos, instalados cuatro de ellos en posición vertical y los cuatro restantes de forma horizontal, los cuales permiten reproducir movimientos tanto verticales y horizontales como simultáneos.

 

Sobre estos mecanismos está colocada la plancha de aluminio en la cual se instalan los modelos para experimentación. La Mesa Vibradora, indicó, soporta un total de 20 toneladas de peso.

 

Este mecanismo, añadió, opera mediante bombas y cuenta con un sofisticado sistema digital de control. El software que utilizan los equipos informáticos para la captura de datos fue elaborado por el propio Instituto de Ingeniería de la UNAM.

 

Uno de los usos más frecuentes de la Mesa Vibradora, continuó el investigador universitario, es la evaluación de los equipos empleados en las subestaciones eléctricas, que deben observar ciertos requisitos en cuanto a su comportamiento ante los movimientos sísmicos para evitar su ruptura.

 

En este rubro, dijo, la Universidad Nacional ha colaborado con varias empresas para la realización de estos estudios y está en pláticas con la entidad que se encargará de instalar la red de gas natural en el Valle de México para experimentos similares sobre válvulas que cortarán el suministro de ese combustible en caso de temblor.

 

En la actualidad, continuó, se desarrolla un proyecto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para medir la respuesta de construcciones destinadas a vivienda. Para ello, especificó, se utilizarán modelos a escala de edificaciones de uno, tres y cinco pisos, sobre los cuales se colocarán sensores que detectarán los efectos de un sismo simulado sobre los diferentes puntos de la construcción.

 

Para este proyecto, agregó, se utilizarán prototipos que serán sometidos a movimientos similares a los que tienen por epicentro las costas de Guerrero.

 

El responsable de la Mesa Vibradora expresó que en la capital mexicana existe aproximadamente una docena de edificios en los cuales se han colocado sensores para medir su comportamiento sísmico. Ello permite tener mayor información para elaborar las normas y reglamentos de construcción y para tomar medidas preventivas ante posibles problemas surgidos durante movimientos de baja intensidad.

 

Alcocer Martínez de Castro expuso que cada cuerpo tiene una frecuencia de resonancia y cuando son sometidos a vibraciones cuya intensidad es igual a esa frecuencia e4s cuando sufren daños en sus estructuras.

 

El académico del II sostuvo que con posterioridad a los sismos de 1985 en la ciudad de México, el Instituto de Ingeniería participó activamente en la revisión del reglamento aplicable a las construcciones en el Distrito Federal.

 

Gracias a este proceso, aseguró, en la actualidad existen normas técnicas cuya observancia permite garantizar un comportamiento más satisfactorio de los edificios capitalinos y que obligan a las constructoras a utilizar materiales de mejor calidad.

 

Mencionó, por ejemplo, que las construcciones destinadas a albergar un gran número de personas, como escuelas, hospitales y estadios deportivos, requieren un concreto más resistente.

 

Alcocer Martínez de Castro manifestó que las construcciones sismorresistentes son aquellas que ante los temblores de elevada intensidad sólo sufren daños reparables, pero no se colapsan. En el Distrito Federal, finalizó, las escuelas cumplen con estas características gracias a los intensos trabajos de rehabilitación que se hicieron después de 1985.

 

A este respecto, Francisco José Sánchez Sesma aseguró que en la actualidad las fallas que pudieran registrarse en un temblor de características similares al de 1985 serán menores, gracias a que después de ese episodio se tomó mayor conciencia de la peligrosidad de estos fenómenos y en la actualidad la ciudad de México es de las mejor instrumentadas en el mundo.

 

El funcionario comentó que existen cerca de 200 estaciones de registro para entender el comportamiento de los edificios ante un temblor, así como acelerógrafos de campo libre y de pozo para evaluar los efectos de un movimiento telúrico.

 

Esta red acelerométrica en el Vale de México, así como la que tiene instalada el II entre las costas de Guerrero y el Distrito Federal, constituyen un esfuerzo de instrumentación muy importante, los cuales hacen de la ingeniería sísmica mexicana una disciplina de primera magnitud en el mundo.

 

 

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La mesa vibradora del Instituto de Ingeniería de la UNAM puede reproducir los efectos de los sismos sobre modelos y equipos industriales de hasta 20 toneladas

 

 

El sotware para la captura de datos de la Mesa Vibradora fue elaborado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM

 

 

El director del Instituto de Ingeniería, Francisco José Sánchez Sesma, y el investigador Sergio Alcocer Martínez de Castro, explican las características y aplicaciones de la Mesa Vibradora.